Un repaso

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Hace un par de días encontré dentro de todo, un recuerdo del pasado, un mal recuerdo donde podía sentir aun lo que llenaba mi corazón en aquel entonces. Como un gran tanque de mierda caían sobre mí los malos días. 

Puede ser que nadie piense que le ha ido mal, pero en tu lecho de muerte podrás ver que no hiciste nada por mejorar el mundo, o incluso nada por mejorar tu vida. Este es uno de los pensamientos que más me entristece, porque yo no estoy en mi lecho de muerte, pero no dejo de pensar que cualquiera puede estropear mi vida.

Durante años vives de comentarios, y estos hacen tanto daño a tu ser como una perdida, una tan grande que quiero comparar a la de un ser muy querido. De cualquier forma, puedes estar evitándolo, pero el dolor llega de manera tórrida, y cuando menos lo pienses una mirada al techo para pensar destruirá tu calma, entonces te darás cuenta de que, al final, no eres tan fuerte como creías.

Podría explicar cómo se siente, pero es algo complicado; simplemente te desmoronas a pensar que todas esas cosas son ciertas, y no importa cuánto autoestima o ego tengas, esto te atrapa y te hace ver que en todos los momentos ellos tuvieron razón. Te dijeron inútil, aunque hayas hecho mucho, y creerás que lo eres, porque en el fondo sabes que pudiste hacer mucho más.

Nota: Es probable que esto me invada, porque mientras escribo disfruto una partida de UNO, ¿ya ves cómo es casi imposible no sentirlo? 

Hacia el techo - Pablo MartínezWhere stories live. Discover now