Amar

5.7K 566 299
                                    


Advertencias: Diabetes

I. II. III. Pasado

IV. Presente

—Cursiva: Diálogo recuerdo.

"Cursiva" Pensamientos referencias, o alucinaciones.

-----------------------------------------------------------------------------------------

Amar

I.

Observó sus labios delgados y rojizos entreabiertos, ¿pánico, sorpresa, expectación? Tal vez todas, sólo sabía que no era la primera vez que se sentía así.

Hubo un tiempo cuando él era un adolescente y Loki un niño, su curiosidad e inexperiencia lo llevaron a colar a su habitación una revista pornográfica bastante desvaída. Había elegido una modelo coqueta de ojos verdes enormes y cabello negro alborotado, y se había tocado, untado en crema de manos hasta correrse perdido en un único nombre.

En su nerviosismo se había olvidado por completo de cerrar con picaporte aun cuando su hermano solía pasar rutinariamente por allí. Quizás (y sólo ahora siendo un adulto) podía aceptarse a sí mismo que una pequeña parte suya lo hizo a propósito, deseaba ver la expresión de desconcierto y asombro en el rostro infantil de su hermano.

Más que vergüenza de ser pillado por Loki, vino una furiosa sensación de haber hecho algo terriblemente malo. Los chicos no se masturbaban pensando en otros chicos, mucho menos en sus hermanos menores, eso era enfermizo por donde se le mirara. Culpable, se juró jamás volver a hacer una cosa tan horrible y con el tiempo se olvidó de ello por completo.

Irónico destino el que una década más tarde la situación se repitiera y se sintiera de la misma manera de aquel entonces, casi quiso salir corriendo como un adolescente.

Llegas... temprano.

Vio sus ojos verdes parpadear de nerviosismo mientras se aferraba a sí mismo. El café se esparcía por el suelo y la porcelana rota hacía un desastre similar a un campo de minas.

¿Tú qué?— susurró Loki juntando sus cejas en expectación.

Thor sintió sus mejillas arder.

Estaba tan confuso como el propio Loki.

Ante su falta de respuesta, su hermano dio un paso vacilante hacia él.

¡Cuidado!— chilló, pero la porcelana ya se había hundido con saña contra el pie de Loki. Éste lanzó un quejido de dolor, intentando conservar el equilibrio, manteniendo su pie sangrante en el aire. Thor se olvidó por completo de sus manos pegajosas y su cuerpo húmedo, subiéndose los pantalones a trompicones y acercándose con la mayor rapidez posible —¡Quédate aquí! Ya regreso.

Loki asintió con la vista puesta en sus pantalones manchados y mal puestos.

Thor corrió hasta su habitación, lavándose las manos y cambiándose por un short holgado. Poco le importó salir medio desnudo en busca del botiquín.

Cuando regresó medio minuto más tarde, el desastre de la sala seguía allí: el café esparcido por el suelo, al igual que la taza hecha pedazos y Loki con cara de incrédulo afirmándose de la pared del pasillo mientras sangraba copiosamente.

No traes camisa—advirtió el más joven apenas se acercó con la clara intensión de tomarle en brazos.

Estaba sucia.

Ya me di cuenta.

Para su sorpresa, Loki no opuso resistencia cuando le levantó del suelo en dirección a su habitación. Tal vez fue por el dolor o la turbación del momento, pero prefirió pensar que aceptó su tacto porque así lo deseaba.

Volviendo AtrásWhere stories live. Discover now