dim gray

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—Giselle, es hora de ir a la escuela —exclamó Derek, detrás de la puerta de su hermana. Observó el reloj en su muñeca—. Se te hará tarde. Giselle.

Al no obtener respuesta, Derek suspiró audiblemente y abrió la puerta. Su hermana menor estaba debajo de las cobijas, tapando su rostro. El único indicio de que estaba en la cama eran sus pies colgando al borde.

—Giselle, sé que estás despierta. Vamos, a la escuela.

Lentamente, Giselle destapó su rostro, observando a Derek haciendo un puchero.

—Estoy enferma —gimió Giselle—. No puedo ir a la escuela.

—Ayer estabas perfectamente bien —le recordó Derek. Se sentó en la cama, poniendo la palma de su mano en la frente de su hermana—. No tienes fiebre.

—Pero me siento muy mal —se quejó la chica, mirándolo con sus enormes ojos marrones—. ¿No puedo quedarme en casa? Por favor.

—Por un día que falte no pasa nada —dijo Peter, saliendo de la nada, recargado contra el marco de la puerta. Derek lo fulminó con la mirada.

—No la consientas.

—¿Qué? ¿Debo recordarte cuántas veces faltaste tú a la escuela y yo me guardé el secreto? —Derek gruñó en voz baja—. Vamos. Solo es un día. Ve esa carita. Es obvio que se está muriendo por dentro.

Giselle asintió fervientemente, agradeciendo el apoyo de su tío. Finalmente, Derek suspiró, derrotado.

—Solo un día, Giselle —advirtió Derek—. Mañana tienes que ir a la escuela.

Dicho esto, se puso de pie y salió de la habitación. Peter se quedó parado, observándola como si estuviera analizándola.

—¿Problemas de chicos? —tanteó.

Más como problemas de chicas. Chicas cuyo nombre era Allison y lamentablemente su apellido era Argent. Pero claro que no podía decir eso, así que en su lugar, murmuró:

—Quiero dormir.

—Adolescentes —farfulló Peter, poniendo los ojos en blanco.

Giselle se quedó viendo a la nada por un buen rato, hasta que finalmente alargó la mano y tomó su libro favorito: Harry Potter y el cáliz del fuego. Hundiéndose en su propia miseria, dedicó todo su día a leer encerrada en su habitación.

🌈 🌈 🌈 

Giselle estaba dormida cuando su tono de llamada la despertó. Parpadeando, trató de acostumbrarse a la oscuridad de su habitación. Era de noche ya. Tomó su celular, observando que era Scott quien llamaba.

sleepover |teen wolf|Where stories live. Discover now