Capítulo 4: ¿La Beso o No la Beso?

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- Ya sabes si quieres le pegamos una buena paliza, no dudes en decirlo.- Dice Jay cuando salta a la conversación el tema de la infidelidad del príncipe heredero.

- Ok.- Dice Mal adormilada con su cabeza en el regazo de la peli-azul. Se quedan unos minutos en silencio en el cual Mal se queda dormida.

- Bueno... Nosotros nos vamos, adiós Evie.- Dice Carlos y Jay y se van de la habitación. Evie se queda mirando a Mal durante su rato, en su mirada hay unos brillos que son como purpurina. Cuando una persona tiene esa mirada se acostumbra decir que la persona a la cual está mirando es su amor verdadero. En el caso de Evie no es erróneo. Su gran amor es Mal, desde la primera vez que se vieren se vio a ella misma quedando prendada por esa chica, hija de Maléfica. Y para cualquier persona que este entorno de ambas chicas es posible negarlo, porque si bien no lo aceptan por la razón que sea, saben que lo que hay en la mirada de ambas cuando se miran no es nada más y nada menos que amor. Aunque una de las dos hace poco que se haya dado cuenta...

La mirada de Evie se desvía casi de forma automática hasta los labios de su compañera de cuarto. Esos labios tan atrayentes para ella, que no ha tenido hasta el momento oportunidad para probar. Aún se acuerda de la sensación que tuvo cuando ambas cantaron Space Between y se habían apoyado frente contra frente, la tentación en ese momento era tan grande, incluso giro su cara un poco hacía la derecha en espera de un beso que sabía que no ocurriría. Poco después se separaron...

Evie dejo de soñar con lo que ella denominaba "Imposible" y trato de colocar a Mal de tal forma que pudiera dormir cómodamente. Fue a buscar un pijama de su "futura novia" como le gustaba llamarla en su mente. Porque ella quería que fuese su novia, era posiblemente una de las cosas que más quería en este mundo, pero claro ella es la novia de Doug. No puede salir con dos personas a la vez. Iba a colocarle el pijama a Mal cuando llaman a la puerta, deja el pijama en la cama y va a abrir. Del otro lado de la puerta se encuentra Doug.

- Hey.- Dice en un susurro Evie, Doug le responde de igual forma.- ¿Qué quieres?-

- Quería disculparme por lo de esta mañana... Ya sabes, no debería de haberme enojado al saber que me habías superado en nota, debería haberme alegrado por ti. Lo siento mucho.- Dice Doug algo avergonzado, Evie trata de sonreír, pero le sale más bien como una mueca.- ¿Puedo pasar?-

- Sí.- Dice Evie apartándose de la puerta y dejando pasar a su novio.- Tenemos que hablar Doug.- Ella pronuncia esa frase tan temida, haciendo que Doug se tense.

- Si, claro... Dime.- Dice Doug muy nervioso, de cierto modo sabe lo que se avecina.

- Estoy harta de las estúpidas discusiones que tenemos cada vez más seguido, además ya no siento lo mismo que antes Doug... Simplemente creo que lo mejor sería cortar, nuestra relación esta al borde de llegar a lo que se denomina una relación tóxica estos últimos días.- Dice Evie bajando la mirada en espera de que el chico responda.

- Lo entiendo... Pero me gustaría saber el porqué.- Dice Doug y Evie sube la mirada confundida.

- Ya te he dicho el porqué, simplemente hemos roto.- Dice Evie.

- Si eso lo sé, pero me estás ocultando algo.- Afirma Doug.

- Oh, ya. Estoy enamorada de otra persona, de hecho llevo mucho tiempo enamorada de ella, solo que no tuve oportunidad. Ahora creo que puedo decirle lo que siente y hacerla feliz, ya que últimamente su sonrisa flaqueo y no puedo permitir eso porque ella tiene la sonrisa más hermosa que he visto nunca.- Dice Evie sin una pizca de remordimiento.- Ahora que ya lo sabes me gustaría que salieras, Mal está durmiendo y no quiero que se despierte. Ya me contarás mañana, necesitas meditar sobre el asunto. Lo siento.-

- Bueno... Si, adiós.- Dice Doug, una pizca de ira se ve en sus iris, pero la contiene y consigue salir tranquilamente sin levantar sospechas.

Evie se acerca hacía Mal después de haber cerrado la puerta de la habitación con seguro. Cuando llega a la cama se encuentra a esos ojos verdes mirándola fijamente. Aunque parece que se acaba de despertar.

- ¿Ha pasado algo? Vi a Doug salir.- Dice Mal, su voz ronca, aunque no haya dormido ni media hora.

- Sí, vino para disculparse.- Dice Evie yendo hacia el armario para tomar su pijama.- Ponte el pijama, es lo que iba a hacer antes de que viniese Doug.-

- ¿Qué tal estáis?- Pregunta Mal suavemente.- ¿Discutisteis?-

- No discutimos, eso fue ayer... Hemos roto, bueno yo he roto con él.- Dice Evie.

- Oh... Lo siento Evs.- Dice Mal en su voz expresa la compasión. - ¿Por qué discutisteis?-

- Soy la mejor estudiante de química ahora, él antes era el mejor y se enojó por eso. Fue una idiotez por su parte.- Comenta Evie mientras entra al baño.- últimamente discutíamos mucho y yo ya estaba harta.-

- Por casualidad... ¿Te gusta alguien?- Pregunto Mal, en parte por curiosidad, por la otra banda para saber si su amiga se sinceraría con ella.

- Bueno... Si, claro que me gusta alguien. Tú por ejemplo, Jay también me gusta, Carlos, Chico.- Dice Evie divertida y Mal rueda los ojos.

- Me parece increíble que deba aclarar esto, sobre todo si estoy hablando contigo. Me refiero si te gusta alguien de forma amorosa, apartada de la amistad.- Dice Mal tratando de que no se note la insistencia en su voz.

- ... Ahora que lo dices...- Dice Evie y se acerca lentamente hacía Mal.- Tal vez sí que hay alguien.-

- ¿Si?- Pregunta Mal tranquila, Evie sube a la cama y gatea hasta donde está la chica más bajita. Se sitúa encima del cuerpo de la peli-morada. Sus caras enfrente, las piernas de Evie a cada lado del cuerpo de Mal.

- Ajá.- Afirma Evie con una sonrisa, sus caras a unos centímetros.

- ¿De quién se trata?- Pregunta Mal infundiendo curiosidad en su voz, pero sin apartar sus ojos de los labios de su mejor amiga.

- No sé... ¿Quién crees que puede ser?- Pregunta Evie mordiéndose el labio inferior al terminar.

- Mhm... Es difícil de saber.- Comenta Mal acercando su cara a la de Evie un centímetro más.

- Prueba, un solo roce es suficiente. Tal vez aciertes.- Dice Evie, su voz cargada de un doble sentido que sin duda alguna Mal ha captado.

Cierran los ojos a la vez, esperando unos segundos. Escuchan sus corazones acompasados como hacen que su sangre circule por el cuerpo. Evie se acerca más a la cara de su amiga, siente el aire que expulso Mal chocarle contra la piel, sus labios rozándose.

Entonces Mal da el paso.

Si El Principe Puede... (Mevie) ©Where stories live. Discover now