Capítulo 5: Nuestros Labios Se Tocan, Dos Personas Se Enamoran

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Sus labios se encuentran a medio camino, miles de sensaciones las desbordan. Se besan lentamente, dándose a conocer... Aunque no parece que haga mucha falta. Sus labios parecen conocerse, como si hiciera años que se besan... Dos chicas, se besan, en una cama. Sus corazones en una carrera, pareciendo que quieren averiguar cuál de los dos es capaz de bombear más rápido.

Sus labios se mueven en sincronía, mientras sus ojos permanecen bajo sus parpados, para poder disfrutar el momento al máximo. Ambas se dan cuenta de que sin ser conscientes de ello llevan años esperando este beso, algo totalmente inaudito. En este momento ambas se dan cuenta de algo. Están enamoradas, la una de la otra. Y simplemente por miedos tontos o por simplemente no ver claramente no se habían dado cuenta. Parece que ser que todos estos años habían estado con los ojos vendados, podían distinguir ciertas cosas, pero no podían ver el trasfondo de todo. Era como ver a un gato tumbado en posición de ataque, pero no ver a la presa que quería atrapar.

Se han enamorado y ya no hay vuelta atrás, están destinadas a ser, ahora que han dado el paso. El destino había trazado sus destinos, entrelazándolos en unos nudos indescifrables, de los cuales solo ellas podían sacar la solución. Ahora que sus labios se estaban moviendo uno encima del otro parecía que el nudo se había deshecho, satisfecho del resultado, porque al parecer eso era lo que esperaba.

Al fin y al cabo había mucha gente que antes que ellas habían visto su química y las miradas que se lanzaban, que irradiaban puro amor. Incluso Ben había sido capaz de verlas, al principio había intentado luchar contra ellas, pero se dio cuenta de que no podía. Él podía ser el novio de Mal, su prometido, pero no había forma de que él pudiera igualar lo que tenía la ojiverde con la chica de pelo azul.

Doug también se había dado cuenta, algo que le causaba mucha rabia. Por una vez que una chica guapa se fijaba en él por algo que no era conseguir las respuestas de los deberes lo hecho todo por la borda. Había sido un estúpido, se decía. Creía que si hubiera luchado un poco más por Evie podría haberla conquistado. Pero no, parecía que no, era que no. Si él no se daba cuenta, es que realmente no era tan inteligente como daba la impresión.

Carlos y Jay también se dieron cuenta, de hecho ellos hasta habían hecho una apuesta para saber cuando empezarían a salir de una vez por todas. Las querían mucho y todo ese drama, pero había veces que se sentían sobrecargados por la tensión que las rodeaba cuando estaban juntas. Algo tipo Tensión Sexual No Resuelta o algo no resuelto en cualquier caso.

El baile de labios lo habían empezado a protagonizar sus lenguas, cuando la de Evie había pedido permiso para entrar a la boca de Mal. La del pelo púrpura no se lo pensó dos veces y entreabrió sus labios para que sus lenguas pudieran danzar. Un baile lleno de amor, pero a la vez algo con un toque... erótico se podía decir.

El oxígeno se les había terminado, debían de separarse a no ser que quisieran sufrir una muerte por asfixia. Aunque de ser sinceras no les importaba, habrían muerto juntas.

Cuando se separaron sus frentes estaban apoyadas, sus ojos aún cerrados acabando de disfrutar la sensación.

Al cabo de unos segundos se separaron y abrieron los ojos. No hacían falta palabras para expresar todo lo que sentían en aquel momento, sus ojos hablaban por ellas.

Sin pensarlo dos veces más Evie volvió a unir sus labios. Mal estaba tumbada y Evie estaba encima, moviendo sus labios en una danza sensual. "No sé cómo Doug aguanto tanto tiempo sin echarse encima de ella." Piensa Mal, sintiendo como si está en el paraíso. Ahora mismo Evie era para ella la primera maravilla del mundo, la más importante y hermosa.

Se separarán por segunda vez.

- Deberíamos de cambiarnos, para dormir.- Dice Evie, sus labios hinchados. Trata de no mirar los de Mal porque está segura que si hecha aunque sea un vistazo va a sentir las ganas irrefrenables de volver a sellar sus labios en un beso abrasador.

- Sí.- Dice Mal y sale de un salto de la cama, toma su pijama y empieza a quitarse la ropa, Evie hace lo mismo.

Después ambas se tumban en la misma cama, sin pensarlo como si fuera lo más normal. Se dan un beso.

- Buenas noches Evs.- Dice Mal.

- Buenas noches, Mal.- Dice Evie. Unas sonrisas adornan sus rostros.

- Evie.- Dice Mal, unos cinco minutos después.

- ¿Mhm?- Dice Evie adormilada.

- ¿Tú me quieres?- Pregunta Mal, Evie gira entre las sabanas para mirar a su mejor amiga.

- Claro que sí.- Dice Evie.

- No de esa forma, me refiero de forma amorosa.- Dice Mal.- ¿Yo te gusto?-

- Si, me gustas desde hace mucho.- Confiesa Evie, medita un momento pensando si dejarlo todo y quitarse un peso de encima.- Estoy enamorada de ti.-

- Yo también lo estoy.- Dice Mal en un susurro un minuto después.- Creo que siempre lo he estado, solo que me di cuenta tarde.-

- ...- Evie no sabe que decir, pero su corazón late a mil por hora, se acaba de hacer realidad.- ¿Entonces?-

- Entonces...-Repite Mal algo insegura.

- ¿Dejamos que fluya?- Pregunta Evie.

- Dejamos que fluya...- Dice Mal "dejamos que fluya nuestro amor" Piensa inconscientemente.- Te quiero.-

- También te quiero Mal.- Dice Evie.

Después de esas últimas palabras proceden a dormirse, a sabiendas de que mañana será un mejor día porque saben que se quieren... Más de lo que tal vez son capaces de decir ahora, porque es demasiado precipitado decir "te amo", prefieren recurrir al "te quiero mucho". De momento parece más seguro, pero no van a tardar mucho de dar el paso, porque al fin y al cabo están destinadas a ser y eso tiene un valor de... diamantes.

Si El Principe Puede... (Mevie) ©Where stories live. Discover now