Si El Principe Puede... (Mevie) ©

Capítulo 10: ¿De Qué Estábamos Hablando? ¡Ah sí! Tú y Yo Hemos Roto

- Creo que ya es hora de terminar con esto Mal.- Dice Ben.

- Sí, aunque hubiese agradecido que me lo dijeras antes.- Dice Mal, una mueca en su cara.

- ¡Tú me fuiste infiel con Evie!- Dice el heredero.

- Pero cuando yo empecé tú llevabas más de tres meses con Uma, no tienes derecho a enojarte. Tú fuiste el que empezó esto.- Dice Mal.

- ¡Yo te quería!- Exclama Ben.

- Y gracias,me hiciste abrir los ojos y ver que tú no eras nada más que un niñato y que mi media naranja es Evie y siempre lo será.- Dice Mal, haciendo que él se enoje aún más.- Sino fuese por ti no me habría dado cuenta.-

- A ver si lo he entendido, dices que no te habías dado cuenta nunca que de que veías a Evie de otra forma, ¿hasta qué yo te fui infiel?- Pregunta Ben, respirando hondo para no enojarse.

- ¿En resumen? Se podría decir que sí.- Dice Mal, sin darle demasiada importancia. Entonces aparece Evie.

- Vayamos a un lugar más apartado, es mejor que los demás si tengan un buen San Valentín.- Comenta Evie, tomando a Mal de la mano, entrelazando sus dedos.

- Sí, tienes razón. Mejor discutir en un lugar donde no pueda haber testigos.- Murmura Mal para sí misma, pero Evie logra escucharla, le da un codazo y después ambas ríen.

- ¿Qué es tan gracioso?- Pregunta Uma.

- Nada.- Dicen ambas a la vez, haciendo que vuelvan a reír. De esta forma les acaba de llegar la risa tonta.

- Estáis chaladas tías.- Dice Uma, con esa voz que te hace arrancar una risa. Ben va detrás de ella, con cara de pocos amigos.

- ¿A dónde vamos?- Pregunta Ben.

- No lo sé.- Dice Mal recuperándose de su ataque de risa al oír la voz de Ben, lo que podía provocarle Ben con hablarle cuando empezaron a salir no es ni una tercera parte de lo que siente ahora. Aunque si lo comparamos con lo que le hacía sentir Evie con tan solo rozar su mano con la suya podemos decir que lo de Ben era... algo. Tipo se siente, pero no en toda su plenitud, se podría decir que básicamente Ben fue el conejillo de indias y Evie es la final. Con Ben experimento lo que tenía que experimentar, el desamor.

- Entonces estamos andando sin sentido alguno... ¿Quieres que nos perdamos el baile?- Pregunta Ben, su enojo parece haber bajado aunque también puede estar debajo de su máscara.

- No, de hecho M y yo también queremos tener por lo menos un baile.- Dice Evie una sonrisa en su cara.- Ah y Mal quiere comer algunas fresas mojadas en la fuente de chocolate.-

- ¡Si! Esa fuente tiene pinta de... ¡Ah! Tiene pinta de ser lo más delicioso del mundo, lo que daría por tener una. ¿Podemos comprar una después E?- Dice Mal.

- Claro, mi pequeño dragón.- Dice Evie haciendo que Mal se sonroje y Uma suelte una risa.

- Vamos a hablar, ya nos hemos alejado suficiente de la fiesta.- Dice Ben, sentándose en un banco.

- Creo que yo ya lo he dicho todo, solo quiero que rompamos.- Dice Mal, alzando los hombros.- Estamos aquí porque parecía que te iba a dar algo en la fiesta.-

- Sí, me iba a dar algo.- Dice Ben.- Pero no, eso sería infantil. A la par que cruel, no es justo que yo quiera ser feliz y que tú no puedas serlo, al igual que sería injusto para ti que solo te permitiese ser feliz conmigo por los celos. Creo que te debo una disculpa, no debería de haberte sido infiel debería habértelo dicho.-

- Pues la verdad es que sí que me lo tendrías que haber dicho. Una vez ya terminé contigo, tendrías que haber terminado tú, estaríamos en paz.- Dice Mal, divertida con la situación.

- No me parece bien que te diviertas.- Dice Ben, su ceño fruncido.

- Mira, solo digo que yo quiero a Evie, solo no me di cuenta antes. ¿Nos podríamos haber ahorrado esto? No te engaño sí, pero creo que es mejor que haya pasado así. Así es como ya he experimentado lo que necesitaba y después me voy a por lo que realmente quiero.- Dice Mal, tratando de explicarse como es capaz, ya que no encuentra las palabras.

- Sí, eso no me deja en muy buen lugar.- Dice Ben.

- Tú experimentaste con Audrey y con Mal. La chica "buena" pero superficial, la chica mala de la isla y la chica mala de la Isla que te secuestro. Obviamente has decidido quedarte con la última, una historia mucho mejor.- Dice Evie.- Míralo así y seguro que se te ocurre una buena historia que escribir.-

- ¿Por qué mi historia no es la más buena?- Pregunta Mal confundida.

- Es el típico cuento de hadas. La chica mala hechiza al bueno para conseguir lo que quiere, el chico bueno realmente está enamorado de ella y cuando quiere hacerle tomar el antídoto le dice y se da cuenta de que ella también está enamorada. Eso es taaan cliché...- Dice Uma rodando los ojos.

- ¡Exacto!- Dice Evie.

- Visto así tenéis razón.- Dice Mal ladeando su cabeza.

- Bueno. Pues nada, hasta aquí hemos llegado.- Desvía Ben la conversación.

- ¿Cómo?- Preguntan las tres desubicadas por el cambio de conversación brusco.- Ah, claro la ruptura.-

- Si eso.- Dice Mal primero parpadeando rápidamente.

- Claro, eso era de lo que estábamos hablando.- La sigue Evie.

- Me había olvidado completamente de que estabas aquí.- Le dice Uma a Ben.

- Sí.- Dice Ben.

- Pues nada. ¡Solucionado!- Exclama Mal.

- Bien.- Dice Ben haciendo que el ambiente se tense por un momento.

- ¡Evie! El baile.- Dice Mal y toma a Evie del brazo ambas corriendo para llegar a tiempo para el baile. Aunque a Mal no le interesa tanto el baile, le interesa la felicidad de su futura novia y sabe que a Evie le emocionaba mucho ese baile. Cualquier cosa por Evie, lo que importa es que ambas estén felices, no el cliché de que si Evie es feliz ella también, una relación no funciona en base de la felicidad de solo uno, si no el equilibrio para que hacer que ambos luchen por su felicidad, haciendo cosas especiales la una por la otra.

Eso era lo que no tenía con Ben, pero con Evie lo tiene.

Tendrán altos y bajos, pero eso no las impedirá de ser felices.