¿PUEDES SUJETARME LA TOALLA?
P.O.V. Jungkook
¿Quién me hubiera dicho que con el simple hecho de que me manchara una camisa iba a tener tan roce con Jimin? ¡Si lo hubiera sabido me habría manchado la camisa mucho antes! Lo mejor es que ahora nos dirigíamos a mi casa, es decir, mi terreno, donde yo tenía todo el poder, más aún que en la empresa. Jimin no se me iba a escapar, y menos después de ver lo fácil que es enrojecerle. Me ponía mucho.
Por fin llegamos los dos a mi casa.
- ¿ESTA ES TU CASA? - dijo estupefacto Jimin.
- Sí, no es gran cosa, pero a mi gusta.
- ¡Pero si es enorme! Es por lo menos el triple que la mía.- soltó mientras miraba a todas partes.
- Es igual un poco grande para un hombre que vive solo. Bueno, me voy a dar una ducha, tu siéntete como en tu casa, ¿vale?
- Muy bien.
Mientras estaba en la ducha no podía dejar de pensar en él y en cómo hacer para meterlo en mi cama. Y, de repente, se me ocurrió una idea. Salí de la ducha con una toalla atada a la cintura y me dirigí al salón donde estaba él.
- Oye, Jimin, podrías ayudarme a escoger que ropa ponerme.
Él se levantó, dirigió su mirada hacía mí y ahí estaba: ya se estaba poniendo rojo otra vez. Dios, si fuera por mí me lo follaba aquí mismo. Pero no, me gustaba verle sufrir en escenas que le ponían incómodo y ver su reacción.
- Y-yo yo no sé mucho de r-ropa y-y... - pobrecito, se ha puesto a tartamudear de la vergüenza que está pasando. Me va a acabar creando una erección que va a parecer la Torre Eiffel si sigue siendo tan adorable.
Me acerque un poco a él - venga, por favor, seguro que lo haces muy bien - le dije con voz cálida.
- V-vale - soltó y se empezó a dirigir a mi cuarto dejándome ver la fantástica vista de su trasero.
Una vez en mi cuarto se metió en mi vestidor volvió a poner su cara de estupefacción por lo grande que era. Yo me acerque por su espalda para que notara mi presencia y lo cachondo que me estaba poniendo.
- Muy bien elige cualquier prenda que quieras, desde camisa y pantalón hasta mi ropa interior.
P.O.V. Jimin
Socorro, voy a morirme aquí. Tengo a mi jefe desnudo detrás mío diciéndome que le elija hasta su ropa interior. ¿Esto es una especie de castigo verdad? ¿Lo está haciendo por haberle manchado la camisa no? Que crueldad ;-;
- E-eh, bueno pues...- abrí un cajón donde estaba la ropa interior y cogí el primero que vi sin pensarlo dos veces- este bóxer.
- Me gusta, me gusta. Ahora elije un traje.
Fui a uno de los armarios y cogí un traje gris oscuro y por ultimo escogí una camisa blanca. - ¿qué te parece esto?
- Me gusta. Tal vez deberías empezar a venir más a menudo a elegir mi ropa - sonrió.
NI MUERTO VUELVO A PASAR YO POR ESTO. QUE VERGÜENZA.
- Si no he escogido nada del otro mundo - dije nervioso mientras miraba al suelo. No me atrevía a mirarle mientras estuviera prácticamente desnudo con solo una toalla.
- Bueno, pues va siendo hora de probarse tu elección de ropa, ¿puedes sujetarme la toalla?
Y cuando estaba a punto de hacer la acción de soltarse la toalla sonó mi móvil. Salvado por la campana.
- Es Margaery, tu secretaría, voy a contestarla. - pulse el botón verde del móvil- ¿Si Margaery? ¿Qué pasa?.
(...)
- El Sr. Jeon está conmigo, ha tenido un percance y no ha estado atento al móvil, no se preocupe todo está bien. ¿Qué sucede?
(...)
- Vale, enseguida vamos para allá -cuelgo el móvil.
- ¿Que pasa pues?
- Al parecer hay un problema en no sé qué asunto, tenemos que irnos.- y tan rápido dije eso salí de su habitación.
Una vez que Jungkook se vistió salimos de su casa y nos dirigimos a la empresa.
- Más vale que sea importante - dijo en un todo algo enfadado. No sé qué le pasaba.
Llegamos a la empresa y cuando entramos...
- ¡SORPRESA! - serpentinas volaron por todo el lugar y la gente empezó a celebrarlo.
Al parecer le habían hecho una fiesta de bienvenida a Jungkook.
Entonces Rachel apareció de la nada y se acercó a Jungkook.
- Espero que te gusté la fiesta, guapo. -le susurro la pelirroja y le dio un beso en la mejilla.
ZORRA.
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EL HIJO DE MI JEFE Adaptación ( Kookmin)
FanfictionJimin trabaja en una de las empresas más grandes de su país. Con 24 años ha conseguido ser el jefe de su departamento, pero el aspira a más, quiere lograr la vicepresidencia de la compañía. Aun así, todos sus sueños se truncan cuando su jefe, el pre...