EL HIJO DE MI JEFE Adaptación ( Kookmin)

CAPITULO 20

Jungkook no es tan bueno como tú crees

P.O.V. Jimin

Eran las 8:00 de la mañana cuando la alarma sonó. Esa alarma no significaba otra cosa que tener que volver a la rutina diaria de ir al trabajo, algo que no me apetecía nada. Jungkook estiro su brazo para apagar la alarma.

- Osito, hay que levantarse - me dijo mientras me tocaba una mejilla con su dedo.

- Mmm No. Yo me quedo aquí para siempre - le contesté y acto seguido me escondí bajo las sabanas y me hice bola.

- Tú eliges, o sales por las buenas, o por las malas - me amenazó.

- ¿Cuáles son las malas? - pregunté.

- Elige, o por las buenas o por las malas. - No me moví del lugar, es más, me hice más bola si acaso - Bueno, tú lo has querido - entonces Jungkook me arranco las sabanas y me empezó a hacer cosquillas.

No podía para de reír - ¡Para, para! Tú ganas me levanto, ¡pero para! - suplique.

- Así me gusta.

Al final llegamos al aeropuerto, y despedí con la mano a la hermosa Italia, que echaría de menos.

- Ya volveremos alguna otra vez - me consoló Jungkook, quien había pasado su brazo alrededor de mis hombros.

- Eso espero...

En el viaje de vuelta en el avión me empecé a planear muchas cosas. ¿Qué es lo que iba a echar de menos de verdad, Italia o pasar tiempo con Jungkook? La verdad es que tenía sentimientos encontrados ahora mismo, y no sabía desde cuando los tenía. Me había dejado tanto llevar por el momento que no me había puesto a pensarlo debidamente. Estaba muy confuso ahora mismo. Y en el caso de que estuviera empezando a sentir algo por Jungkook, ¿qué iba a hacer? ¿Iba a plantarles cara o a rechazarlos hasta que desaparecieran? Tenía que hablar con alguien de esto.

Una vez de vuelta en la ciudad, en el trabajo, nos mostraron los nuevos titulares, y parece ser que ya se habían olvidado del escándalo de hace dos días. Hay que ver lo rápido que la gente olvida. Todos los titulares se resumían en " Jeon Jungkook y su novio, celebrando su amor en Italia". La ventas habían subido, las redes sociales no dejaban de hablar sobre nosotros... todo iba viento en popa de nuevo. Ya se vería hasta cuándo.

Se me hizo raro no ver a Yoongi en la entrada con los otros para recibir al jefe, aunque después de la pelea de la última vez, no me extraña. Al final decidí ir yo a por él.

- ¿Es que no vas a ni a saludarme? - le dije apoyándome en el borde de la puerta de su departamento.

- ¡Pequeñín! ¡Has vuelto! Y te veo hasta moreno - dijo Yoongi mientras me abrazaba.

- Yoon...gi... que me aplastas - respondí a duras penas.

- Lo siento, bueno, ¿qué tal con el jefe? - me pregunto con cara de desinterés.

- Muy bien, la verdad, es más, de eso quería hablar, ¿crees que podríamos ir a un lugar más discreto? - le dije con voz baja.

- Claro... Ven, vamos a esta sala, que no hay nadie - dijo con cara de confusión y enseñándome una puerta.

Una vez Yoongi entro, cerré la puerta y apoyé mi espalda en ella.

- Creo que me estoy enamorando de Jungkook - le dije con una sonrisa en la boca y mordiéndome el labio inferior.

- ¿QUÉ? -soltó Yoongi sorprendido por mi respuesta. - ¡¿Cómo ha pasado eso?!

- No lo sé... Es que ha sido tan perfecto este viaje, he conocido una faceta suya que no sabía que tenía, y ha sido súper atento conmigo... ai... -le respondí como si de un sueño se tratara.

Entonces Yoongi se abalanzó sobre mí, puso sus dos manos en cada lado de la puerta en la que me apoyaba, atrapándome, y quedándose a escasos centímetros de mí. - Quita esa cara de enamorado que tienes Jimin, no conoces a ese hombre, no es tan bueno como tú te crees.

- Yoon- gi, aléjate, estas muy cerca, y ¿por qué dices eso? - dije con tensión.

- No quiero decírtelo porque te va a doler, solo necesito que sepas que no es un tipo para ti, él no te merece - soltó y empezó a bajar su mano derecha rozándome todo el cuerpo hasta apoyarla en mi cintura.

- Y-oon-gi, si esto es algún tipo de broma, no tiene gracia, suéltame. - dije intentando librarme de su agarre.

- Él no te merece Jimin, tu vales más, mucho más... - entonces la cabeza de Yoongi fue bajando hasta llegar a mi cuello, donde empezó a posicionar pequeños besos, provocando una sensación extraña en mí. - yo llevo enamorado de ti mucho más tiempo...

- Ya... para... - dije a duras penas tratando de empujarlo con mi brazo y con mi ceño fruncido.

Yoongi levanto la cabeza y me miró fijamente a los ojos con una sonrisa provocativa- ¿De verdad quieres que paré? - acto seguido me beso en los labios.

Me estaba agobiando, no quería seguir haciendo esto, necesitaba salir de allí. No tuve otra que pisar con todas mis fuerzas a Yoongi, quién soltó un gritó, logrando soltarme de su agarré y abriendo la puerta.

- ¡Jungkook no es tan bueno como tú te crees Jimin, sino averígualo tú mismo yendo a su despacho después de que acabes tu jornada laboral! - gritó antes de que huyera con las lágrimas a punto de salirse de mis ojos.