[EN EDICIÓN]
¿Qué tal si Chariot no hubiera estudiado en Luna Nova? ¿Qué pasaría si los mundos de Harry Potter y Little Witch Academia se unieran?
Después de que Chariot desapareciera, Akko se muda junto a su madre a Londres. Al entrar a Hogwarts e...
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La búsqueda fue un completo fracaso. No encontramos ni siquiera una pista de donde podría estar, pero bueno, ahora estamos siendo empujados fuera del tren por los miles de estudiantes que está emocionados por llegar al instituto, al igual que yo.
Cuando dejaron de empujarnos veo al hombre alto que estaba en Gringotts llamando a los de primer año. Su nombre es Rubeus Hagrid.
-Vengan, síganme... ¿Hay más de primer año? Miren bien dónde pisan. ¡Los de primer año, síganme!.
-Hace frío -dije soplándome las manos y empezando a caminar. Varias veces estuve por caerme, aunque Hermione que está detrás mío siempre lo evitaba.
Llegamos al borde de un gran lago negro, desde ahí se podía ver el castillo. Estoy temblando, y ahora no de el frío. Sólo hay una cosa que me puede calmar. Empiezo a meter las manos en mis bolsillos, búscando algo desesperadamente.
-Diablos -Hermione se voltea a verme-, dejé mis ciruelas encurtidas en mi suéter -digo con una mueca. Hermione rueda los ojos.
-Ya decía que me parecías familiar -alguien habla detrás de mi, me volteo y veo a Neville- no sé si recuerdas a Augusta Longbottom -lo miro con curiosidad y me quedo pensando unos segundos.
-Oh... ¡ya recuerdo!, ella es tu abuela, ¿verdad? -asiente. Paso mi brazo por su hombro- .¡Ya ha pasado tiempo! -le digo con una sonrisa, Neville me mira nervioso.
-Si... es cierto.
-¡No más de seis por bote! -Hagrid grita de repente.
Neville se sube a un bote, mientras yo me subo al que está al lado, donde estaba Harry y Ron, seguida de Lotte, Sucy, hasta Hermione.
-¿Todos han subido? -continua Hagrid, que tenía un bote para el solo -¡Venga! ¡ADELANTE!
Mientras nos deslizabamos por el lago todo estaba en silencio, ya que estábamos contemplando al castillo que se elevaba sobre nuestras cabezas cada vez más mientras nos acercabamos.
Pasamos por un túnel oscuro, que nos conduce debajo del castillo, hasta que llegamos a una especie de muelle subterráneo, donde trepamos entre las rocas y los guijarros.
-¡Eh, tú, el de allí! ¿Es tu sapo? - dice Hagrid, mirando a Neville.
-¡Trevor! -grita Neville contento.
-Bueno, problema resuelto. -digo mirando al sapo con ternura.
Subimos por un pasadizo en la roca, detrás de la lámpara de Hagrid, llegando a un césped suave y húmedo, a la sombra del castillo.
-¿Están todos aquí? ¿Tú todavía traes a tu sapo?. -Neville asiente.
Hagrid golpeó tres veces hasta que la puerta por fin. Y yo aún sigo temblando.
Salió una bruja alta, de cabello negro, trae una túnica verde esmeralda y su rostro es severo. No le vendría mal sonreír un poco.
