Cap. 33

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Después de eso, la muchacha no salió de su casa por unas cuantas semanas. Su celular sonaba a cada rato por mensajes, que apago para no verlos. Sus amigos, Finn y Katy la habían ido a buscar, pero simplemente le dijo a su madre que dijera que ella estaba durmiendo, enferma, o que quería un tiempo para ella misma.

En esa semana, se levantó temprano y desayuno con su madre todos los días, antes de que esta se fuera al trabajo. Lo hubiese hecho con su papá, pero él se iba mucho más temprano y volvía súper tarde. Así que simplemente cenaban los tres juntos como una familia de verdad. Bueno, solo faltaba su hermano, pero él se había ido a vivir con su novia y a veces solía visitar la casa.

No podía poner una queja en su familia, para ella era perfecta. Aun haya discusiones y peleas duras, no dejaba de creer que estaba agradecida por esa vida familiar.

El octavo día de desayuno, en la mañana claramente, alguien toco la puerta.

— Descuida mamá, voy yo. —La joven dejo su taza de té y se aproximó a la puerta para girar el picaporte.

—¡_____! Estas bien, Sophia me dijo que estabas enferma.

— ¿John? ¿Qué haces aquí?

—Bueno, vine a ver que estuvieras bien. No preguntes como es que sabía dónde vivías.

— ¿Cómo sabias donde vivía? —Interrogo la muchacha dando una pequeña sonrisa divertida.

—Te dije que no preguntes. —El sonrió y suspiro—. Los chicos me han hecho llegar. Quizás no seamos muy cercanos, pero me pidieron el favor.

— ¿Cuál favor?

—Mandarte un mensaje de Finn.

—No, gracias. No quiero saber nada de él. Se lo dije bien claro la semana pasada, se acabó.

—Bueno mira, no te conozco muy bien, y quizás odie a ese ruliento y le haya ganado en una pelea, pero deberías escuchar lo que tiene para decir. No pierdes nada.

—Puede que lo haga. Por cierto ¿Cómo estas tu desde la pelea?

—Bien, solo me lastime los nudillos por golpearlo.

—Se lo merecía.

—Si tú lo dices. —El chico coloco las manos en sus bolsillos sonriente—. Me tengo que ir, nos vemos luego.

—Espera John. —Lo agarró del brazo delicadamente—. Quería saber si tu...

—No _____. Lo siento, pero tu estas destinada a alguien más que yo. Eres una asombrosa chica, pero estas enamorada de otra persona. —Quito su mano de su abrigo y acaricio su cabeza con calidez para luego marcharse.

—... —Volvió a entrar a su casa, corrió hacia su cuarto y tomo el celular prendiéndolo. Ignoro todos los mensajes y entro al chat de Finn, también sin leer.

Veámonos en el parque a la vuelta de mi casa .John dijo que tenías que hablar conmigo o algo así.

Claro ¿A qué hora?

En treinta minutos

Dejo su celular y comenzó a arreglarse para salir, lavando sus dientes y cara. Cambiándose el pijama y poniéndose un maquillaje sencillo y simple con algo de base para tapar imperfecciones. Bajo y se despidió de su madre. Solo faltaban cinco para que se cumplan aquellos treinta minutos, así que corrió hacia el parque, divisando en uno de los bancos a Finn. Tomo aire y camino hacia él.

—Bueno, aquí estoy.

—Hola... —Él se levantó mirándola.

— ¿Qué querías decirme?

El chico trago saliva y la tomo de las mejillas acercándola a él, así dándole un dulce beso sobre sus labios. Se alejó lentamente y esta intentaba procesar lo que había pasado.

— ¡Finn! ¡¿Qué mierda te pasa?!

—Okey, escúchame.

—Eso hago. Escucharte, no sentirte. —Comento de mala gana.

—Bien, lo siento. ¿Contenta? —Suspiro y apoyo una mano en su hombro—. He pensado en lo que me has dicho, y tienes razón. Fui una mala persona contigo.

—Aun no entiendo como alguien tan famoso como tú ande por las calles así como así.

—No me cambies de tema.

—...

—Quiero pedirte perdón, por todo lo que te he hecho pasar y... llorar.

—Finn. ¿Por qué besaste a Katy?

Crush - Finn WolfhardWhere stories live. Discover now