Chloe Murray ha sido muchas "Cosas" alrededor de su vida y convertirse en la amante de Jake Bryant es una de ellas.
Ella sabe muy bien que siempre sera la segunda opción en la vida de Jake y que un futuro con él esta totalmente descartado,sin embarg...
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Lo primero que veo al abrir los ojos es el rostro de Travis, está despierto, acostado de lado en mi dirección y viéndome con sus ojos color café como un acosador, entonces me hago la pregunta, no sé si esto es real o si es solo un sueño más, sin embargo mantengo los ojos lo más abiertos posibles que puedo para tener esta ilusión por mucho más tiempo, pero llega el momento y tengo que cerrarlos.
—Chloe..—Un leve susurro llena mis oídos y sé que es verdad.
El realmente está aquí.
Vuelvo a abrirlo y tengo sus ojos sobre mí.
—Buenos días..—Me dice, colocando un mechón rubio detrás de mi oreja.
—Estas aquí.—Pronuncio, una sonrisa poco a poco levantando las esquinas de mis labios.
Travis me observa confundido.
—Realmente estas aquí.—Pronuncio una vez más, como respuesta recibo una sonrisa pequeña.
—¿Y dónde estaría?
No puedo evitar sonreír.—Eso no importa.
—Chloe.. ¿Qué sucede?
En lugar de responderle, me acerco presionando mi cuerpo al suyo, le doy un pequeño "Pico" en los labios y me acurruco junto a él, siento su cuerpo tensarse ante mi atrevido movimiento, se tensa tanto que me pregunto si no he ido muy deprisa, pero para mi sorpresa y tranquilidad su cuerpo comienza a relajarse y me responde el cariño, su mano se aprieta en mi brazo y sus labios van a mi cabello.
—¿Has tenido una pesadilla, Peach?
Peach..
—Estoy bien ahora.
Retira su rostro de mi cabello para mirarme, su mirada queda muy cerca a la mía.
—Tengo que ir a trabajar.
Uhmm.
Hago un gesto con los labios y presiono mi boca sobre la suya, me aparto enseguida y me siento sobre el colchón, la mano de Travis se ubica en mi espalda desnuda, la baja hasta mi cintura mientras bajo por su encima hacia el otro extremo de la cama, pongo los pies en el suelo y me detengo en mitad de la habitación, cuando me giro Travis está sentado sobre la cama, observándome con una sonrisa.
—¿Qué haces?
—Dijiste que tienes que ir a trabajar ¿No?.—Mientras hablo Travis lucha contra no bajar la mirada de mis ojos a mis tetas.—Podemos bañarnos juntos.
Sus ojos abren y yo retrocedo un par de pasos, doy la vuelta para ir al baño, pero su voz me detiene.