Darkness » Bucky Barnes

033.

BJÖRN ESTABA TAN FELIZ DE POR FIN CONOCER OTRAS PERSONAS QUE PODÍA CONSIDERAR FAMILIA. Desde que habíamos llegado no se había despegado de Loki. El dios, más que encantado con la situación se mostró feliz de jugar con el pelirrojo. En cambio, por más que yo trataba de volver a adaptarme a la situación que nos encontrábamos, sentía que algo hacía falta. Y ese algo era James. 

—Pensar tanto nunca hace bien —dijo papá al sentarse a mí lado. 

Lo miré, y traté de regalarle una sonrisa. 

—No se siente cómo en casa —murmuré—. Por más que trate, no puedo hacerlo. Björn está aquí, tú estás aquí, Steve, Nat, Hvitserk... 

—Lo traeremos de vuelta —prometió. Tomó mi mano entre las de él. 

Negué y limpié las pocas lágrimas que lograron salir. 

— ¿Cómo puedes estar tan seguro? Han pasado casi cinco años. Nada ha pasado, no sabemos cómo traerlos de vuelta. 

Papá me miró. Podía sentir que algo rondaba por su cabeza pero no podía ingresar en ella. 

—Necesito decirte algo. 

— ¿Papá? 

—Hace un tiempo, luego de que te casaras sucedió algo. Tenía un presentimiento, sentía que algo sucedería y no sería nada bueno. Lo hablé con tú madre y ella estuvo de acuerdo en buscar ayuda. Viajé a Nueva York. 

Me alejé un momento. 

—Fuiste a ver a Stephen Strange. Por eso sabían que él poseía la gema del tiempo —murmuré leyendo su mente.

Papá asintió levemente. No me miró a los ojos en ningún momento. Su mirada estaba posada en una de las fotos familiares que habían en el lugar. 

—Él era mi única opción.  Tenía que hacer algo, tenía que salvarte a ti y al bebé.

Fruncí el entrecejo.

— ¿Cómo...? 

—Barnes estaba tan ansioso que fue a las ferias que hace Wakanda y compró algo al niño —señaló con desdén—. Shuri lo acompañó y cuando llegaron venían llenos de bolsas. Diana y yo sólo sacamos las deducciones correctas. 

— ¿Qué hiciste papá? 

Me abracé a mí misma con nerviosismo. 

—Le di el paradero de todas las gemas, a cambio d-de... —suspiró pasando las manos por su rostro —. A cambio de contactar a Ada. 

El aire dejó mis pulmones cómo si un golpe hubiera llegado a mí estomago. Y en realidad se sentía así. 

— ¿Qué Ada? ¿Papá? 

—Ada Blavatsky. 

—Papá... No —negué —. Dime que es una broma y no lo hiciste. 

—No, Brianna. 

—Ada puede manipular el tiempo, papá. Hiciste que manipulara el tiempo para poder salvarme —negué—. ¿Cómo pudiste?

—Bree... por fa-

— ¡No! ¡Manipulaste el tiempo para poder salvarme! 

Papá se levantó y lanzó la silla hacía otro lado. Me alejé con algo de miedo. 

— ¡Tenía que hacerlo! ¡Tenía que remediar de alguna manera todo lo que te hice pasar cuando eras una niña! 

Negué. 

— ¿Sacrificando a la mitad del universo? ¿Sacrificando a mamá? ¿Sacrificando a mis amigos? ¡¿A mí esposo?! —grité —. ¿Cómo te atreves a hacer esta decisión sin preguntármelo? 

—Te hubieras sacrificado por James, por Diana, por Wanda y por todos los demás. 

—Sí, lo hubiera hecho sin pensarlo. Hubiera buscado una solución que no significara sacrificar a la gente que amo. 

Papá negó. 

—Ada hizo sólo lo que Stephen le pidió. 

—Me estás ocultando algo más. Dímelo —exigí. 

Él volvió a negar. Me alejé hacía la puerta. 

— ¿Donde vas? 

Levanté la mano e hice un escudo de protección. 

—Buscar a Ada y conseguir las respuestas que quiero.

— ¿Que sucederá con Björn? 

—Loki —el nombrado levantó la mirada —. Necesito que cuides a Björn. 

Él asintió en silencio. 

Si tenía que viajar al otro lado del mundo, lo haría sin pensarlo. Necesitabas respuesta y Ada sería la única capaz de dármelas.