Sabía que los problemas parecían perseguirla, pero no creyó que llegaría a tal magnitud.
No llevaba ni un año de haber llegado a Nueva York , para estudiar, y ya se había metido en una "situación". Una tan grande, que sospechaba que pronto se volver...
Primero que nada, quería agradecerles porque oficialmente ¡LLEGAMOS A LOS 50 K! No puedo creerlo, si alguien me hubiese dicho hace 10 meses que llegaríamos a tantas preciosuras, me habría reído en su cara. Ahora se que es real, que les gusta y están aquí y no saben cuanto los amo por eso. Así que tengo dos divertidas dinámicas para ustedes, la primera es que aquellos que están en el grupo de WhatsApp tendrán un capítulo dedicado, y aparecerán como personajes invitados, que comenzarán a aparecer a partir del próximo capítulo.
La segunda dinámica, bueno le cree una cuenta de Instagram a Rosa, pero no puedo estar todo el tiempo pendiente de ella, así que necesitaré a Dos admin que me ayuden a manejarla (ya eso lo veremos por privado), el concurso consiste en promocionar la historia en cuentas de recomendaciones ya sea en Wattpad o en Instagram. Necesito que haya al menos cinco concursante que respondan este comentario. Una vez allá tres, tendrán cinco días para recomendar la historia, quien halla llegado a más cuentas (si ya las publicaron tendrán más chance de ganar) ganará. Obviamente necesitaré capturas y/o menciones.
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Dejare que sigan leyendo, los amo. Gracias por todo. PD, cómo parte de la celebración, el próximo capítulo será un especial "Creciendo en la mansión Taylor".|
—Están listos?— inquirió Ethan a punto de ingresar al apartamento.
— No debí comentarles lo de la llave.— se lamenta Brad quejándose por enésima vez el ser arrastrado a esto.
— Calla quejón, ya estamos aquí y es un gran regalo. Seguro nos recompensará con sexo.— Ares levanta las cejas de forma sugerente recibiendo una mirada de mal gusto de sus hermanos y un buen golpe de parte de cada uno en la nuca.— ¡Auch! Solo era un chiste.— se queja sobando la zona afectada.
— Bueno, ya chicos. Entremos.— los anima a seguir Aarón quien está tan emocionado que solo le falta pegar saltitos.
— Okay.... entremos de una vez, uno... dos...¡tres!— sin esperar más, el de ojos bicolor se apresuró a abrir la puerta, todos los hermanos ingresaron rápidamente al departamento con los brazos alzados dispuestos a gritar sorpresa al ver a su novia.
