Viaje de Sanación

Capitulo 05

Palabras: 4362

Beteado: princessqueen

«Las palabras también pueden ayudar en el proceso de sanación»

Viaje de Sanación

V

"Respiro"

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Mansión Agreste, Paris

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Adrien llegó a su habitación, prendió el computador e inmediatamente la pantalla se llenó de fotos de Marinette y de Ladybug. Tomó la muñeca de Lady Noir y la abrazó.

—Tu nivel de acosador me supera —comentó Plagg, comiendo un trozo de camembert—, aunque no me molestaría volver a probar esa torta de ricota... estaba deliciosa.

—Necesitaba ver con mis propios ojos que está bien —dijo, observando la foto en su computador.

—Ya viste que está muy bien —afirmó el Kwami—. Creo que esos amigos que hizo en Milán la han ayudado mucho, así como sus padres a ti.

—Eso parece —dijo bajando la mirada hacia la muñeca y sonrió— ¿Crees que se haya dado cuenta que soy yo? —se acomodó en la silla para empezar a revisar las nuevas cuentas de Marinette. Incluso se había creado un nuevo usuario para no alertarla.

Y la última publicación de la chica, hizo que su corazón se acelerara.

—¡Plagg, mira! —el Kwami movió los ojos con fastidio y observó las pantallas, la chica había subido a su Instagram la foto de la rosa junto con un corazón negro y el emoji de un gato— ¡Si supo que era yo!

—Más que darte las gracias, a mí me daría miedo.

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Milán, departamento de Paola.

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La chica de ojos verdes y cabellos oscuros observaba a su compañera de vivienda mientras se trenzaba el cabello, confundida. Después de que un cliente le dejara casi cuarenta euros de propina y una rosa, había estado muy contenta, incluso le hablaba al gato que Paola tenía como si fuera uno de sus mejores amigos. ¡Lo peor es que le hablaba en francés así que mucho no le entendía!

—Me extraña que mi gato se lleve tan bien contigo —protestó. Marinette recién notó a su amiga y tomó al felino entre sus brazos, mientras el gato negro de ojos dorados se acomodaba en el rostro de la de ojos celestes.

—Suelo llevarme bien con los gatos —dijo, con una sonrisa.

Paola no dijo nada. Al otro día, debía arrinconarla con el grupo.

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Al otro día en el instituto, Marinette estaba esperando impaciente que sus compañeros terminaran de ver su cuaderno de diseños. A mitad de la noche, había despertado de un bello sueño. Fueron varios días que no soñaba con algo que no tuviera que ver con Hawk Moth así que, sin más, había tomado su cuaderno y había empezado a diseñar.

—¿Y? —preguntó, algo avergonzada— ¿Qué les parece?

—Realmente, te amodio —el chico de lentes la observó, fascinado con la mente de su compañera—. ¿De verdad nos vas a regalar estos diseños?