「 23 」

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Puedes cambiar muchas cosas con una simple frase

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Puedes cambiar muchas cosas con una simple frase. Finalmente entendía la magnitud de eso.

«Levanta la vista, debe estar igual de sorprendido que tú, no es como si fueras a hacer más el ridículo de lo que él lo hizo» se reprendía mentalmente pero se negaba a obedecer.

Vergüenza, nunca pensó sentirla por algo así, no es como si no supiera nada acerca del tema. Harry se veía más novato en esto que él.

¿Entonces por qué tenía la necesidad de ocultarse? Eso iba en contra de todo lo que le habían enseñado.

Sus mejillas ardían, y temía (Merlín, en verdad temía) que su fiel libro no le sirviera de escudo para evitar que su compañero lo mirara.

Pero entonces parte de su cama se hundió, y supo que tenía compañía extra. Felizmente Harry no intentó nada. O eso pensó con algo de alegría.

Sintió como su mano se posaba sobre la suya y apartaba con cuidado el libro, adiós oportunidad de conservar algo de dignidad. Ahora podía verlo y se sorprendió al notar lo rojo que tenía la cara, por un momento se preocupó de que se estuviera enfermando, mas luego Harry le regaló una sonrisa al puro estilo Gryffindor y volvió a sentarse.

—Entonces...— comenzó a susurrar —Yo, tú...nosotros...

"Nosotros" sonaba bonito. Bueno, en parte, el cosquilleo que sentía poco a poco invadir su cuerpo lo mantenía alerta.

Volvió a suspirar. Merlín esto se estaba volviendo muy extraño, sabía ahora que no era el único en lucir fatal. Él y su gran bocota.

—¿S-Sabes? N-No lo dije tan en serio.

Podría creerle y fingir que nada pasó, pero Harry le resultaba ahora tan fácil de leer. Hace un tiempo pensaba que era imposible, no estaba dispuesto a dejar pasar esto.

—Yo sí— controlar la situación poco a poco —...¿O qué? ¿Tienes miedo?

Potter se sentó frente a él, su mano con algo de temor se apoyó sobre la suya y sus frentes se juntaron.

Sus respiraciones seguían agitadas pero iban al mismo tiempo.

—¿Asustado, Potter?— preguntó mientras su otra mano tocaba con delicadeza la mejilla del chico.

—Ni un poco.

Y entonces sus labios se encontraron. En verdad estaban besándose, en la habitación de Draco, con el peligro de ser descubiertos, y no podía importarles menos.

Harry tocaba su cintura con su mano derecha y Draco se dedicó a enredar sus manos en su cabellera. Parecía una explosión de cosquillas en sus cuerpos, algo que no habían sentido antes.

Y luego Harry lo echó sobre la cama y estando encima de él volvió a besarlo, repartiendo besos por todo su rostro, las risas de los dos invadiendo el lugar.

Uno en la frente, dos en la nariz, tres en los labios, cuatro en las mejillas y ante todos esos, el rubio le regresó el doble.

—Está bien— susurró minutos después y con un sonrojo compitiendo con su sonrisa —Suficiente sentimentalismo.

—¡No es justo!

La manera en como Harry lo observaba, ahora recostado sobre uno de sus codos, con la felicidad saliendo de su cuerpo pudo haber sido suficiente para iniciar otra ronda de besos.

Pero Draco tenía que calmar un poco sus estúpidas hormonas.

Así que le dió un último beso en la mejilla, y lo golpeó con la almohada.

✧ e m o t i o n a l ; [ᵈʳᵃʳʳʸ/ʰᵃʳᶜᵒ]Where stories live. Discover now