HER GHOST ✏YOONGI (EDITED VER.)

OO5.

CAPÍTULO 05.

—Vamos a dar una vuelta.

Ella miró con entusiasmo y una sonrisa a Yoongi, de hecho, había a dar pequeños saltitos mientras asentía; el bochorno en la cara de él no tardó en llegar, una de las cosas que más amaba de Haneul era su sonrisa debido a que ella poseía una que podía servir para iluminar millones de estadios en la cuadra y, sin duda alguna, era una contagiosa. Choi Haneul siempre había sido alegre con él -o al menos eso aparentaba en casa-, solía considerarla como su píldora personal de felicidad.

—¡No olvides colocarte el saco!

Era un milagro que nadie pudiera escucharla, las políticas dentro de la empresa eran estrictas y de seguro se llevaría un regaño si ella realmente existiera. 

Si tan sólo estuviera viva. 

Ambos caminaban a una distancia casi inexistente, sus brazos casi se rozaban y el frío que la presencia de Haneul emanaba erizaba hasta el más mínimo vello de los brazos de Yoongi incluso estando protegido por su cálido saco, el sonido de las cigarras era lo único que los acompañaban. El recuerdo de sus días juntos llegó a la mente de Choi, salir y guardar silencio era una de las muchas costumbres extrañas de Min Yoongi, pero hoy no sería así...no se permitiría desgastar sus días en este plano guardando silencio. 

—Yoongi. 

—¿Sí? 

—Quiero que me cuentes mucho más acerca de la vida con tus compañeros, siempre mencionas el tema por encima, hoy quiero más profundidad. —Comentó deteniendo su paso, Yoongi frunció el ceño, no entendía la afición de la chica con saber acerca de su vida junto a sus compañeros.—Cuéntame acerca de sus actividades cotidianas, las cosas  que te agradan de cada uno, sus virtudes y defectos...Quiero saber todo. 

—Pues...¿Por donde empiezo?— rascó su barbilla, los ojos de Haneul brillaron con emoción.—Ya te he dicho muchísimas veces que son chicos maravillosos ¿No es eso suficiente?

—¡No!

—Vale, vale, lo siento. Deja que te cuente todo desde el momento en que te fuiste. 

Conforme a los minutos pasaban Haneul se permitió hipnotizarse ante la historia de Yoongi, los largos y difíciles días como trainee, las pruebas de selección que lo llevó a conformar parte del grupo, le comentó con cariño acerca de todos sus compañeros y la singularidad de los momentos que pasaban juntos. Los definió de una manera tan hermosa que no evitó sentir esa pequeña conmoción en su corazón, comenzó con Kim Seokjin quizás fue uno de sus compañeros favorito, el hyung que le dió apoyo desde el primer día en que ella lo dejó y jamás lo dejó caer; definió a Kim Namjoon como una persona que, a pesar de ser un año menor que él, era madura y por lo tanto era un líder ejemplar, a Jung Hoseok (también conocido como J-hope) lo caracterizó como un sol, esperanza en días oscuros, un amigo en quién podía confiar con los ojos cerrados; los menores le derritieron el corazón, Park Jimin un pequeño gigante, excelente bailarín y una voz melódica con un corazón de oro, Kim Taehyung le recordó a ella en sus días de adolescente, vivaz, optimista y risueño...una personalidad única que vale la pena tener en tu vida y por último, Jeon Jungkook, Yoongi lo definió como un chico demasiado maduro para su edad, un az en todo lo que se proponía. 

No tenías que ser muy allegado a él para darte cuenta que, para Yoongi, su equipo se había incrustado en su corazón y sus nombres estaban labrados en oro, los amaba tal y como amaba a su familia. Haneul estaba feliz escuchando a aquello, su corazón se sintió aliviado, Yoongi merecía todo el cariño y felicidad que ellos le proporcionaban. 

—No sabes lo afortunado que eres.—Comentó ella, logró algo que jamás esperaba que pasara...Yoongi sonriendo con autenticidad. 

—Hablando de esta forma, sí, me doy cuenta de lo mucho que lo soy.

24 años y seguía viéndose como un niño pequeño cuando sonreía. 

Tres años habían pasado desde la última vez que su corazón latió fuerte ante él, tres años y su corazón seguía perteneciéndole. Porque Haneul lo amaba, no como amas a ningún miembro de tu familia y tampoco con el cariño que deberías tenerle a un amigo, amarlo era lo único que le servía de motivación para seguir con su vida antes de que esta le fuera arrebatada...Incluso cuando sabía que sus sentimientos no eran correspondidos de esa forma. 

Pero no había más nada que hacer ahora, porque ella estaba muerta. 

Quizás de no ser así todo fuera diferente, quizás hubiese sido lo suficientemente valiente para confesar todo lo que sentía hacia él sin importar cual era la respuesta. 

Lastimosamente, el destino había jugado en su contra y ya no existe alguna razón para confesar todo...aunque tienen que creerme cuando les digo que Haneul estaba bien con eso en estos momentos.

—Choi Haneul.—Le llamó él y Haneul le dedicó toda su atención nuevamente.—¿Me estabas escuchando? 

—Lo siento, me perdí en mis pensamientos.

Yoongi rodó los ojos:— Se nota que no has cambiado en lo absoluto, igual de despistada que hace tres años.

—Ja,ja, mira como me río.— en un gesto infantil ella sacó su lengua.

—Ya no puedes ocultarlo más, sé que andabas pensando en mí, soy irresistible.

Su tono de coqueteo fue terrible causando que la chica soltara una fuerte y sonora carcajada, el alzó una ceja hacia ella. 

—Ew, eres como mi hermano Yoongi, jamás podría verte con esos ojos.

Él siguió su camino habitual, ignorando las palabras de la chica, pero lo que jamás se imaginó es que Haneul estaría a unos pasos de él con las mejillas sonrojadas.

Si tan sólo fuera menos ciego, podría darse cuenta de la vil mentira que Choi Haneul acababa de soltar.

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