♬ Capítulo Tres ♬

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— En la mansión Tepes. — Dijo el azabache.

— ¿Has estado allí? — Preguntó muy sorprendido. — ¿Has ido a la fiesta?

— Sí, fuí a una de las últimas; con unos amigos.

El rubio se quedó bastante sorprendido de que el otro haya ido, y que él no se haya dado cuenta. ¿Cómo pudo no verlo?

— Bien, si vas otra vez avísame. Toma. — Dijo entregándole un trozo de papel.

— Claro. — Dijo tomando el papel, y algo confundido por lo que el otro acababa de decir.

— Nos vemos, Yuu-Chan. — Mencionó, para luego marcharse de allí.

— Nos vemos, Mika... — Susurró, ya que el de ojos zafiro ya se había ido.

Pidió la cuenta, y se marchó; con un millón de preguntas rondándole por la cabeza.

¿Qué había sucedido allí? ¿Por qué estaba él ahí? ¿Por qué se acercó a hablarle, como si nada? Y sobre todo... ¿¡Por qué le dió su número de teléfono!? Esas, y muchas más, eran las preguntas que se pasaban una y otra vez por su mente.

Al llegar a su casa, tomó un baño para relajarse un poco, y asimilar todo lo que acababa de ocurrir.

Terminó de ducharse, y se tiró en su cama; dispuesto a tomar una larga y acogedora siesta.

Y sin darse cuenta, se quedó dormido.

【...】

— Oye Yuu, has estado muy distraído últimamente. — Comentó el castaño.

— ¿Sucede algo? — Preguntó el de cabello oscuro.

— ¿Uh? Oh, no se preocupen... Todo está bien. — Dijo el de ojos esmeralda, terminando de limpiar unas tazas.

— Anda, sabes que puedes confiarnos lo que sea. — Mencionó el de cabello castaño, tomándole del hombro.

— Sí, lo que sea. - Dijo el otro. — Ya, encerio, dinos que es lo que tienes.

El azabache suspiró, realmente no se había dado cuenta de su comportamiento esas últimas semanas; y menos que podría preocupar a sus compañeros de trabajo.

— Bien, les contaré. — Dijo, suspirando. — He conocido a un chico en una fiesta. Al hijo de la señora Tepes, para ser más precisos. Y... Sonará algo tonto, pero me gusta; me he enamorado a primera vista. Lo sé, suena estúpido, pero es la verdad. Habían pasado algunas semanas desde la fiesta, y no me lo había encontrado; hasta ayer. En un restaurante lo encontré tocando el piano. Y de un momento a otro él se me acercó, y me dió su número.

— Wow. — Dijeron los otros dos, al unísono.

— Sí, wow. — Dijo Yuu, también algo sorprendido de todo eso.

— Entonces... ¿A él también le gustas? — Mencionó Narumi. — Sabes que a él no le gustan las chicas, y que te haya dado su número es...

— ¿Qué quieres decir? — Dijo algo confundido el de ojos esmeralda.

— Puede que le gustes. — Comentó el otro, directo.

Yuu río ante lo dicho por sus compañeros.

— Pff... ¿Yo? ¿Gustarle a él? Eso sería imposible. — Dijo riendo.

— Lo imposible no existe, querido Yuu. — Mencionó el castaño.

— ¡Oigan! ¡Dejen de hablar, y trabajen de una vez! — Dijo el azabache mayor, entrando en la cocina. — Los clientes ya van a llegar.

— Hola chicos~ Lamento que él entre así, es que está de mal humor hoy~

El Pianista | Mikayuu Where stories live. Discover now