♬ Capítulo Seis ♬

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Nota: la canción de arriba es la que toca Mika. (Cuando empieza a tocar la melodía triste.) Se las dejo, para que la pongan en el momento en el que Mika toca el piano.

♪♪♪

—Yuu-kun, ¿Ocurre algo? Te ves más desanimado que de costumbre.— El peliblanco estaba un tanto preocupado ante la actitud del menor.

—Estoy bien.— Murmuró nostálgico.

—Tengo el presentimiento de que ocurrió algo malo con aquel rubio...— Mencionó, y al ver la cara de tristeza del otro, supo que había acertado en lo que dijo.

—¿Cómo sabes que...?— El de ojos esmeralda fue interrumpido por el mayor.

—Será... ¿Instinto materno?— Se preguntó a si mismo, a lo que río por el tonto comentario que él mismo dijo. —Pues anda, cuéntame lo que ocurrió.

—¿Guren no se enojará si no te ve en tu traba-...?— Nuevamente fue interrumpido.

—No me dirá nada. A lo sumo recibiré un pequeño castigo.— Río nervioso por eso, ya que el de ojos amatista solía hacer unos castigos un tanto... ¿Comprometedores? Aunque él los disfrutaba mucho.

—¿Huh? Bien...— Se confundió un poco, no pensaba que el azabache mayor sea tan... Así.

El de ojos zafiro colocó sus codos sobre la mesa blanca, en la ahora se encontraban conversando. Siempre ayudaba al menor en lo que necesitara, tal y como una madre; y era algo que éste agradecía, ya que no siempre tenía a alguien para hablar de ese tipo de cosas.

—Verás... Amm...— Empezó a balbucear. Ahora no podía encontrar las palabras adecuadas para explicar todo lo que ocurrió.

—¿Te peleaste con el rubio?— Cuestionó curioso.

—Se llama Mika. Y... No lo llamaría una pelea.— Respondió.

—¿Entonces, qué ocurrió?— Preguntó.

—Estaba... Jugando conmigo, de alguna manera.— Respondió, bajando la mirada.

—¿Jugando contigo? ¿Acaso eran pareja?— Indagó confundido.

—No, claro que no. Aunque me hubiera gustado...— Mencionó, susurrando lo último con una leve sonrisa. Luego negó rápidamente con la cabeza. —La cosa fue así; ambos estábamos en un jardín, muy hermosos por cierto, y él me dijo que quería hablar conmigo sobre sus sentimientos. Yo me... Entristecí por eso, ya que él me gustaba, y me sigue gustando, y al decirme eso pensé que me hablaría de sus sentimientos amorosos hacia alguna bonita chica.

—Bien... Prosigue.— Aludió el peliblanco, haciendo un gesto con sus manos de que continuara con su relato.

—Y... Comencé a llorar. Sí, ¡Comencé a llorar! Soy un idiota por hacerlo, pero lo hice. Entonces, cuando estaba llorando, él me besa, ¡De la nada! Yo como estúpido respondí sin pensarlo dos veces, aunque no me arrepiento del todo...— El de ojos esmeralda tocó levemente sus labios, sonriendo un poco.

—¿Entonces crees que jugó con tus sentimientos por ese motivo?— El azabache asintió en respuesta. —Tu no sabes de lo que quería hablarte Mika, así que no puedes decir que hizo eso a propósito. Algo me dice, que lo que en realidad quería decirte, no eran sus sentimientos hacia otra chica, sino hacia tí.— Sonrió al menor, quién ladeó la cabeza confundido.

Yuu estaba más confundido que nunca. En parte, lo que decía Shinya era cierto. Él no sabía de lo que realmente quería hablar Mika, por lo que sería injusto juzgarlo antes de tiempo. Por otra parte, creía que el de ojos zafiro estaba completamente loco. ¿Mika enamorado de mí? Era lo que pensaba. Negó fuerte la cabeza.

El Pianista | Mikayuu Where stories live. Discover now