Capítulo 1

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Capítulo 1

<<  Aún en las mañanas, después de despertar, siento como si estuvieses aquí presente. Creo ver tu sombra haciendo el desayuno para los dos. Si voy conduciendo al hospital y veo a una chica caminar, siento que eres tú y que giras para sonreírme y decirme que me quieres… Pero es un sueño más que me hace tener mi mente, deseando que fueses tú, Leah...  >>

_ ¿Seguirás torturándote?_ le había expresado un viejo amigo, al visitarlo, cuando lo que había deseado era estar solo.
_ ¿Para eso has venido? ¿A sermonéame por lo que estoy haciendo o he dejado de hacer?
_ Simplemente soy tu amigo… Y un buen amigo se preocupa por un buen amigo._ dijo al sentarse en el sofá de su sala.
_ Bueno, es momento que dejes de preocuparte…
_ Sólo he venido a recordarte que todos tus amigos y tu familia estamos empezando a extrañar al Steven Cunningham que solías ser…
_ Es momento, en que entonces, empiecen a acostumbrarse al nuevo Steven Cunningham…_ dijo aún de pie, seriamente_. ¿Algo más?
_ Ciertamente… Toma asiento. No puedo hablar contigo de esa forma. Nos conocemos desde que éramos niños.
_ Bien… ¿Y?_ cruzó los brazos al sentarse en el sillón de al frente.
_ Leah no regresara… Y esa actitud no está ayudándote en nada.
_ ¿Y crees que me importa?...
_ Sabes muy bien que sí…_ dijo al mirarlo seriamente.

    Steven respiró hondo. Lo más hondo que podía respirar.

_ Siempre tuve toda la verdad en frente de mí. Y no quise escuchar… Ella intentó decírmelo. Pero me encontraba sumergido en mi propio mundo. Ahora… Todo lo que hago o intento hacer, la trae de regreso a mí…

   Y era una indiscutible verdad.

   Ahora en su presente, mientras miraba hacia su ventana, el pasado había vuelto a tocar una vez más a la puerta de los recuerdos. Y ella se encontraba allí… De nuevo. Haciéndole revivir su recuerdo de aquel ayer.

_ Steven… Te estoy hablando en serio. Siento que ya ni me presta la mínima atención… Como si ya no te importara nuestra relación.
_ No sé a qué te refieres…
_ ¿Has olvidado que día es hoy?

   Su silencio fue la respuesta más clara que podía ella necesitar.

_ ¡Viste! Lo has olvidado…_ cruzó los brazos enojada.
_ Sé que no es el día de nuestro aniversario… Pero tienes razón, no sé qué día es hoy.
_ El día en que me encontraría con la entrevista de mi sueño. ¿Lo has olvidado?_ dijo al sentirse ignorada_. ¿Cómo lo has podido olvidar?
_ El día de… Lo siento… ¿Cómo te fue?
_ Ya no importa cómo me fue… Realmente ya no importa._ dijo molesta, conteniendo aquellas lágrimas que sus ojos deseaba derramar. 

   Y ciertamente sentía que ya no podía. Por lo que se alejó de allí. Encerrándose en la habitación de invitados, al no quererle ver más la cara.

   Aquella había sido la última vez que la había visto con vida. Algo que siempre le seguiría como su sombra.

<< Siento no despedirme como debería hacerlo. Pero una parte de mí me repite que es lo mejor para los dos. Tomarnos esta especie de break. Tú y yo ya no caminamos por el mismo camino. Nuestra relación se ha convertido en una lamentable costumbre. Y siento, que aun cuando quisiera que todo fuese distinto. Aquí estamos. Y ya no somos quienes solíamos ser. Lamento ser tan cobarde y no decirte todo esto en la cara. Pero quiero evitar llorar… Quiero ser fuerte e irme con la cabeza en alto. No te lo había dicho. Me habían ofrecido dos opciones. Una era trabajar aquí por seis meses y quedar fija, y la otra en Londres, en prueba, para luego regresar de nuevo a Dublín… Y he decidido la segunda opción. Creo que es la mejor para los dos. Tomarnos un tiempo… No es un adiós. Sabes que no podría vivir sin ti. Te amo… Pero creo que es la única solución que encuentro en este momento para reencontrarnos. Volver a lo que solíamos ser cuando nos conocimos. 

Sé lo importante que es tu profesión para ti. Sé que no es tu culpa que a veces se te olviden las cosas. Sé que eres un buen hombre, por lo que quiero que entiendas que no he tomado esta decisión para hacerte sentir culpable. ¿Cómo podría? Y espero que lo veas, como lo he visto yo.

Steven, sólo quiero que sepas, que mi corazón es sólo tuyo… Y que regresare dentro de seis meses. 

Intentemos que esta distancia vuelva a unirnos. 

Tuya, eternamente tuya… Tu esposa, Leah Cunningham…  >>

La carretera estaba a su favor aquella tarde en que decidió partir, mientras se decía que Steven al principio se enojaría, pero a la final, terminaría aceptando que era una buena idea, cuando se encontrara en frente de aquella nota.

Ella lo amaba. Lo amaba desde que se habían conocido en Trinity College. No había olvidado aquella vez en que sus miradas se cruzaron por primera vez, diciéndole, que estaban hechos el uno para el otro.

_ Quiero que volvamos a esos días… Lo deseo de todo corazón. Jamás dejare de amarte, Steven…

Un conductor ebrio que no iba en su carril, no vio que el semáforo se estaba poniendo en rojo, por lo que en vez de frenar, aceleró un poco más. Cruzándose con el automóvil de Leah en aquel impacto frontal.

Una parte de Steven sintió todo aquello, mientras se encontraba en el hospital, como si una mínima parte de su cuerpo se encontrase junto a Leah, en aquel preciso instante. Sintió discurrir un miedo terrible en sus venas, mientras se detenía en la ventana de su habitación, como si perdiera una parte de sí mismo.

Cerró los ojos y sintió como si ella estuviese allí, mirándole y sonriéndole con dulzura. Mientras sus pensamientos la revivían. Ignorando todo aquello que ocurría.

Tú Puedes Salvarme (2do libro)Where stories live. Discover now