Capítulo 8

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Capítulo 8

Una mañana, Hilary, la madre de Josh llevo a su hijo al colegio. Detuvo su automóvil en el estacionamiento de la primaria donde estudiaba su hijo. Lo miró a los ojos, antes de bajar del automóvil y llevarlo a la entrada.

_ Déjame abrigarte un poco más._ colocó su mano en la chaqueta, al mismo tiempo en que subía el cierre y le acomodaba su bufanda_ Así estás mejor… Ahora entra._ besó su frente con ternura_ ¡Tu tío vendrá a buscarte!

Josh sonrió. Aquello era la mejor noticia. Se despidió moviendo su mano derecha y entró en su colegio.

Su tío era lo más parecido a tener un padre o un hermano mayor. Jamás se aburría con su compañía, al menos, no tanto como aquel suceso pasado, cuando perdió a su esposa. Se había aislado de ellos, de su trabajo y de muchas cosas que antes le hacían sonreír. Sin embargo, de un tiempo a ese, él había vuelto a ser el mismo. O procuraba hacerlo con él, algo que le agradecía por completo.

Cuando la tarde llegó, Steven se encontraba en el estacionamiento de aquel colegio, esperando a Josh. Había tres autobuses escolares y los alumnos se dirigían hacia ellos. A Hilary aún no le agradaba la idea de que Josh fuese uno de esos alumnos que subían a un autobús escolar, pero Steven sabía que ya era momento de que comprendiera que ya Josh no era un niño tan pequeño. Sonrió al imaginarse la cara que pondría su hermana si conociera sus pensamientos.

Pronto vio a Josh salir, mientras él se bajaba de su automóvil y respondía a aquel saludo de su sobrino.
_ Hola Josh… ¿Qué tal el colegio hoy?
_ Bien. La señorita O´Hara nos ha contado algunos relatos que forman parte del folklor irlandés.
_ ¿En serio?_ le miró con cierta sorpresa_. ¿Y te ha gustado alguno?
_ Mi favorito ha sido “Beswarragal”, habla de un antiguo rey de un clan llamado O´Hogain…_ y el niño empezó a contarle todo lo que recordaba de aquel relato.

Emily salió del colegio en ese instante. Sus miradas se encontraron a lo lejos, como si quisiesen hablarse. Pero una inmensa muralla de hielo se los impedía. Emily le saludó con un ligero movimiento de cabeza y su mano derecha, luego siguió su camino hacia donde estaba su automóvil estacionado. Steven le respondió, observándola como posteriormente se alejaba, al mismo tiempo en que Josh y él se alejaban.

_ Tío Steven, ¿crees que la señorita O´Hara debería también aprender a pescar?... ¿o al menos, tener a alguien que le enseñé? Hoy le he preguntado si le gustaría que le enseñemos nuestra fabulosa técnica. Aunque es un secreto de familia… Me ha parecido que es lo más razonable a ver su técnica.
_ ¿Se lo has dicho?_ le preguntó asombrado, mientras se disponía a salir de aquel estacionamiento.
_ Sí…
_ ¿Y qué te ha dicho?
_ Ha puesto la misma cara que tú…_ sonrió_ Se ha asombrado mucho. Tío, ¿por qué mejor no se lo pides tú? Probablemente a ti se te crea…

Una semana después se encontraba de nuevo en frente del colegio donde su sobrino estudiaba. ¿Podría atreverse a complacer a su sobrino en aquello que había ingeniado su inocencia, sin llegar a verse todo aquello como una cita?, se preguntaba Steven, sintiéndose algo aturdido. Se miró a la cara en el retrovisor, mientras se encontraba esperando a su sobrino aquella mañana. Desde la muerte de su esposa era algo que no pensaba volver a hacer. No había concebido aquella idea, porque la consideraba una traición hacia Leah.

Respiró hondo, volviéndose a hacer aquella misma pregunta. Posiblemente era mejor no llevarla a cabo. Pero, ¿qué excusa le diría a Josh? Ninguna podría ser realmente justificable para su sobrino.

_ Será lo que Dios quiera…_ se dijo a sí mismo, mientras decidía esperar a Josh afuera del automóvil.

Josh había salido en ese preciso instante y corría alegremente hacia donde se encontraba él.

_ He hablado con la señorita O´Hara esta mañana. Le he dicho que quieres hablar con ella.
_ ¡¿Has hecho qué?!_ expresó sorprendido. Por lo visto Dios quería que sucediera aquello que él se negaba.
_ Le he dicho que quieres hablar con ella… Sé que es una buena idea que nos acompañe este fin de semana a pescar. ¿No te parece a ti, tío?
_ Bueno… Probablemente la señorita O´Hara tenga otros compromisos. Cosas que hacer…
_ Le he preguntado y me ha dicho que no… No obstante, no le he dicho sobre nuestra idea. Sé que le agradara cuando se lo preguntes.
_ Josh…_ lo miró aún más asombrado.

¿Dónde se había perdido él cuando todo aquello había sido “ambos”? Realmente se había perdido en ese instante.
_ ¡Por favor!... Tío, allí viene la señorita O´Hara.

¡Perfecto!, se dijo a sí mismo, sintiendo que quizás era mejor que se abriera la tierra en ese momento y se lo tragara. La señorita O´Hara lo miraba con una mirada llena de sorpresa, aún sin comprender que necesitaba él decirle. Mucho menos, después de aquella sorpresiva pregunta de JoshMcKavanagh.

_ Buenos días doctor Cunningham, Josh me ha indicado que usted necesitaba hablar conmigo.
_ Buenos días señorita O´Hara… Pues, por lo visto, creo que sí…_expresó algo incómodo. Odiando esa repentina inseguridad en sí mismo. Él no era así.
_ Espero que no sea algo malo…_ dijo al ver su reacción.
_ Perdone, quizás le estoy robando su preciado tiempo._ respiró hondo, mirándola a los ojos. ¿Qué más daba una salida a pescar y complacer a Josh?_ No era algo que haga todo los días y sólo estoy pensando cómo decírselo. Espero no ofenderla…_ “Ve al grano”, se dijo a sí mismo_ Josh y yo queríamos invitarla a pescar este fin de semana. Posiblemente enseñarle nuestra técnica familiar que ha perdurado por varios siglos…_ expresó graciosamente_ y pensábamos si a usted le agradaría acompañarnos.
_ Me encantaría…_ respondió después de pensarlo unos segundos posteriormente al comprender que había sido idea de Josh y había puesto a su tío en apuros_ Cómo habrá visto, no soy una experta, pero estoy dispuesta a escuchar sugerencias y aprender de dos buenos maestros… Pero, creo que será en otra oportunidad. Acabo de recordar que tengo un compromiso esta semana.

Steven la miró a los ojos y comprendió que ella lo hacía para dejarlo absuelto de ese asunto. Y que su negativa se debía a su propia reacción hacia aquel asunto.

_ Realmente nos encantaría, señorita O´Hara…_ dijo sinceramente_ ¿Qué le parece para el próximo fin de semana?

Él esperó ansioso que ella aceptara, sin poder creerlo de sí mismo.

_ Está bien… Para el próximo fin de semana.
_ ¡Vera que no se arrepentirá señorita O´Hara!_ expresó Josh emocionado.

Emily miró aquel brillo en los ojos de Josh, sin embargo debía decirle algo a su tío antes de ella marcharse de allí.

_ Sé que ha sido idea de Josh y agradezco me haya dado este corto momento en privado para poder decírselo… He visto que…
_ Josh me ha tomado por sorpresa esta mañana y soy yo quien le agradece que me haya pedido este momento en privado. Debo disculparme si le di una expresión errónea. Realmente después de la muerte de mi esposa, hace casi dos años atrás, es la primera vez, para serle sincero, que me atrevo a invitar a alguien a salir, aunque sé que esto no es una cita. A mi sobrino se le ha ocurrido dicha idea, la cual me parece genial… Si he de serle sincero, no se equivocó al decir que su técnica no es muy buena que se diga. A pesar de que haya pescado uno muy grande…
_ ¡No me recuerde eso!_ sus mejillas se sonrojaron mientras ambos se reían a causa de aquella anécdota_. Creo que ha sido una excelente idea tomar las sugerencias que me puedan dar el siguiente fin de semana. Le prometo que esta vez sí pescare un par de truca…

Tú Puedes Salvarme (2do libro)Where stories live. Discover now