Capítulo 4

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Eijirou no lo pasó muy bien en su último mes de vacaciones. Cuando volvió, Izuku le ignoraba todo el rato, y nunca se quedaba cerca suyo. Sus tíos hacían siempre como si no existiese, y tampoco le dirigían la palabra.

Al principio era divertido, pero ahora se había vuelto algo deprimente. Por eso se pasaba todo el día con su lechuza, a la que había nombrado Hedwig, en su habitación para no tener que verlos.

El último día de Agosto pensó que era mejor hablar con sus tíos para poder ir a la estación de King's Cross al día siguiente. Así que bajó al salón.

Sus tíos estaban leyendo en el sofá mientras que Izuku veía la televisión donde transmitían un programa de superhéroes adolescentes que le encantaba.

Se aclaró la garganta, para que supieran que estaba allí, y cuando Izuku le vio gritó y salió corriendo.

-Hum... ¿Tío Hisashi? Necesito estar mañana en King's Cross para... para ir a Hogwarts. ¿Podría ser que me lleves hasta allí?

Su tío, sin despegar la vista del periódico, le gruñó. Eijirou lo interpretó como un sí.

-Muchas gracias.

Cuando iba a retirarse, su tío le habló.

-¿Y dónde queda ese colegio, de todos modos?

-No lo sé -dijo Eijirou; dándose cuenta de eso por primera vez. Sacó del bolsillo el billete que Sorahiko le había dado y que hasta ese momento no había examinado-. Tengo que coger el tren que sale del andén nueve y tres cuartos, a las once de la mañana

-¿Andén qué?

-Nueve y tres cuartos.

-No digas estupideces. No hay ningún andén nueve y tres cuartos.

-Eso dice mi billete.

-Totalmente locos, todos ellos. Ya lo verás. Muy bien, te llevaremos a King's Cross. De todos modos, tenemos que ir a Londres mañana.

-¿Por qué?

-Llevamos a Izuku al hospital. Para que le quiten esa maldita cola antes de que vaya a Smeltings.

Después de eso, Eijirou se fue del salón y se encerró en su cuarto hasta el día siguiente, poniéndolo todo a punto para su partida.

Después de eso, Eijirou se fue del salón y se encerró en su cuarto hasta el día siguiente, poniéndolo todo a punto para su partida

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Llegaron a King's Cross a las diez y media. Hisashi cargó el baúl de Eijirou en un carrito y lo llevó por la estación.

Se detuvieron entre los andenes nueve y diez.

-Bueno, aquí estás, muchacho.

Andén nueve, andén diez... Pero no en al que supuestamente debería ir.

-Que tengas un buen curso.

Se marchó sin decir una palabra más dejándolo solo en medio de tropeles de gente que iban de un lado a otro.

Eijirou Kirishima y la Piedra FilosofalWhere stories live. Discover now