Eijirou Kirishima y la Piedra Filosofal

Capítulo 7

Ese día en el desayuno, una lechuza le dejó a Koji sobre la mesa una caja envuelta en un bonito papel azul. El chico la abrió y se encontró con una pelota de cristal pequeña.

-¡Es una Recordadora! -dijo Mina Ashido-Dicen que sirve para saber si has olvidado algo. Supuestamente se vuelve roja cuando pasa.

Mientras que lo decía, la recordadora se tiñó con un humo de color rojo fuerte.

-El problema es que no me acuerdo de lo que he olvidado.-Contestó el chico tristemente.

Después de la clase de transformaciones, dieron su primera clase de vuelo. Lamentablemente les tocaba con Slytherin.

Se dirigieron al patio, donde les esperaba el profesor. Melodica Reiji fue jugador de quidditch en su tiempo y aceptó ser profesor y árbitro en Hogwarts cuando Toshinori se lo pidió personalmente.

Cuando llegaron, vieron dos filas de escobas en el suelo una en frente de la otra donde les esperaba su profesor junto a los alumnos de Slytherin.

-Bueno ¿qué estáis esperando?-Les dijo Reiji-. Cada uno al lado de una escoba. Vamos, rápido.

Las escobas parecía que tenían un montón de años por lo desgastadas que estaban.

-Extended la mano derecha sobre la escoba y decid «arriba».

-¡ARRIBA! -gritaron todos.

Las escobas de Eijirou, Shoto y Katsuki fueron unas de las pocas que obedecieron. La de Denki intentó pegarle, a lo que el chico no reaccionó a tiempo y se llevó un golpe en la cabeza. La de Koji no se movió en absoluto.

Siguieron intentándolo durante un rato. Sero lo consiguió a la tercera vez, y el resto ya iba mejorando.

Una vez todos tuvieron la escoba, Reiji les dijo cómo debían montarse para no caerse, y fue diciendo lo que hacían mal y lo que no.

-Ahora, cuando haga sonar mi silbato, dais una fuerte patada, mantenéis las escobas firmes, os eleváis un poco y luego bajáis inclinándoos suavemente.

Antes de que Reiji diese la señal, la escoba de Koji se elevó y comenzó a volar por todo el patio mientras que el pobre chico gritaba de miedo.

-¡Vuelve chico! -gritó Reiji, pero la escoba no hacía caso a lo que Koji le ordenaba. Fue dando tumbos por todo el patio y se estrelló en una pared. Siguió mareándolo mientras desde el suelo todos lo miraban con terror.

De repente la escoba se detuvo, lo que provocó que Koji fuese lanzado hacia una estatua que tenía una lanza, dejándolo colgado ahí por la tela del uniforme. Sin embargo no duró mucho, se fue resquebrajando y se cayó desde unos seis metros estrellándose en la hierba.

Todos sus compañeros fueron hacia él y se pusieron alrededor.

-¡Apartaos todos!-dijo Reiji mientras que corría hacia ellos.

Se arrodilló al lado de Koji y le examinó el brazo.

-Está roto. Levántate, te acompañaré a la enfermería.

Con mucho cuidado, puso al chico de pie y sujetando su brazo le ayudó a caminar. Antes de irse, se giró hacia el resto de los alumnos y les dijo:

-No quiero que ninguna escoba se eleve ni siquiera un centímetro del suelo en lo que tardo en llevar al joven Kouda a la enfermería o estaréis fuera de Hogwarts en menos de lo que se dice "quidditch".

Kouda se fue sujetado por Reiji mientras lloraba por el dolor que sentía. Cuando desaparecieron por el arco de piedra que llevaba al castillo, Monoma comenzó a reírse.