12: Noche De Tragos

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Pov. Calle

Cuando no seguí viendo a Poché en la carretera entré al edificio y fui a mi apartamento. Al entrar dejé el casco que ella no me había querido recibir de regreso y me serví un vaso con agua, estaba por terminarlo cuando noté que traía la chaqueta de Poché, me la había dado en el entre tiempo del partido porque yo tenía frio.

Huele a ella, me dirigí a mi cuarto, me quite la chaqueta y me acoste abrazandola, recordando casi cada minuto con ella me quedé dormida.

Al día siguiente me levanté y colgué la chaqueta en mi armario, si la quiere de regreso tendrá que pedirmela o venir ella misma a recuperarla, después entré a la ducha para arreglarme e ir a grabar.

Transcurrieron los días y el sábado salimos casi todos los del elenco a un bar. Pasó el tiempo y nuestro grupo disminuyó, quedando Dulceida, Rubius, Poché y yo, así que decidimos jugar la monedita, nos hicimos por parejas y yo quedé con Dulceida, los que perdieran debían beber un shot por letra de su nombre completo.

Empezaron el juego y como Calle era la más sobria fue quien consiguió más puntos haciendo ganar también a Dulceida, sus oponentes empezaron su reto pero Rubius llegó hasta la mitad y se tuvo que ir al baño, cuando regresó se veía mal, así que Dulceida lo acompañó a su casa

Calle: Tu y yo también deberíamos irnos

Poché: Un rato más

Calle: No Poché, ya vas por el mismo camino que Rubius, mejor vámonos

Poché: Un baile, una copita más y nos vamos - se entendía lo que decía pero en un tono más alegre de lo usual

Calle: Solo uno

Poché: Sip

La música empezó a sonar y Poché la tomó de la mano, haciendola recorrer una corriente eléctrica por todo su cuerpo, llegaron a la pista y dirigió sus manos a la cintura de Calle mientras que ella se aferraba a su cuello.

Terminó la canción y al alejarse sus rostros quedaron muy cerca, se mirábamos a los ojos y luego los labios, Poché se fue acercando y Calle se alejó

Calle: Falta una copa para irnos

La tomó de la mano y la llevó hacía la barra, en el camino la escuchaba reír, ordenó sangría para ambas y brindaron cuando se las entregaron

Poché: ¿Dónde habías estado todo este tiempo?

Calle: En México y luego aquí en España

Poché río con bastante fuerza y Calle solo sonrió al verla alegré

Poché: Encantadora, tantos años después de mi ruptura con Alejo y apareces ahora a... curarme

La última palabra la dijo en un susurro casi indescifrable, Alejo es su ex con quien duraron años y la prensa ya daba por casados

Calle: ¿Curarte? ¿Aún te duele?

Poché: Para nada, es un decir... hace un par de años cuando volvimos a encontrarnos para una película fue cuando me di cuenta que no sentía ya nada por él

Calle: ¿Es cierto lo de los planes de boda que tenían?

Poché llevó a mitad de camino hacía su boca la bebida y la regreso a la barra para mirarla a los ojos

Poché: Yo tenía ese plan, él no, prefirió hacer caso a mis padres en lugar de importarle lo que yo quería, mis sentimientos

Calle: ¿A qué te refieres?

Poché: Durante nuestro último proyecto, en el que volvimos a vernos luego de la ruptura

Calle: Si

Poché: Me comentó que habló con mi madre antes de morir, porque la citó a pedirle que me dejara, para que yo pudiera ir a Colombia y ocupar mi lugar, ese que había evadido desde pequeña; con la lectura del testamento estaba entré las condiciones que debía vivir en Colombia para recibir mi herencia, él recordó aquella charla y me dejó

Calle: Vaya

Poché: Si - terminó su sangría y Calle le ofreció la media que le quedaba, la cual aceptó - Cuando me contó fue porque quería que regresamos, ya que yo podía volver a vivir en Estados Unidos a su lado pero obviamente no acepté

Calle: ¿Y tu padre?

Poché: Estuvo en el momento de la propuesta pero no insistió

Calle: Fue su decisión, pudo seguir la relación contigo

Poché asintió

Poché: Lo peor es que sabía que yo jamás quise dinero de los Garzón, no le importó lo que yo quería

Calle: ¿Por qué ir a Colombia cuando terminaron? Si no querías el dinero

Poché: Para cumplir la última voluntad de Marta

Terminó el licor

Poché: Lo prometido es deuda, ya podemos irnos

Pagaron y tomaron un taxi, cuando llegaron al edificio de Calle, Poché estaba profunda, así que con ayuda del celador subieron al apartamento. Calle la dejó en la cama, le quitó los zapatos junto con la chaqueta, la colocó debajo de las cobijas y salió por agua.

Volvió a entrar por su pijama pero no quería dormir en el sofá, una vez lo había intentado y al día siguiente no había podido mover el cuello, miró hacia la cama y Poché ocupaba menos de la mitad, así que se acomodo en el espacio vacío luego de cambiarse y se quedó dormida.

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