Fuera De Cámaras

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Rosa: Entonces no la cuide pero si le enseñe algunas cosas para que se cuidara a sí misma

Poché: ¿Algunas cosas? no seas tan modesta, me enseñaste absolutamente todo para poder ser una persona autosuficiente

En ese momento Calle entendido que efectivamente aquella mujer era muy importante para poché, pues había sido como su madre, no por cosas materiales, sino porque le enseñó a vivir por sí misma y conociendo a Poché eso era muy valioso

Calle: ¿Ahora que haces?

Poché: Mantiene viajando, cual crucero quiera ir yo se lo pago

Rosa: Ha sido divertido apoyar a esta peli azul

Las 3 rieron

Poché: Ha sido divertido tenerte de consejera

Cuando estuvo preparada la cena se sentaron en la mesa y conversaron sobre la actualidad, el pasado y algunos proyectos a futuro. Al terminar y luego de un tiempo Rosa se despidió y se dirigió al cuarto de huéspedes para descansar, por su parte Calle y Poché fueron a la alcoba principal

Calle: Gracias

Poché: ¿Por qué?

Cerró la puerta y al darse la vuelta quedó frente a Calle quien le tomó las manos

Calle: Por presentarme

Poché: Hace un tiempo discutimos porque no te acercarte a mi familia y la verdad es que si ni yo lo estoy entonces no puedo llevar a alguien más a ese territorio, pero puedo mostrarte a esas personas importantes para mi… a quienes considero mi familia

Calle le dio un beso y luego se separaron para cambiarse e ir a dormir.

Al día siguiente luego del destino ambas se fueron a trabajar y Rosa se quedó con Ramón.

A la hora del almuerzo Poché llegó al camerino hablando por celular

Poché: Si yo le digo, cuidate

Colgó y le dio un beso a Calle

Calle: ¿Paso algo?

Poché: No, era Rosa, te envió saludos

Calle: Oh gracias, que amable

Poché: Le caiste bien

Calle: ¿Acaso tus ex no?

Vio a Poché pasar saliva y ver hacía el suelo

Calle: Era broma. Vámonos ya a almorzar

Transcurrió el día y al terminar cada una se fue para su departamento

Poché: Ya llegué

Rosa: Estoy en la cocina

Poché: ¿Qué haces aquí?

Rosa: Preparar la cena

Poché: Pero no era necesario, yo podía…

Rosa: Ya sé que puedes mi niña pero déjame hacer algo

Poché le sonrió y se sentó a mirarla

Rosa: ¿Qué tal te fue hoy?

Poché: Bien, todo normal

Rosa: ¿Y Danielita?

Poché: Se fue a su casa, mañana debe madrugar

Rosa: Me alegro mi niña que la hayas escogido… después de Alejo ya era hora

Poché: Creo que ella fue quien me escogió

Rosa: Quizá fue mutuo, porque tu no hacías dejado acercar a nadie, recuerdalo

Poché: Tampoco es tan así

Rosa: Si es tan así… cuidala y cuidate, ambas se merecen, no dejes que tontería las separen, mucho menos tu misma y tu vida

Poché tomó una manzana que estaba a su lado, la mordió y asintió

Poché: ¿Debo decirle?

Rosa: Debes cuidarla ya te dije

Antes de sentarse a cenar Calle llamó y Poché la colocó en altavoz para que las 3 pudieran hablar.

Semanas después Rosa emprendió un nuevo viaje y no volverían a verse por un tiempo. Al aeropuerto también fue Calle a despedirla por petición tanto de la mujer como de Poché. Rosa fue la última en abordar y les mando un beso antes de entrar al avión, Calle se fijó en Poché y la abrazó

Calle: No llores, se volverán a ver

Poché: Hace mucho no la veía y ese día cuando llegué al edificio y la vi en el lobby, no lo podía creer

Calle la abrazó aún más para consolarla, luego de unos minutos más tarde del despegue del avión ambas se fueron del lugar.

La pareja pasó sus días trabajando y compartiendo cenas, salidas, películas entre otros momentos especiales. La prensa por su parte aumentaban sus noticias acerca de las chicas y aunque no conseguían una declaración por parte de alguna aceptando su relación, ya la daban por hecha.

Las personas importantes en la vida de cada una ya estaban enterados de su relación y para ellas eso era lo importante, aunque tenían claro que tarde o temprano iban a tener que hacerlo público para evitar fotos situaciones negativas.

Pov. Calle

Desperté y Poché no estaba en la cama, así que, después de colocarme una bata para cubrirme y salí a buscarla por su apartamento. Encontré finalmente en el balcón tomando café, así que, la abracé por la espalda y le di un beso en el cuello

Yo: Buenos días

Poché: Buenos días amor ¿Cómo estás?

Yo: Bien, ¿Qué haces levantada tan temprano?

Poché: Desperté y no logré conciliar nuevamente el sueño… ¿Quieres el desayuno?

Yo: Suena bien pero lo hago yo

La solté y fui a la cocina. Estaba por terminar cuando escuché un teléfono y vi que encima de la isla estaba su celular, la llamé para que contestara y ella llegó corriendo, al ver la pantalla me miró con algo de terror a mi parecer.