Capítulo 3

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Capítulo 3

Sasuke

Después de despedirme de Itachi y Deidara, dejé la casa justo cuando amanecía. Lo que había pasado con Deidara perseguía cada uno de mis pasos. Parecía estar un poco mejor, pero no lo sabía. Sin embargo, no tenía dudas de que Itachi cuidaría de él.

Regresé la mirada a la casa. Una fría y distante parte de mí se dio cuenta de que tal vez no vería este lugar y a mis hermanos nunca más. Saber eso no disminuía mi determinación.

Me dirigí en la dirección contraria a la colonia, ganando velocidad. Aunque me mantuve en mi forma humana, me moví más rápido de lo que podía ser rastreado.

Itachi me había dicho más temprano que mi auto había sido dejado en la casa de Kakashi, lo cual ayudaba a desviar a los agentes policiales locales que no habían sido enviados por el DOD y se encontraban realmente preocupados por otro grupo de adolescentes desaparecidos.

Me tomó menos de cinco minutos hacer el camino hasta la casa de Kakashi en medio de la nada. Bajé la velocidad cuando llegué a su camino de entrada, espiando su camioneta. Sonreí.

Necesitaba salir del estado, al menos llegar a otra parte de Tokio. Podía viajar el camino entero en mi verdadera forma. Demonios, probablemente sería incluso más rápido, pero me agotaría y sabía con seguridad que la pequeña reunión que iba a tener en el Jinchuriki sería agotadora.

Considerando lo molesto que me encontraba con Kakashi en este momento, iba a disfrutar "tomar prestado" su auto, ya que el mío llamaría la atención de aquellos con los que no tenía tiempo de lidiar. Me deslicé en el asiento del conductor, estiré la mano hacia abajo y tiré de la válvula escondida entre los cables.

Cuando Itachi y yo éramos pequeños, solíamos manipular los cables para encender autos con nuestros dedos solo para pasar el rato y reírnos en el centro comercial de Sunagakure. Nos tomó un par de intentos hasta que descubrimos la carga exacta que necesitábamos para hacer que arrancara y no freír las computadoras o el sistema de cableado entero. Entonces los cambiábamos de lugar en el aparcamiento y observábamos cómo salían los dueños mientras se quedaban atónitos al ver que sus autos habían sido movidos.

Nos aburríamos con facilidad cuando éramos niños.

Envolví mis dedos alrededor de los cables enviando una pequeña descarga a través de ellos. El auto chisporroteó y el motor se encendió. Todavía tenía el toque mágico.

Sin perder tiempo, salí como el infierno de la entrada de Kakashi y me dirigí a la autopista. No había manera de que él fuera tan compresivo como Itachi, al menos no por el momento.

Mi hermano mayor se había encargado de algunas cosas por mí. Había puesto suficiente dinero para mantenernos a Naruto y a mí por un par de años en una cuenta que meticulosamente había mantenido fuera del radar solo en caso de que la mierda se fuera cuesta abajo algún día.

Y finalmente la mierda se había ido cuesta abajo.

Itachi y Sai también habían estratégicamente escondido cuentas "oh, diablos", al igual que los Sabaku No. Kakashi nos había dicho que lo hiciéramos. Solía pensar que era paranoia pero, demonios, había sido inteligente. De ninguna manera podría volver y tampoco Naruto. Tendríamos que encontrar una manera de hacer que pudiera ver a su mamá, pero ninguno de nosotros podría quedarse cuando lo sacara de allí. Sería demasiado peligroso.

Pero antes de dirigirme al Jinchuriki, tenía una pequeña visita que hacer.

Pain no pudo haber sido el único que nos jodió.

Había un híbrido adolescente que tenía que dar muchas explicaciones.

Un poco después del mediodía, guardé el auto de Kakashi detrás de la desmoronada gasolinera en la misma calle que el club de Yagura. No es como que el camino lleno de baches y tierra realmente fuera una ruta. Lo último que quería era que supieran sobre mi llegada. Algo acerca de Yagura andaba mal y de una gran manera. El hecho de que es o era sólo un adolescente y que se encargaba de un club, era una gran pista de ello. Además de que se hallaba aquí fuera, con otros Luxen, y ¿desprotegido de los Arum?

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