OO6

55 9 0
                                    

Maratón 1/3

— JeonGguk, dime, ¿Hace cuánto estás aquí? — La voz de Taehyung sonaba extrañamente apagada, algo rasposa y grave.

— Pues... Desde que tengo memoria. Siempre estuve aquí, yo... No recuerdo haber conocido otro lugar — El muchachito sonrió levemente, mirando sus pies — Recuerdo a mi mamá, ella decía que yo era un gran niño, decía que algún día llegaría a ser alguien importante — su voz detonaba nostalgia y algo de tristeza — En ese entonces yo creí en sus palabras, pero según pasó el tiempo, dejé de hacerlo... Bueno, por lo menos, hasta que llegaste tú, porque ¿Sabes? Eres un Dreamer y si te he encontrado es porque hay algo que tengo que hacer por ti.

Taehyung llevaba varios días visitando el colorido mundo aquel, el "otro lugar". En todas las ocasiones, JeonGguk estaba cerca o se aparecía de la nada. Ambos charlaban animadamente y se conocían, de a poco. A ambos les gustaba la compañía del otro, o eso querían creer.

— Me has dicho eso antes, pero sigo sin comprender...

— Tú, niño. En tu mundo, debe haber algo con lo que te estás haciendo daño, algo o alguien. Cuando la gente viene aquí, es porque necesita ayuda y no acepta la de los demás; nuestro deber es ayudaros a ustedes, soñadores. — Bajo los obscuros ojos del peli púrpura, se crearon unas tiernas arruguitas. Él estaba sonriendo, Taehyung lo había notado. También como se tocaba la cara cuando estaba nervioso o como cubría si boca cuando reía. Notó, también, que empujaba su mejilla interna con su lengua cuando otra "persona" se le acercaba. Era tan tierno...

— Pero yo estoy bien en mi mundo.

— Tonto, necio — el menor de ambos negó con su cabeza, revolviendo su cabello.

— Oye, cálmate... JeonGguk, realmente me lastimas — se quejó poniendo su mano en su pecho y tirando levemente su cabeza hacia atrás. El peli púrpura río.

— ¡Es la verdad! Eres necio, no estarías aquí si no fuera porque necesitas algo ~

Y a Taehyung le quedaron aquellas palabras, porque tal vez sí necesitaba algo, pero no sabía qué o por qué. Tal vez quería y no podía. Era tan confuso, pero claro a la vez.

Estando ahí, con el menor, le hizo reflexionar sobre su vida en "su" mundo, porque si Jungkook tenía razón, había algo que estaba pasando por alto.

Ambos caminaron tranquilamente por el rojizo pastizal, el viento acariciando suavemente sus rostros, sus cabellos. Se sentían bien, se sentían cómodos.

— Taehyung... ¿Puedo pedirte un favor? — el peli púrpura había detenido su andar, y ahora estaba parado mirando el suelo, admirando como este bailaba libremente al compás del viento.

El castaño dio media vuelta y se acercó, pues había caminado unos cuantos pasos más. Acomodó su cabello y prestó atención a lo que el peli púrpura tenía para decir.

Jungkook era un muchacho que, en realidad, no hablaba demasiado; por lo menos, no si no le preguntaban. Él respondía, mas era bastante complejo que tuviese la iniciativa para hablar, porque —a parecer de Taehyung— él era algo tímido y, aunque se le hacía algo nuevo y le hacía sentir algo poderoso, a Taehyung le causaba real ternura; y quería aplastar sus mejillas en todo momento, aunque, bueno, eso sería incómodo.

— ¿Uhm? Seguro, ¿De qué se trata?

Las mejillas del más pequeño se encendieron en un tierno rosa y su sonrisa se borró por pocos segundos. Sus dedos chocaban una y otra vez en un tic nervioso, mientras que su vista permanecía encadenada al suelo.

— Cuando te vayas... No me olvides. Antes que tú, hubo una chica, ella tenía problemas con sus padres, así que venía aquí cada día. Ella lloraba y me contaba qué sucedía, pero un día, ella no volvió. Cuando hablamos con el gran sabio, él nos contó que como su vida había mejorado, ella me había olvidado... — su voz, sonaba quebrada y temblorosa — Si tú me tienes en cuenta, volverás regularmente... Pero si n-no — Jungkook, que había estado aguantando, se quebró por completo; cayendo al suelo de golpe y dejando salir pequeñas lágrimas avioletadas.

Taehyung, que estaba paralizado, se apresuró a abrazarlo y a repetirle una y otra vez que por más que sus problemas se resolvieran, él jamás le olvidaría; porque él, Taehyung, había desarrollado sentimientos por ese bonito chiquillo, aunque, claro, eso no se lo dijo.

Taehyung, que estaba paralizado, se apresuró a abrazarlo y a repetirle una y otra vez que por más que sus problemas se resolvieran, él jamás le olvidaría; porque él, Taehyung, había desarrollado sentimientos por ese bonito chiquillo, aunque, claro...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


“Cuando me da por pensar de noche en mis defectos, me quedo dormido inmediatamente.” 
— Oscar Wilde

Dreamer ♡ vkWhere stories live. Discover now