Dreamer ♡ vk

O1O

— ¿J-JeonGguk? — su voz tembló con tan solo mencionar el nombre y su agarre se afianzó al escuchar una tierna risita. Él reconocería esa dulzura en cualquier lado.

Su corazón palpitó desembocado mientras sus ojos se achicaban, mostrando una sincera sonrisa que le robó un suspiro al más bajito.

— ¡No ibas a librarte de mí tan fácil, Dreamer! — se quejó el, ahora, azabache mientras sonreía ampliamente. Extendió sus brazos alrededor del cuello del castaño y se ganó en puntitas de pie para plantar un pequeño e inocente beso en la nariz de este. Taehyung rió completamente enternecido.

— ¿Cómo es que estás aquí? No lo entiendo — usó una voz algo más grave, solo para impresionar al muchachito que tenía enfrente, logrando que este abriera un poco más sus ojitos.

— Tú, tonto. ¡Nunca entiendes nada! — bufó — Pues te dije que yo debía ayudarte, y tus problemas no tenían que ver con los demás, sino contigo. Tú solo necesitabas a alguien que te amara porque con la inseguridad que te cargas apenas sí hablas. —  sus palabras salieron bastante atropelladas, pero Taehyung las entendió de todas formas. Se le hacía realmente extraño, pero, mierda, no se quejaba. Estaba feliz por tener a Jeongguk junto a él y por más problemas que tuviera, pensaba que con él podría sobrepasar todo.

Sabía que las cosas no eran tan fáciles de todas maneras, pues al parecer, JeonGguk realmente estaba ahí por él y no conocía en absoluto el lugar. Estaba tan impresionado con los colores, los objetos y las personas, que Taehyung pensó morir por tantas preguntas juntas. Se le hizo tierno, de todas formas —cualquier cosa que hiciera el azabache era adorable a ojos del castaño, por más tonta que fuera.

— TaeTae, ¿Qué es eso? —  preguntó el muchachito mientras que apuntaba con sus dedos una máquina expendedora — ¿Podemos sacar comida de la cosa mágica? Mientras mirabas al perrito, ese hombre sacó una bolsita de comida y mi panza está gruñendo — el castaño no pudo decir no a eso, o a las otras cosas que el menor, porque lo era, le pedía. Terminaron con varios peluches, golosinas y hasta ropa en las manos. 

Cuando al azabache se le cansaron los pies, decidieron ir mejor a casa del mayor de los dos. Jeongguk se veía realmente emocionado por la idea de conocer el hogar de su "Dreamer", le hacía real ilusión. 

Una vez allí, el azabache se dedicó a inspeccionar el lugar con la mirada, casi como si lo estuviera analizando. Taehyung se sintió algo avergonzado por ello, no se le hacía muy normal la atención que el muchacho le ponía a sus pertenencias. Casi saltó cuando él se acercó a un pequeño cuadro que guardaba, con una foto suya y de Hoseok cuando eran más pequeños.

— ¿Él es tu mejor amigo? — preguntó mientras volteaba su cabecita, mirando con interés al castaño, quien asintió suavemente — parece agradable. Apuesto a que es un gran tipo.

— Lo es... De hecho, creo que Hobi es una de las pocas personas por las que metería las manos en el fuego — se sinceró, desviando su mirada a la foto — Él vale la pena y le debo mucho.

— No creo que los amigos tengan que deberse cosas.— murmuró inocentemente

— Es una expresión. Estoy muy agradecido con él, Kookie; es todo —  volvió su vista al menor y este le regaló una pequeña y bastante encantadora sonrisa.

— Entiendo —  dejó el cuadro en su lugar y, seguidamente, Jeongguk caminó directamente hasta su mayor, para tomar sus manos y entrelazar sus dedos — Yo estoy agradecido contigo. Estuve muy triste cuando vi que no volviste y lloré mucho porque pensé que me habías olvidado — hizo una pausa, aunque Taehyung no tuvo la valentía para hablar — entonces aparecí en el hospital y mi corazón se achicó al verte ahí, tan débil. Me dolió tanto que no pude mucho más. Hablé con el sabio del pueblo y le conté nuestra historia —  sonrió —  nuestra... suena lindo. Como sea, él me dijo que solo tú podías decidir si volver o no, si quedarte o no. — arrugó su nariz y Taehyung colocó una de sus manos en la mejilla del azabachito, sacándole una sonrisa. — Entonces choqué contigo y supe que tú, de hecho, me habías elegido.

— Lo hice.

— Significa mucho para alguien como yo, que vivía en un mundo de sueños; que no existía realmente.

Realmente, no hacían falta demasiadas palabras y por más que quisieran decirse muchas cosas; solo bastó con que Taehyung uniera sus labios con los cerezos del menor para que ambos supieran que estaban destinados. Y si no era así, no les importaba, ellos estarían juntos hasta que alguno de los dos no viviera para contarlo.

"Cuando tienes un sueño tienes que agarrarlo y nunca dejarlo ir."

—Carol Burnett.

Gente bonita que leer esta historia. Quería avisarles que pronto voy a estar subiendo otro libro.

Voy a dejarles el prólogo, por si les interesa.

Me gustaría que me digan sus opiniones. Ya tengo parte de la historia escrita, pero si no gusta la idea, puedo simplemente desecharla y empezar algo nuevo.

Gracias por la atención ~ ¡Pronto el epílogo!