Dreamer ♡ vk

Epílogo.

Tres meses después de la llegada de JeonGguk, Taehyung se atrevió a decirle que realmente le gustaba. En un principio el menor solo había reído y dicho que le parecía gracioso, pero luego de pensarlo un poco y que el, ahora, rubio le diera las pistas claras, él solo pudo tirarse a sus brazos y corresponderle.

No había sido del todo romántico, pero al azabachito le había gustado, así que estaba bastante contento. Aún así, Taehyung quería hacer algo especial para su 'bebé'.

Así que ahí estaba, frente a su tierno amigo Jimin, quién no podía dejar de carcajearse por las desgracias del más grande.

— ¿Por qué no lo vi venir? — jadeó entre risas, sosteniendo en sus pequeñas manos su pancita. Limpió con uno de sus cortos dedos sus lágrimas y suspiró. — Aún no entiendo, ¿Por qué no me dijiste sobre tu amorío? ¡Me siento traicionado!

— Porque sabía que reaccionarias así.

— ¡Es tan tierno! — chilló, sonriendo divertido. Se levantó de su asiento en el sillón individual para caminar hasta la cama del más alto y sentarse junto a este. — Eso es lo que tenías estos días. Estabas más distraído y hasta te vi sonreír varias veces en una hora  ~ — parecía más burla que un comentario — ¡TaeTae se enamoró!

— Ya, ya, ya. No te invité para que me lo restregaras en la cara. Quiero ayuda — se quejó, dejándose caer hacia atrás en su cama.

— Vale, vale. Lo siento — Jimin no lo decía enserio, no sentía en lo más mínimo — Bien. Quieres ser romántico con tu enamorado para poder pedirle que sea tu novio. ¿Es así?

— Muy, muy resumido — suspiró — sí.

— ¡Oh! ¿Y si lo llevas a la feria? — soltó de pronto, haciendo que los ojos del más alto se agrandasen — Puedes ganar un peluche para él y, en la tarde, pueden entrar al paseo de las parejas; ese del pato gigante.

— Es un cisne.

— Primero, se dice cine, no cisne; y segundo, no hablo de eso. — refuñó, sacándole un bufido al rubio. — Podrían comer helado mientras suben a la rueda de la fortuna.

— Paso.

— ¿Qué? ¿P-Por qué?

— Le tengo terror a las alturas, Jimin.

— Oh, vaya — se carcajeó de pronto, poniendo su mano en su frente y cerrando sus ojitos — ¡Lo que me faltaba!

— Como sea, creo que podría intentarlo por él

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— Ya no quiero hacer esto. — se quejó, mirándose en el espejo de su habitación.

— Te ves genial. — elogió el más bajo — casi eres mi crush, Tae.

— Bueno, gracias pero no gracias — murmuró rascando su nuca. No le gustaba del todo su atuendo, que constaba de una camiseta blanca no muy ancha dentro de un jean obscuro con una cinta en el muslo y una que otra cadena colgando; unas botas negras, no muy altas y, por último, una chaqueta de jean claro que no debía ponerse aún.

— Huh... Enserio eres atractivo — Rió el más bajito, mientras miraba a su amigo a través del espejo. — Jamás lo había notado, porque siempre usas ropa grande y fea. ¡Deberías vestirte así más seguido!

— sí, si. Me largo.

— Eres tan tonto. Seguro estás actuando tan cortante porque estás nervioso.