V
Covenant
YoonGi se despertó sobresaltado, mirando a su alrededor, confuso, sin saber donde se encontraba, rodeado de una luz brillante y sofocante teñida de verde. Tardó unos agonizantes segundos en recordar que aquella no era su alcoba, que no estaba en casa y que su aturdimiento estaba justificado.
Pese a lo cansado que estaba la noche anterior, le había costado varias horas ser capaz de conciliar el sueño. El colchón demasiado blando, el aire que entraba por el balcón demasiado caliente, el tejido de las sábanas sintiéndose demasiado extraño al contacto con su piel haciéndole sudar y pegándose a su cuerpo, sus músculos demasiado adoloridos como para encontrar una postura cómoda y dejarse llevar por el agotamiento.
No tenía ni idea de cuánto tiempo había dormido, pero todo su cuerpo gritaba que no había sido suficiente. Se volvió a dejar caer sobre los mullidos cojines de la cabecera de aquella cama demasiado grande para él, cerrando los ojos, agotado, sintiendo sus articulaciones lamentándose con un dolor sordo e incesante.
Pero tras unos segundos intentando volver a quedarse dormido, unos golpecitos en la puerta le hicieron comprender que lo que lo había despertado no había sido ni el dolor ni el calor, si no la presencia de alguien en el exterior deseando entrar en su habitación.
— Adelante... — gruñó, su voz tan áspera que la sintió reverberar en su pecho, su boca y su garganta tan secas que parecía tenerlas llenas de arena del desierto.
Con el movimiento al incorporarse y sentarse en la cama, YoonGi sintió, además, un dolor punzante en las sienes y tras sus ojos, probablemente producto del principio de un estado de deshidratación. A duras penas consiguió producir la suficiente saliva como para humedecerse un poco los labios cuando una rendija de la puerta se abrió lentamente con un chirrido que sonó demasiado alto para el dolor de cabeza que se estaba gestando en esos momentos en algún lugar dentro de su cráneo.
WooSeok, con su pelo negro hecho un desastre, completamente alborotado, y los ojos medio cerrados, aún con restos de sueño y las sabanas marcadas en una mitad de su cara, asomó la cabeza dentro de la habitación y buscó a YoonGi con ojos adormecidos, haciendo que YoonGi se preguntase si podría ver en absoluto.
— Alteza... — murmuró el joven alfa con una voz quebrada muy parecida a la del propio YoonGi en esos momentos — Es casi medio día... Una de los omegas acompañantes del príncipe está aquí con vuestra ropa... Pero dice que el Príncipe ha dicho que si necesitáis descansar más tiempo, pueden aplazar la reunión...
YoonGi se mantuvo en silencio unos instantes, tratando de despejar la neblina del sueño para entender todo lo que acababa de decir WooSeok y encontrar algo que responder.
— No, dile que pase... — croó YoonGi, frotándose el rostro mientras se ponía en pie y se cubría el pecho desnudo con la camisa que llevó la noche anterior. Estaba sudada, pero de todas formas necesitaba asearse antes de ir a ver a su prometido — No quiero que el Príncipe NamJoon se lleve una mala impresión de mi por dejarle plantado en nuestro primer encuentro en privado...
Con una ligera reverencia, WooSeok accedió a los deseos de su príncipe y abrió la puerta de la alcoba, dejando entrar a la hermosa omega de cabello oscuro que acompañaba al Príncipe la noche anterior. Su rostro era suave y bonito, pero había algo en su expresión que la hacía ver astuta y maliciosa, un brillo travieso en sus ojos azul oscuro, algo taimado y zorruno que le hacía temerla por algún motivo.
— Buenos días, mi Lord — saludó la mujer, entrando en la alcoba con ropajes pulcramente doblados en sus brazos y una sonrisa juguetona en los labios — Mi nombre es MoonByul, ¿recuerda? Espero que haya dormido bien.
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My moon and stars | BTS OT7 |
FanfictionLo más importante para un norteño es el honor, y si para mantener su honor YoonGi debía abandonar las frías montañas del Norte y casarse con el Príncipe NamJoon, el Hijo de la Luna, el futuro Rey Omega del Reino del Sur, YoonGi lo haría sin dudar...