diecisiete

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Mateo

Me acerqué hasta Milana con una sonrisa bien amplia y rodeé mis manos alrededor de su cintura haciendola asustar y que me miré un poco raro.

—Hola gordita—saludé y me intenté acercar a ella para abrazarla y darle un beso pero me freno poniendo una mano en su pecho—Lana...

—¡Chicos vamos a la aula medusa!—intervinó el profesor de economía.

Me quedé mirando como la castaña iba a su bola junto con Lucía, dejándome totalmente descolocado por la acción que pasó hace un par de minutos atrás.

Caminamos hasta el aula de informática y con Fede nos sentamos justo atrás de Milana y Lucía, más que nada porque yo se lo había pedido.

Agarré un papelito y escribí algo, para después tirarselo a la castaña, está lo miró por unos segundos y después lo agarró.

Se quedó quieta por unos segundos y después arrugó la notita, acto seguido se levantó del sitio y hablo algo con el profesor, todo esto bajo mí atenta mirada y antes de salir del aula, vi como tiraba la notita al tacho de la basura.

Me levanté y me acerque hasta el profesor para ir al baño, aprovechando que Milana había ido para poder hablar con ella tranquilamente.

Ni bien salí del aula, apure el paso para llegar a la par de la ojiverde. La agarre del brazo y tironeé de el para que me mirase a los ojos.

—¿Que te pasa?—pregunté mirándola detenidamente, esta negó e intento zafarse de mí agarré—Beba.

De un momento para el otro noté como los ojos se le cristalizaban y negaba constantemente. La miré con preocupación e intente acercarme a ella para poder abrazarla pero puso una mano en mí pecho.

—No Teo, aléjate—pidió la ojiverde mientras las lágrimas empezaban a deslizarse por sus cachetes.

—¿Que? No, ¿por qué?—cuestioné con 
preocupación e intente otra vez acercarme pero negó con la cabeza gacha y poniendo nuevamente su mano en mí pecho—Dale gordita, ¿que te paso?

—No puedo Mateo, no puedo—aportó la castaña mirandome ahora directamente a los ojos y pude ver cómo tenía los ojos bastante rojos y aguosos pero aún así se notaba mucho más intenso el verde de sus ojos.

—¿Que no podes?—inquirí confundido y la agarré de las manos con fuerza.

—Nada, solamente aléjate de mí por tu bien—pidió y me soltó de las manos despacio—Perdoname, pero es lo mejor.

Se dio la vuelta y empezo a caminar hacia el baño dejándome complemente atontado por toda la situación que había pasado en menos de diez minutos.

Hizo un paso en falso y se volvió a dar la vuelta para mirarme, estaba con el rimel todo corrido.

—Deseale a Emi un feliz cumpleaños y perdón por no poder ir, pero es lo mejor para ambos—informó y vi como se dibujo una sonrisa ladeada aunque representaba tristeza en su cara.

Quería intervenir y decirle que no era lo mejor para ambos y que quería que fuera porque la necesitaba y porque mí hermano quería verla, pero no me dejó ni hablar ya que se metió en el baño dejándome completamente solo en el pasillo.

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mis bebés😭😭

el que viene es el último así que preparen.

fría ; truenoWhere stories live. Discover now