Capítulo 12: Malos pensamientos

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Narra ____:
A leguas podía notarse mi cansancio. Había aprendido bastante gracias a Karma y Nagisa, pero eso no quitaba que llevábamos horas sin parar y apenas podía mantener mis pestañas estables.
Tenía demasiado sueño, ellos no parecían cansados, pero no quería que sigan esforzándose cuando se que no prestaré más atención.

—podemos dejarlo por hoy? Fueron muchas materias, muy poco tiempo, mi cabeza va a explotar, además apenas puedo mantenerme despierta.. -comente mientras un bostezo salía de mi boca- sin contar de que ya se está haciendo muy tarde.

—aww que linda es Suicida-chan al preocuparse por nosotros —dijo burlón el pelirrojo—

—hablo enserio, no quiero que les pase nada por mi culpa

—tranquila _____-san lo entendemos, además también tenemos cosas que hacer —tomó sus cosas junto con Karma— vamos a volver lo sabes ¿no?

—entiendo, pero mandenme un mensaje antes, será más fácil y no los volveré a dejar afuera —dije sonriendo—

—dalo por hecho —me contestó riendo el peli-celeste—

—tengo una pregunta, antes de que se vayan, ¿quién les dió mi dirección?

—pues, fue Sarah, le dimos muchas fotos de Yuma y Hiroto, y calló en la red —el pelirrojo contestó sonriendo de lado—

—bueno ya nos vamos ____-san, lamento avisarte tarde que vendrías otra vez. —me miró apenado Nagisa, mientras salía—

—temíamos que te fueras si te avisabamos —Karma en cambio, seguía con su actitud burlona, siguiéndolo—

—sabia decisión él no avisarme, hubiera hecho que no estoy en mi casa

Narrador omnisciente:

Luego de esas palabras en el aire se despidieron de su amiga suicida. Podrán decir que es inquietante ver que el pelirrojo no mide sus palabras o siga como si nada mientras ella está en ese estado.

Pero nada es más molesto que ver cómo se contienen en decir algunas cosas. Por el simple hecho de que no te quieren hacer sentir mal.
Una cosa es faltar el respeto a lo que alguien está viviendo y otra es contenerse.
Definitivamente el pelirrojo en ningún momento le faltó el respeto.
A su manera, Karma se preocupaba por ella, como todos.
Aunque sea en chistes y/o con un humor bastante negro, eso bastaba para poder hacerla reír un rato o desconcentrarla. La idea era que no piense en su mierda de vida, con sus comentarios lo iba logrando de a poco.
Obviamente el progreso era casi nulo. Necesitaban sacarla de allí o que paren de una vez su sufrimiento.

La chica en cambio, estaba sufriendo en la boca del lobo, pero no iba a pedir ayuda. No quería verse débil, pensaba que un día todo estaría bien.
Pensaba que alguien estaría a su lado que la ayude con ese dolor interno.
Estaba muy equivocada, creyendo que necesita una pareja, cuando lo único que necesita es alejarse de aquel lugar.
Era una pequeña estúpida por pensar así. Era imbécil, puesto que ella no se amaba, ¿cómo iría a amar a alguien si solo ve que su cuerpo es un asco?

Los días habían pasado, ella se llevaba mejor con los dos chicos. Sus padres no aparecían cada vez que ellos estaban, eso podría ser lo mejor, no habría incidentes. La hicieron reir, la cuidaron, la mimaron.
De a poco dejaron de ir a la casa por la tarea, y se enfocaron más en el tiempo juntos.

Pero eso no cambiaba nada para _____ los días pasaban, se divertía y luego volvía a su tortura mental, nunca contó nada, nunca les tuvo esa confianza. Se sentía culpable, pero su orgullo era más fuerte.
Es como si las palabras que le dijo Karma alguna vez en el hospital nunca hubieran salido de su boca, los comenzó a meter en un círculo vicioso. Aquello que alguna reclamó de su "amiga" ahora lo estaba haciendo.

Solo deseaba que su proceso de recuperación termine de una vez para así poder volver a su salida, sus cortes. Extrañaba el filo de su tijera correr por su brazo, extrañaba ver la sangre que salía de su brazo. Extrañaba el dolor de éste. Extrañaba el alivio interno que le hacía sentir. Extrañaba el hacerse daño a ella misma, que por momentos la hacían sentir viva, o que todo iba a estar bien.
Era una pequeña masoquista, incluso a veces recordaba el ardor que sentía al jugar Voleyball, la pelota chocando contra sus brazos cortados al hacer manos bajas, mandando después a la mierda la pelota por la fuerza en estos, logrando anotar un punto para su equipo. A veces se decepcionaba, puesto que no lograba sentir nada por más fuerza que le ponía en pegarle a la pelota.

Vaya si la protagonista no estaba mal de la cabeza..

Narra Karma:
Hoy era otro día, los chicos se estaban por reunir después de clases para hablar de suicida-chan y su plan maestro para sacarla de allí

— ¿estás seguro que no vendrás Karma-kun? —me preguntó Nagisa mientras acomodaba sus cosas para salir del salón y yo asentí—

—nah, creo que tengo en claro mi rol con ella Nagisa-Chan

—eso puedo verlo.. —dijo riendo de una forma un poco nerviosa—

—Karma-kun, ya que estarás sin hacer nada ¿me harías un favor? —me di vuelta, era el maldito pulpo hablandome—

—depende, me gustaría recibir algo a cambio como, dispararle a sus brazos? -sonrei de lado-

—Karma-kun, es sobre _____-san, ¿podrías ir a verla?

—claro, pero quiero dispararle a cambio de ir

—K-K-K-KARMA-KUN!!! ¡¿CÓMO PUEDE SER QUE SEAS ALGUIEN TAN DESALMADO?! —me gritó mientras unas lágrimas salían de su esfera redonda amarilla, llamada cara—

—¿Disculpe? Es usted el maestro que no quiere ir a ver a su pobre alumna con tendencias suicidas.. usted debe dar el ejemplo..

—creo que los dos son unos Desalmados —habló la rubia de ojos Azules— ¿por qué mientras no estamos van los dos a verla?

—claro, no tengo problema en ver a Suicida-chan, si el pulpo me lleva —sonrei de manera inocente, pues soy un ángelito— ¿está de acuerdo Koro-sensei?

—¡esta bien! —dijo en forma de entusiasmo mientras se arreglaba para verse como humano—

—si quiere solo déjeme en la casa, no hace falta que se quede con nosotros —reí al verlo—

—es lo que voy a hacer, es tu deber como compañero cuidarla, llevarle sus tareas y otras cosas nyufufufu

—que perdida de tiempo, quizás camine -no di ni dos pasos y el pulpo se puso delante mio— ¿Qué ocurre?

—vamos, te llevaré —dicho y hecho nos fuimos—

(...)

Habíamos llegado a su casa, él solo me bajó para luego irse sin dejar rastro. Suicida-chan, no contestó.
Pensé que no me había escuchado por usar auriculares, así que mientras volvía a tocar más fuerte le mandaba un mensaje.

Nadie respondió. Mis mensajes no le llegaban.
Algo no andaba bien, moví el picaporte, estaba cerrado. No iba a ser muy difícil para mí romperlo, pero tampoco quería obtener alguna denuncia por eso. Me agaché observando a través de la pequeña cerradura, habían pequeños rastros de sangre en el piso.

Entré en aquella casa sin forzar la cerradura, vamos que se abrir puertas sin destrozarlas, podría ser ladrón si quisiera, las gotas iban desde la cocina hasta el baño, me acerqué, la puerta del baño se abrió, estaba Suicida-chan sorprendida, sin cortes en sus brazos, aunque en los mismos sostenía ropa.

—¿Qué haces aquí? —pregunto confusa y en parte asustada—

¿Cómo le iba a explicar que traicioné su confianza y pensé muy mal de ella?

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Hola lobitos y Lobitas soy Wolf, espero que estén muy bien y les halla gustado ésta otra parte de la historia.
Y sin nada más que decir Wolf se despide Bye!

Gotas de Sangre (Karma Akabane y tu)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang