capitulo 17: Dueño

75 7 0
                                    

Narra Karma:

Así como dije antes. Estábamos bien, no necesitábamos a nada, ni a nadie, asegurarme de su bienestar era importante para mí, aunque sabia que ella no me contaba todo lo que pasaba, no podía pedirle mucho, no llevábamos mucho tiempo hablando juntos.

Aun así me confiaba bastantes cosas, sus inseguridades, sus maldiciones. Ya no tenia sus cortadas, cada día venía feliz mostrándome como poco a poco desaparecían. yo estaba feliz de eso, sus cicatrices que la hacen ser ella, no se irían tan fácilmente, son cicatrices al fin y al cabo, pero me gusta verla bien

Pequeña Suicida-chan, aunque la escuela termine, te seguiré hasta la universidad si es necesario para evitar que tengas un accidente.

-Karma-kun, ¿vendrás? -la escuché hablarme y voltee a verla-

-repite la pregunta suicida-chan -acaricié su hombro con mi mano-

-me refiero a si me acompañaras a casa, o estas ocupado? -tomó mi mano con la izquierda, para luego acariciar mi muñeca con movimientos circulares, el tacto me estaba gustando demasiado-

-si, te acompañare a casa suicida-chan -la abracé más a mi, a lo que ella cambió de mano, mientras con su izquierda me agarraba la cintura, con la derecha, tomaba mi mano feliz y jugaba con ella, para luego acariciarme-

quería sentir aquellas caricias en mi pelo, era hipnotizante y relajante para mi, hasta ahora había notado que sus manos eran muy suaves y cálidas, la persona que estuviera entre estas manos, pasaría los mejores años de su vida, puesto que aunque soy solo un amigo, su mano transmite mucho amor, paz, tranquilidad y calidez.

antes, su mano era no era cálida, sino fría, era como sostener a un muerto en vida y valga la redundancia, su película favorita es el cadáver de la novia de Tim Burton.
Pero ahora, siento una calidez reconfortante que me hace querer secuestrarla, ponerla en una torre como Rapunzel y quedarme con esas caricias, ese cariño, como si hubiera Sido el cabello mágico que te rejuvenece. La necesito en mi vida, sonriendo, pensando, durmiendo, jodiendo.

Imite su movimiento pero siendo un poco más dominante, tomando su mano, sin lastimarla y haciendo circulos sobre la palma de la misma, la desconcertó, mas no se alejó, pude ver su pequeña sonrisa en el rostro.
Podría afirmar que ambos nos volvíamos adictos al tacto del otro, pero no tengo idea si ella estará lista para una relación, así como yo me creo mejor solo y se respeta.

Narrador omnisciente:

Aquel pelirrojo sumido en sus pensamientos, no podría dejar de pensar en que algún día quizás debería despedirse de Suicida-chan para que ella forme su propia familia.
Lo mismo pensaba ella, ambos sintieron que eran unos egoístas de mierda, puesto que se refirireron al otro como si fuera suyo, como si fueran un objeto.
No deberían haber pensado así, ni mucho menos sonreír ante la idea de poseer a alguien.
Nunca fuiste, eres o serás, dueño de la persona.

Sin embargo solo uno de ellos se arrepintió de ese pensamiento.

Habían llegado a la escuela aún tenian cosas que hacer, debían estudiar y ponerse al día, pero les vino bien esa tarde de recreo. Lástima que el mismo día el más alto de los chicos tuvo que ponerse en contra de lo que hacían y armar un escándalo. La chica no se metió, estaba muy ocupada haciendo sus cosas con auriculares que ni si quiera notó cuando Karma dejó de estar a su lado para hablar con Teraska sobre su actitud cuestionable.

Los días siguientes

Luego de esa discusión que habían tenido casi todos con su compañero de grupo, volvieron a ir al lago, hacía mucho calor, sin embargo nadie esperaba lo que haría que sería ponerlos a todos en peligro con tal de ganarle al pulpo

-¿Vendrás Karma? -pregunto la protagonista y este negó, no tenía ganas de mojarse- ¿Por?

-Simplemente no me quiero meter al agua

-Pareces Koro-sensei con esa excusa

-Ve tú, sabes que no debes depender de mi.

-Me siento incómoda si no estás tú.

-No y es definitivo -exclamo de forma dura. Ella necesitaba desenvolverse sola-

-entonces quiero ir contigo -sonrio abrazando a su amigo-

-No quiero compañía esta vez ____ -hizo una mueca, siguió caminando mientras no sabía que la dejaba más triste que la mierda y ella solo pensaba en que fue su culpa o que algo hizo para que se frustrara así de esa forma-

El día habría pasado con un poco de tristeza de no ser el plan que Teraska llevó a cabo.
Pensó que nadie iba a salir lastimado, pero no esperó que sus amigos se hubieran envuelto en muchísimo peligro al hacerlo.

Claramente se escuchó tanto, que el pelirrojo que antes no estaba, se acercó de forma inmediata preocupado por la chica suicida.
En cuanto supo lo que pasó, no solo golpeó al chico por furia de lo que a ella podría pasarle, sino de la incertidumbre de si su profesor podría salvarlos.

Fue a buscarlos, se estaba arrepintiendo en ese momento de dejarla sola, no debió hacerlo, si hubiera estado ahí, nada habría pasado, la hubiera podido salvar.

¿Por qué la estaba dando por muerta o lastimada? ¿Por qué su pecho dolía al saber que no estaba cerca de ella para protegerla de aquello?

Pudo verla estaba sentada un poco más atrás que el resto, se acercó a ella preocupado.

—¿Estás bien? Te lastimaste ¿Verdad? -pregunto el chico y ella lo ignoró- respóndeme porfavor.

-¿Acaso te importa? -dijo fría, temblando apegando su espalda aún más al árbol detrás de ella mientras soltaba un suspiro e intentaba calmar su miedo a la altura- creí que querías estar solo.

Karma tomó sus mejillas entre sus manos y la obligó a verlo. Ella sintió miedo y culpa, sus ojos no eran amables no burlones, estaban serios.

-Estoy bien, no tengo nada -murmuro esperando que el pelirrojo la dejara en paz, pero recibió un abrazo de su parte- te dije que estoy bien, no me morí.

No dijo nada, solo se aseguró de abrazarla y sentir su aroma que lograba tranquilizar su pecho doliendo de la culpa.

(...)

Luego de la pelea de Teraska, todos estaban bien, habían arreglado las cosas con él. Obviamente Karma solo disfrutaba del espectáculo viendo todo, sin meterse.
Hasta que la voz de la pelic/p, le hizo retumbar sus oídos y la miró, haciéndole caso, distrayendolo para que otros lo mojaran, fue cómplice de eso. Ella de las primeras en abrazar al Karma mojado y él, de los primeros en no golpear a nadie por hacerle  una broma así.

Si bien para estos chicos habían bastantes  dudas, poco a poco podrán saber que pasaba a su alrededor

Gotas de Sangre (Karma Akabane y tu)Where stories live. Discover now