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Estaba dando inseguros pasos hacia donde le indicaban los hombres, nervioso y ansioso por todo aquello. Entraron a un gran pasillo en donde podía ya ver a toda la gente nueva con la que conviviría.


Un nuevo lugar lleno de desconocidos. Tenia miedo, pues no era muy rápido adaptándose a los cambios de este tipo y dios, ya estaba extrañando la comodidad de su cama. Otro miedo más grande del hecho de adaptarse, es el que tiene hacia esos desconocidos, pues al igual que él, estaban ahí por ciertas razones.


- Por aquí, Yoon – Por lo obediente que fue desde un inicio, por el momento los guardias no estaban siendo agresivos con él. Se metieron por otro pasillo en donde notaba ojos clavarse en su cuerpo, obviamente observando la carne fresca del lugar. Sus manos temblaron ante ese pensamiento.


- ¿Con quién le toco? – Pregunto uno de los hombres que lo guiaba al otro, ignorando su presencia.


- ¿No pusiste atención antes? – Al este negar, bufo indignado – Ya no podemos seguir metiendo a tres personas en un mismo lugar cuando hay una de solo una persona – Soltó, a lo que el otro se notó sorprendido.


- Que mala suerte – Dijo mirando esta vez a Jeonghan, quien se removió algo incómodo mientras los seguía – Yo no podría dormir al lado de alguien así – Volvió a solo hablarle a su compañero, dejando al de pelo largo atormentarse solo con su imaginación por lo que le acabaron de decir.


De repente, se detuvieron en medio de ese gran pasillo, donde uno saco sus llaves para abrir la puerta a su lado.


- Chico nuevo, bienvenido al que por un tiempo será tu hogar – Indico con un intento de sonrisa el guardia, abriendo la celda para dejarle pasar. Trago duro saliva, temiendo dar un paso dentro, pero el otro guardia le dio un suave empujón para animarlo a hacerlo.


- Hong, compórtate y no lo espantes como los últimos, que, por idiotas peligrosos como ustedes, ya se está llenando la prisión – Cuando estuvo totalmente dentro de la celda, los guardias cerraron la puerta a su espalda – Hasta más tarde – Se despidieron, dejándolo solo con su nuevo compañero.


Algo temeroso, levanto la mirada, sorprendiéndose con lo que vio. Era un hombre delgado de cabello negro, de una edad similar a la suya y unos grandes ojos que estaban haciendo lo mismo que él, observar atentamente cada detalle del otro. Estaba sosteniendo una... ¿Biblia? Aquel detalle le hizo fijarse en la pared del lado de la cama en la que estaba sentado este joven, la cual estaba llena de cruces rayadas de manera descuidada, además del crucifico sobre su cama, provocándole un escalofrió en la nuca.


Cuando "Hong" se puso de pie, se congelo en su lugar, así que este camino tranquilamente en su dirección con una amable expresión mientras le ofrecía su mano, la cual era más grande que la suya.


- Bienvenido a la prisión, mi nombre es Hong Jisoo o puedes llamarme Joshua. Espero llevarnos bien – Su voz era bastante suave y tranquila, por lo que no calzaba con la imagen de loco que le había dado eso de las cruces. Tomo su mano de vuelta, agitándola un poco para finalmente soltarla.


- Yoon Jeonghan, espero lo mismo – El pelinegro le observo con cierta diversión para luego volver a su cama, recostándose con pereza. Ante esto, al fin avanzo hasta su cama en donde dejo la almohada y manta que le dieron. Con solo verla ya le empezaba a doler la espalda.

El chico nuevo (JIHAN)Where stories live. Discover now