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Cerro los ojos con fuerza, dejando de moverse para centrarse en contar hasta veinte, en busca de la calma que desaparecía cada vez que Joshua lo abrazaba por detrás.


- ¿Estas bien, gatito? – Tenso más su mandíbula ante el estúpidamente adorable apodo. Sintió como una de las manos del americano acariciaba suavemente por sobre la ropa su abdomen, ¿Acaso quería volverlo loco? Eso definitivamente no ayudaba.


- Nada – Sonó más cortante de lo que quería, pero, es que trataba de mantenerse sereno. Noto como las caricias y respiración del menor se detuvieron.


- Jeonghan – Era serio y demandante, pero eso solo alimentaba los deseos de querer escuchar su nombre en ese tono en una cama, donde la ropa era innecesaria y... Mierda, de nuevo estaba pensando en cosas que no debía.


El rubio tomo las manos que lo rodeaban con tanto cuidado, alejándolas de su cuerpo. Se giró para quedar cara a cara, poniendo la expresión más seria que podía, aguantando la ternura y diversión que le provocaba ver a Joshua afligido y nervioso.


- Necesitamos hablar, a solas – Murmuro bajo para que solo el americano escuchara, quien asintió preocupado – Luces como un gatito asustado – Comento con diversión, dándole juguetonas palmadas en sus mejillas para luego alejarse.


- ¿Hannie? – Confuso lo siguió, notando como este en silencio lo guiaba a algún lado, saludando sonrientes a sus amigos, pero dejando en claro que tenían cosas que hacer para que les dejaran solos. Estaba más confuso cuando se adentraron en el pasillo de sus celdas, en donde el rubio le susurro al guardia de turno que vigilaba el lugar, Ren, algunas cosas. Entraron a la celda que compartían en un silencio bajo los curiosos ojos de su aliado.


El menor observo en silencio, preocupado, como su mayor apoyaba las manos en la cadera mientras ponía una expresión seria hacia la pared llena de cruces dibujadas, buscando las palabras correctas.


- Jeonghan... - Le llamo con suavidad, pero este le hizo una seña con su mano para que guardara silencio, esta vez, manteniéndole la mirada al pelinegro.


- Sabes, Jisoo, me gustas – Confeso con un tono ligeramente molesto, dando un paso hacia el confuso americano.


- M-Me alegra que me consideres tan buen amigo – Retrocedió un paso, tratando de calmar su corazón. El rubio frunció las cejas por sus palabras, dando otro paso hacia el menor.


- Si, has sido un buen amigo, pero no puedo considerarte uno si te sigo imaginando haciéndome cosas indebidas con tus manos – Todo el aire se fue de los pulmones del pelinegro, impactado por las palabras que salían de los labios tan deseables de Jeonghan – Me atraes, me gustas y te deseo, no como amigo, si no como hombre –


Todo su cuerpo tembló, por lo que, al sentirse inestable, retrocedió hasta poder apoyare en una pared. Incrédulo, se pellizco el dorso de la mano y luego clavo sus nerviosos ojos en la decidida expresión de su compañero de celda.


- ¿No eres hetero? – Al fin, Jeonghan deformo su expresión a una de extrañeza, dudoso de lo que acababa de escuchar.

El chico nuevo (JIHAN)Kde žijí příběhy. Začni objevovat