Confidentes

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Tras la perseverancia de Arrimadas, Irene aceptó sentarse con ella. Como siempre, la podemita se sentó del lado de la ventana, e Inés a su lado. Los primeros minutos transcurrienron en silencio, hasta que la de Ciudadanos se animó a entablar conversación.

-¿Y que es lo que te trae a Barcelona?- preguntó pra romper el hielo.

-Un mitin del partido. Pablo ya está allí, por eso viajo sola- contestó Irene amigable.

-¿Pablo? ¿Sigues con él? Después de todos los rumores que salieron, decidí creerme que os habíais divorciado...- respondió Inés sorprendida.

-¡Es la prensa rosa que ya no sabe que inventar! Pablo y yo estamos bien, acabamos de tener gemelos, de hecho, y estamos muy contentos- interrumpió la morada con una sonrisa en la cara.

-Me alegro entonces. Aunque seamos de ideologías diferentes, no le deseo el mal a nadie. No soy un monstruo por mucho que así lo pinten los políticos de izquierdas- dijo Arrimadas entre risas.

-No todos. Yo no creo que seas un monstruo, es más, creo que eres muy agradable, y dudo que encuentres a alguien más de izquierdas que yo- respondió Irene guiñándole un ojo a Inés.

Siguieron conversando durante las cuatro horas que duraba el trayecto. Tocaron todos los temas posibles: política, por supuesto, campaña electoral, que planes tenía cada una en Barcelona... incluso llegaron a compartir datos de la vida personal de cada una. Entre conversaciones y risas, ya habían llegado a Barcelona, y cada una debía seguir su agenda. Al salir del tren se despidieron con dos besos y un ligero abrazo, lo cual sorprendió a ambas políticas. Tras coger sus maletas, se disponían a caminar cada una en su dirección, hasta que Inés decidió volver a llamar la atención de la podemita.

-¡Irene, espera!- dijo Arrimadas en un tono bastante alto- ya que te quedarás un par de días por aquí, quizás podríamos continuar nuestra conversación.

-Me parece genial- respondió Montero sonriendo- te doy mi número.

Irene sacó una pequeña tarjeta de su bolsillo. Era rectangular y de color morado, con el logo de Unidas Podemos. "Irene Montero Gil, portavoz". Inés la observó durante unos segundos y se la guardó en la chaqueta. Volvieron a despedirse, esta vez definitivamente, y siguieron sus caminos.

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Hola!! Este capítulo me quedó un poco cortito, pero os compensaré con el siguiente, lo prometo! 😁

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