Parte 10

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Lago en el bosque...

Selcius toma algunas ramas para hacer una pequeña fogata para que ambos entren en calor.

Ya estaba anocheciendo y el frío se estaba sintiendo en los huesos, así que el joven ermitaño se saca la mayor parte de la ropa y la pone a un costado del fuego para que se seque.

-Que lindo... Pero yo solo traigo mi vestido y no me lo pienso quitar!! - argumenta.

Él solo trata de ignorar el comentario y se enfoca en calentarse.

Después de varias horas, ya la luna estaba en lo alto del cielo. El aire era muy frío y por fin la ropa de Selcius se había secado, excepto la ropa de Sefora ya que su vestido no se expuso al calor.

Aunque se estaba muriendo de frío, ella era orgullosa  y se reusaba a ceder.

Selcius se le queda viendo como ella temblaba de frío.

-Escucha... Voy a quitarme el vestido pero no quiero que mires!! - dice sonrojada.

Él se extraña con todo lo que ella decía pero se recigna a solo hacerle caso.

Cuando por fin se quita el vestido, ella toma rápidamente las ropas secas de Selcius y se cubre.

-Ya! Puedes poner a secar mi vestido!? Por favor.. - sonríe apenada.

El se sonríe un poco y lo pone a secar. 
Llegada la madrugada, ya se habían dormido, pero Sefora se levanta al escuchar varios ruidos provenir de afuera,  es cuando se da cuenta de que se había pagado la fogata, así que el frío se sentía cada vez más.

Rápidamente le informa al joven, sobre los ruidos y éste se la anta para verificar y al ver que solo se trataba de animales nocturnos, regresa a acostarse.

En ese momento, ella se acerca a él para preguntarle sobre quién era quién hacía los ruidos y cuando lo toca del brazo, se da cuenta de que está muy frío.

"Se está muriendo de frío, porque... Yo me quedé con todas las ropas!! Porque no me pidió algo pra cubrirse!?"

Pensó ella. Es cuando se decide acercar a él.

-Oye.... Selcius! Puedo... Acostarme junto a ti!? Es que... Aun tengo frio! - se sonrojar.

Él se le queda viendo y acepta sin darle mucha importancia.

-Oye... Cuantos años tienes!? - trata de hacer platica.

El con las manos le indica que tiene 27 años.

-Wow! Eres más grande de lo que creí!! - se sonríe un poco.

El se sonrie un poco y le pregunta la edad de ella.

-Ah! Pues yo... Tengo... 17 años! -

Selcius la mira un poco y se da la vuelta dándole la espalda.
Sin duda, al ver que la estaba literalmente ignorando, Sefora se sorprende.

-Escucha... Yo... No quería... Bueno! En realidad... Es solo que!! - no sabia que decir.

A pesar de escucharla titubear, él no se movia del lugar que estaba.

-Yo me enamore de ti! - se queda callada.

Al decir eso, ella se queda callada por varios minutos y el sigue sin moverse.

-Llegue a pensar que eras muy buena persona y como fuiste con nosotros... Me encanto! Pero después que escuche lo que fuiste... Te tuve miedo! También escuche lo que ese vikingo dijo sobre ti y no quiero ser una mujer más de las que ya has tenido! Pero soy consciente de que... Algún día tendre que pagar tu gran ayuda! Así que... Si quieres cobrarte ahorita... Estoy dispuesta a aceptarlo!! - baja la cabeza.

Ella comienza a quitarse poco a poco la ropa, mientras sus ojos se aguaban un poco. En ese instante que no escucho más palabras, decidió darse la vuelta y es cuando la ve semidesnuda.

El se sienta rápidamente de la imprecion y trata de moverse a otro lugar.

-Estoy lista! - dice ella.

Selcius la voltea a ver y la toma del rostro, le limpia las lágrimas de los ojos y ambos se miran fijamente.

Ella cierra los ojos con fuerza y esperando cualquier cosa que él decida hacer.

otra historia de vikingos Where stories live. Discover now