Llegamos a mí casa, primero yo que él. Soy media bestia manejando, aprieto el acelerador y nada me frena. Igual lo agradezco porque sino hubiese visto Julián el quilombo que es mí casa, y no quiero.
Me duelen los moretones y voy a buscar una bolsa de hielo para ponérmela en el pómulo.
Tocan la puerta, él. Lo espero. Dios no puedo estar tan enganchada con él. Espero que hoy se dé lo que tanto estoy esperando
- VAAA.- Grito del otro lado de la puerta. Me cuesta un poco pararme y más caminar. Abro y ahí estaba él. Con un pote de helado. Lo amo más ahora.
- Te traje helado porque me sentía mal por lo que hice. No se de donde saqué tanta fuerza.- Dice y enserio se lo ve apenado.
- Está bien. He recibido golpes peores.
No digo nada más, él tampoco. Pero no hace falta. No necesitamos palabras. Estamos bien.
Julián dijo que quería comer ravioles con salsa blanca. Me fije en la heladera y tenía todo lo necesario.
Le digo que me ayude. Él pensaba agarrar la play que usa mí hermano cuándo viene a mí casa. JÁ, ni en pedo
Me ayudó. Bah, en realidad estorbó. Me miraba y yo no podía más. Necesitaba darle un beso, necesitaba decirle cuánto lo quiero.
Luego de una larga hora y media (Igual para mí fueron como cuatro. Imaginense tener a su crush a menos de un metro. Molestándote y tocándote el brazo. Yo me moría) estaba lista la comida. Con ayuda de él pusimos la mesa. Mientras espero rayaba el queso, el ponía los platos y eso.
Comimos mientras hablábamos del entrenamiento de hoy.
- Dios ¿Necesito saber que sentiste cuándo jugaste en el Bernabéu? que dicho sea de paso, aguante el Barça.- Digo y él rie. Sí, reite mas tiempo porfa.- ¿Entendes que casi haces un gol?
- En ese momento no pensás en nada. Yo solamente quería ganar. Mi primera copa. Fue un orgullo para mí.
- Encima ahora te me vas a España.- Digo y hago puchero. Él ríe.
- Bueno, pero existe Skype. O WhatsApp amiga.- ¡Auch! Me dolió.
- jaja si.- Le digo y me sigo doliendo el "amiga" No hablamos más. Nos concentramos en Shadowhunters.
Y así las próxima hora y media. Mirando tres capítulo seguidos mientras comía él. Yo ni apetito tenía.
- Dejame que yo voy a lavar los platos.- Me dice.
Puse música ya que, yo, al hacerle compañía a él y él lavando los platos no íbamos a poder leer ni ver nada.
- Tengo un dilema.- Me dice.- Necesito tu consejo. De amiga a amigo.- Me dolió de nuevo.
-¿Qué pasó?- Sí, siempre tan pelotuda Pía.
- Tenía pensado en ir a hablar con Sofia.- Su ex.- Me gustaría decirle de volver. Que se yo. La extraño mucho.- Estoy a nada de llorar.- El otro día me escribió, me dijo que le gustaría verme. Pero en ese momento no quería. Todavía estaba un poco dolido. Pero me di cuenta que enserio la extraño. Que me hacía bien. Nos hacíamos bien.
- Ah... ¡Que bueno! Bueno, si vos querés volver con ella... Diga lo que te diga vas a hacer lo que a vos te parezca. Si a vos te hace bien, si vos querés, dale para adelante. ¿Pero esta seguro que volver con ella es lo que querés?.- Un silencio incómodo.- Me estoy sintiendo mal. Los ravioles me cayeron mal.- Un palazo para que se vaya.
- Bueno, yo me tengo que ir mañana entrenamos temprano.- Dice.- Nos vemos.- Un beso en el cachete y se va.
Apenas escucho como se cierra la puerta. Largo el llanto acumulado. Estoy muy tensionada. Necesito a alguien o no se de lo que soy capaz. No se cómo, llamo a Agustina. Y tampoco se como le hablo, me entiende y me dice que va a venir.
Media hora después, ella ya estaba acá. No hablé desde que llego.
Ahora ella tiene mí cabeza apoyada en su regazo mientras me acaricia el pelo con una mano. Me calmo, mi respiración se vuelve normal.
-¿Me vas a contar ahora?.
- Estaba decidida a decirle lo que me pasa con él. Vos ya sabes como soy yo con esto. Me cuesta mucho decir "Sí, lo voy a hacer" y si lo digo por algo es. Estaba dispuesta. Ya se lo estaba por decir cuando suelta que quiere volver con Sofía, su ex. Me dijo que la extrañaba. Que se dió cuenta hace poco que se hacían bien y que se yo.- Yo ya estoy llorando de nuevo.- Me dijo "Amiga" dos veces. Para que se vaya le dije que "me sentía mal" Cachó la indirecta igual.- Le digo y respiro hondo.- Amiga ¿Qué onda? ¿Es más linda ella que yo?
- Ay amiga.- Me dice y me abraza de nuevo.- Deja de pensar así. Sos hermosa tal y como sos. Y mucha gente te quiere por eso. Así que, no hables pelotudeces. Sos hermosa y que no decaiga amiga. Andá, ponete perra que nos vamos a algún lugar.
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Estoy escribiendo esto medio dormida. Seguro mañana me arrepienta.
