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— ¡Abre la puerta! — empujé con fuerza pero se encontraba con llave la puerta.

— Puedes comportarte como una persona madura — su voz como siempre era fría y profunda, dando un toque de una persona de carácter fuerte.

Me es muy gracioso que me digas que me comporte de otra forma. — hay si me lo dice la persona que me esta secuestrando —

— ¡Puedes callarte tu voz me irrita! — respondió tapándose los oídos con sus manos, Si tanto no quería escuchar mi voz no debió de meterme en su auto en primer lugar, es más, ni se hubiera acercado.

— Si tanto no quieres escuchar mi voz entonces ¡dejarme salir idiota! — cansado de él le di un codazo en sus costillas con fuerza.

— ¡Ah! — se inclino hacia delante poniendo sus manos en su estómago con una mueca de dolor — idiota, esta si me la pagas —

Se volteo agarrandome del cabello, no me deje y también le jalo su cabello con una mano mientras con la otra lo agarraba del rostro arañando lo.

— ¡Ah!, ¿acaso eres un gato? — en un rápido movimiento me quito la mano y apretó mi mandíbula con fuerza.

Mi mente se puso en blanco extrañamente al ver sus ojos cafés, no sabia que hacer hasta que lo primero que se me vino lo hice inmediatamente tomándolo de su paquete y apretarlos, que gran plan.

— ¡Ah! — su cabeza se hizo hacía tras con una mueca de dolor y se alejo rápidamente sobando sus partes. — eso dolió idiota —

— ¿En serio?, pues no me importa — mire al frente arreglando mi traje. — ¿adónde me llevas? —

— Que te importa — arreglo su cabello y miro por su ventana.

— Disculpe — me incline hacia delante y mire al chofer.

— Si señor — miro al espejo retrovisor y hablo amablemente.

— ¿Sabes a donde me lleva el conejo? — sentí como Jungkook se movió.

— ¿Conejo? En serio, ¡oh!, olvide que eres un chico sin cerebro — dijo riendo.

— Y tu un chico sin pelotas si no te callas — dije cabreado.

— ¡Ja! — cruzo su pierna y siguió viendo por la ventana.

— ¿Amigo sabes? — volví a preguntar.

— A la casa de los Jeon señor — dijo viendo la carretera.

— ¿Y a que demonios voy ahí? — mire a Jungkook haciendo que este riera.

— No lo se señor — dijo amable.

— Gracias — me volví a sentar. — ¿ha que demonios voy ahí? —lo mire fijamente.

Pues aparte de que discutimos en la empresa Jeon y después me secuestrara me lleva a su casa, acaso es un idiota. Si.

— Crees que yo quiero llevarte — respondió fastidiado pues odiaba a la persona que tenia alado.

— ¿Entonces porque me llevas? — odiaba que no me dijera el porque, me estaba cabreando mas.

— Solo cierra esa boca y espera — saco su celular y comenzó a apretar las teclas ignorandome.




             27 minutos después



Al fin habíamos llegado mentiría si dijera que la mansión era fea; era una enorme casa de color gris de dos plantas era enorme, él chofer salió de autoba rodeándolo para abrir la puerta de Jungkook y salio arreglándose el fino traje, no espere que me abrieran la puerta, la abrí y baje arreglando mi traje tal vez suene un engreído pero por ser hijo de los kim tenía que vestirme como una persona de dinero, tonto. Jungkook comenzó a caminar a la entrada y lo seguí, cada paso que daba podía ver como los muslos se le marcaban bien en el pantalón no digamos de su trasero ¡No!, no me gusta sólo que tiene mas que yo que envidia, las puertas se abrieron y dejaron ver a una hermosa señora de unos 40 años quien con los brazos abiertos fue donde Jungkook y lo abrazo.

Matrimonio Forzado Where stories live. Discover now