Capítulo III

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—Psst, Mikasa —lo llamó un rubio que se sentaba al lado de él—. ¿Cuánto te has sacado?

Mikasa volteó a mirarlo.

—Me he sacado diez —dijo enseñándole la hoja—, ¿y tú, Armin?

—Seis... —contestó enseñadole su exámen también— Ah... —suspiró y se recostó sobre su silla— He aprobado nuevamente a las justas. En cambio tú, ¡eres una genia!

Mikasa sonrió.

Mikasa y Armin se sentaban atrás de todo y en la fila del medio. Los asiento se habían decidido por sorteo. Hitch, Isabel y Petra les tocó juntas, cerca de la ventana. A Petra le tocó en la ventana, al lado suyo estaba Isabel y al frente de ella, también con la ventana, estaba Hitch. A Eren, en cambio, le tocó en la fila del medio adelante de todo, cerca de la puerta. Por lo tanto, se mantenía en silencio todas las clases.

Antes del recreo en el que se encontraban, habían tenido inglés, y se habían entregado las calificaciones. Como sus amigas sabían que Eren no eran muy bueno en los idiomas, decidieron ir hacia él.

—Y Eren, ¿cómo te ha ido? —preguntó Isabel.

Eren se recostó en la mesa y les mostró su examen, extendiendo el brazo.

—Eh, te ha ido peor que yo —dijo Hitch sorprendida—. Yo me he sacado un seis, a las justas.

—Yo un seis, también —dijo Isabel avergonzada.

—La más genia aquí es Petra. Se ha sacado un diez —agregó Hitch.

—Eren, te enseñaría... pero soy terrible explicando... —dijo Petra con tristeza.

Antes, Petra y Eren se iban a la biblioteca, después de clases, para practicar inglés. Pero Eren jamás entendía, y eso lo deprimía aún más. Lo hacía sentir un inútil.

—Está bien, Petra —dijo sentandose derecho—. Además, tú no explicas mal. Soy yo el tonto que no entiende.

Petra entristeció. No sabía cómo ayudar a su amigo. Si él estaba triste, ella también lo estaría.

Entonces, sonó el timbre y todos se sentaron en sus respectivos lugares. La siguiente clase era literatura.

Cuando terminaron las clases, todos empezaron a guardar sus cosas. Armin se acercó, entonces, a la más charlatana del grupo de amigas, Hitch.

—Hola, Dreyse —la saludó con su mochila puesta.

—Hola, Arlert.

—Quería preguntarte, ¿cuánto se sacó Jaeger en el examen de inglés?

—Obtuvo dos de calificación. ¿Por qué?

—Nada importante. Sólo tenía curiosidad —sonrió y estuvo apunto de retirarse.

—¿Y tú? ¿Cuánto te sacaste? —preguntó Hitch impidiéndolo.

—Ah —se volteó deteniéndose—. Me saqué un seis —sonrió falsamente.

—¡¿Un seis?! —exclamó Isabel.

—¡Oh! ¡Creí que eras más inteligente como Mikasa! —exclamó Hitch en voz alta tratando de molestarlo.

Entonces Petra escuchó.

—¿Cuánto se sacó Mikasa? —preguntó Isabel.

—Se ha sacado un diez —dijo tranquilo.

—¡Vaya! ¡Petra también se ha sacado un diez!

—Ah, que bueno. Te felicito, Petra —dijo mirandola mientras seguía sonriendo falsamente—. Como sea, adiós. Ah, y Dreyse, creí que eras más inteligente como Ral.

—¿Hmp? Espera, ni siquiera sabes cuánto me saqué —exclamó Hitch.

—Oh, no. No es necesario saberlo. Sé que seguramente aprobaste porque Ral te sopló algunas respuestas, ¿no?

Hitch enfureció. En cambio, Armin se retiró con una leve sonrisa.

—Maldita Mikasa —se quejó Hitch cruzada de brazos—. Se cree tanto porque es amiga de Levi. ¿No vas a hacer algo, Petra?

Pero la pelirroja sólo calló mientras miraba a Mikasa retirándose. Ésta volteó por instinto y le lanzó una mala mirada. Petra frunció el ceño. Luego, la azabache se retiró por completo junto a su amigo.

—¿Lo sabrá...? —murmuró Petra.

—¡Tonto Armin! ¡Tonta Mikasa! Se creen tanto. Apuesto que sólo preguntaron porque justo es la debilidad de Eren.

—¿Sucedió algo? —preguntó Eren que se acercaba hacia ellas.

—No fue nada —contestó Hitch aún ofendida—. Sólo se apareció el estúpido de Armin a molestarnos.

Sin darse cuenta, los cuatro se habían quedados solos en el salón.

—¿Creen que a Mikasa le guste Levi? —preguntó Petra de repente.

—¿Qué? —preguntó Hitch sorprendida y asqueada.

—Yo también pensé lo mismo —agregó Isabel—. Pero creo que Mikasa tiene el orgullo como para no salir con un prostituto. Es decir, ¿quién saldría con alguien que lo hace con la mitad del colegio?

Eren y Petra miraron al suelo avergonzados.

—Es cierto. Hasta yo creo que Mikasa no saldría con Levi. No importa cuán guapo sea, es un prostituto —comentó Hitch.

—No le digas así... —dijo Petra con tristeza— Debe estar pasando por problemas económicos.

—Bueno, está bien —se disculpó Hitch —. No le diré más así.

Eren sólo miró a Petra. Admiraba su valentía para decir lo que pensaba. En cambio, él muy raramente solía hablar.

—Como sea, vamos —finalizó Hitch.

Y los cuatro salieron del salón.

Sin protecciónOnde histórias criam vida. Descubra agora