Sin protección

Capítulo VI

—¿Quieres probar?

—Llévate tu porquería a otra parte.

La rubia rio.

Se encontraban una estudiante de cuarto año y Levi en el baño "clausurado". Habían terminado de hacerlo, por lo que se sentaron un rato a descansar. La muchacha estaba sentada, fumando sobre un gran lavabo, el cual era largo y tenía cinco grifos. En cambio Levi, se encontraba vistiendose.

—¿Tú no vives solo? Deberías proponerlo en tu casa, en vez de un baño. Hay chicas a las que no les gusta. Es un poco antihigiénico.

—¿Ves que el baño esté sucio? —preguntó mientras se ponía su playera— No estaría aquí si lo estuviera. No soporto la suciedad.

La rubia exhaló humo.

—¿No te da vergüenza mirar a los estudiantes después de esto?

—No me importan. Hay chicas que vienen a pesar de tener novio. Se ve que no les dan o la tienen chiquita.

—¡Uh! ¡Eso es información picante! ¡Nombres, nombres!

—Me conviene no decirlos. Todo lo que sucede acá, se queda acá.

La rubia volvió a exhalar humo y rio.

—¿No te da vergüenza ser prostituto?

—¿No te da vergüenza pagar por sexo?

Ambos se miraron fijamente. Levi sin expresión alguna y ella con una sonrisa falsa llena de desagrado.

—Como sea —empezó a decir, ya vestido—, vete. Necesito cerrar el baño. El recreo ya terminará —avisó caminando hacia la puerta con las llaves en la mano.

La rubia inhaló por última vez y luego exhaló. Tiró el cigarrillo en el suelo y lo pisó. Estaba a punto de irse pero Levi la interrumpió:

—No, no. Recoge tu mierda.

La muchacha puso una cara de disgusto, lo levantó y empezó a retirarse.

—Eso es. Buena chica.

—Tch —se quejó la chica tirandolo a un tacho cercano y yendose por completo.

~?~

—¿Y cómo te fue? —preguntó la morena sonriendo mientras veía a Levi entrar al salón.

—Tu amiga habla mucho —dijo sentándose cerca de ella.

—Pero, dinero es dinero, ¿no?

Él hizo una mueca de molestia.

—¡Levi! —se escuchó un grito de la puerta. Era Mikasa. La chica se dirigió hacia él con paso seguro y rostro preocupante— ¡Levi!

El joven Ackerman volteó extrañado. Lo mismo hizo Ymir.

—¿Qué pasó? —preguntó él.

—Eh... —se paró frente a él y miró a Ymir incómoda.

La morena comprendió y se fue.

—Eh... Levi. Olvidé decírtelo...

La muchacha estaba nerviosa.

—Espero que no me hayas metido en otros de tus planes.

—¿Podrías hacerme un favor?

—Ahí va, otra vez.

—Invité a Eren a mi casa para estudiar inglés —habló rápido—. Pero cuando se lo dije se sintió incómodo. Tal vez fue porque nos quedaríamos solos, ¿entiendes? Así que le dije que tú vendrías. Eres muy bueno en idiomas ¡Por favor! —suplicó.

Levi suspiró.

—Invítame a cenar y aceptaré.

—¡Sí! —gritó de alegría y lo abrazó.

—Habíamos quedado para mañana, pero me acaba de decir que su profesor de deporte no vino. Por lo tanto, iremos hoy, ¿puedes? —preguntó aún abrazada a él.

Volvió a suspirar.

—Está bien.

Mikasa lo abrazó más fuerte.