Capítulo VIII

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—Ackerman —lo llamó el profesor de francés—, ¿podría traducir el párrafo que estaba leyendo el joven Bott?

"Mi madre, mi padre, Mikasa,Ymir... todos ellos tienen los ojos oscuros, incluyéndome. Mi vida solía estar llena de oscuridad. Lo sombrío se encontraba, también, en las personas que me rodeaban. Vida oscura, seres cercanos oscuros. Pero, ese chico, Eren Jaeger, con ojos iluminadamente molestos. No tiene nada de oscuro", pensaba Levi.

—"Se había educado..." —el pelinegro empezó a leer.

—De pie —ordenó el profesor con enfado.

Después de todo, lo había descubierto no prestando atención a la clase. El joven se puso de pie con el libro y tradujo:

—"Se había educado a sí misma para dar a los hombres una cantidad exacta de placer: ni más, ni menos, apenas el necesario. No sentía rabia hacia nadie, porque eso hubiera significado tener que reaccionar, combatir a un enemigo y después aguantar consecuencias imprevisibles, como la venganza. Y cuando consiguió casi todo lo que deseaba en la vida llegó a la conclusión de que su existencia no tenía sentido, porque todos los días eran iguales, y decidió morir."* —terminó y se sentó.

—Muy bien, Ackerman, como siempre. Aún así, no deje de prestar atención.

Sintió ironía hacia el texto, porque él se sentía así.

"Eren... un muchachito que no tiene ni idea de qué es tener una vida dificil. Por eso es tan colorido y cálido. Tsk, maldito mocoso estúpido", pensó Levi.

Frunció el ceño inconscientemente.

Rato después tocó el timbre del recreo.

Au revoir! —se despidió el profesor retirándose de la clase.

Al ver que se retiraba, Levi cruzó sus brazos sobre la mesa y se acostó ocultando su rostro sobre éstos. Sin embargo, el estómago le rugió y no tuvo otra opción que salir a comprar algo para comer. Sacó dinero y se dispuso a salir del aula. Apenas salió al pasillo, escuchó risas. Volteó hacia ellas y se encontró a Eren con tres chicas. Era un grupo alegre. Tan cálido como Eren.

"Malditos mocosos de tercero", pensó Levi molesto.

En cuanto Eren se percató de su presencia, dejó de reír. Aún así, Levi ya se había marchado. El castaño se sorprendió. El Levi de ahora, que había notado molesto, era muy diferente al que le había enseñado inglés ayer. Hasta soñó con el verbo to be.

"¿Sería bipolar?", pensó, pero luego se abofeteó internamente.

"No, seguramente comenzó teniendo un mal día".

—Uhh, Petra —dijo Hitch de manera provocativa.

Petra enrojeció y empujó a la que la molestaba. Hitch sólo rio en carcajadas.

—¿Ah, si? —exclamó Petra aún roja e intranquila— ¡Mira! ¡Ahí atrás está Marlowe! —gritó señalando detrás de ellos.

Todos giraron y se encontraron con un Marlowe confundido.

—¡Ahh! ¡Petra! ¡Yo no lo dije tan fuerte! —exclamó Hitch preocupada con rubor en sus mejillas, tratando de bajar la voz.

—¡Pero él estaba demasiado cerca!

—¡Pues tú lo gritaste y él también estaba demasiado cerca!

Mientras discutían, Isabel reía y Eren sonreía ante tal situación.

—Que bueno a mí no me gusta nadie —comentó Isabel contenta.

Hitch y Petra dejaron de discutir.

—Ahora que lo pienso, es cierto, ¿no hay alguien que te guste, Isabel?

Justo en ese momento, se apareció un chico de estatura media, con los ojos color celeste claro y el cabello castaño pálido, con un mechón que cruzaba su rostro, saliendo del aula de Levi. Se encontraba riendo junto con sus amigos.

Los cuatros amigos lo miraron.

—Oh, no —comentó Hitch rompiendo el silencio de los cuatro—. ¿Él? ¿Furlan Church? —preguntó susurrando.

—¿Q-Qué? —preguntó Isabel asustada.

—¡Conozco esa mirada, Magnolia! —continuó su amiga— A tí te gusta Furlan Church —volvió a susurrar.

Isabel, muda, no negó nada. Solamente miró hacia otro lado.

—¿Pero él? —siguió Hitch— ¡Es mayor! Y repitió dos veces. Es un vago. Creo que tiene diecinueve. Es muy grande, Isabel.

Entre los amigos de Furlan, se encontraba un joven medianamente alto, con buena forma. Su cabello era corto y de color castaño claro. Tenía ojos marrones claros llegando a tonalidades anaranjadas o amarillentas. Éste al percatarse que Eren se encontraba cerca, aprovechó para mirarlo mal. El castaño, automáticamente, hizo lo mismo. Luego, el grupo de amigos, se marchó. Entonces, aprovechó el mayor en darle la espalda a Eren.

—Tiene cara de caballo... —murmuró el menor.

—¡Levi es un prostituto y practicamente Marlowe es un soldado! ¡Míralo! ¡Siempre está quieto y callado! ¡Y yo nunca las critico con sus gustos! —exclamó Isabel molesta y se marchó.

Petra y Eren se quedaron callados.

—¿Te enojaste? ¡Pues no me importa! ¡Te enojaste porque sabes que tengo la razón!

—Ahora que lo pienso... —empezó Petra a decir— ¿no hay nadie que te guste a tí, Eren?

Eren dio un pequeño saltito del susto.

—¡Es cierto! ¡Habla Eren! ¿Ackerman o Leonhart?

—¡¿A-Ackerman?! —preguntó Eren sonrojado con una gran sorpresa.

—¡¿Con qué Mikasa?! —exclamó en carcajadas— ¿En serio?

—A-Ah... ¿qué? —tartamudeó confundido.

—Te estaba preguntando que ¿a cuál de las dos leonas eliges?

—¿Leonhart? —preguntó confundido reaccionando a que se refería a dos chicas de su curso— ¿Por qué Annie?

—Hay rumores de que ella dijo que le pareces lindo.

—¿Y por qué Mikasa?

—Porque se crearon rumores desde que fuiste ayer a su casa —susurró Hitch con picardía.

—Pero sólo fui para estudiar inglés...

—Oh, ¿y cómo te fue? —preguntó Petra.

—Ah... sí. Entendí algo. Hoy iré otra vez.

—Ten cuidado con esa leona —empezó a decir Hitch—. Apenas te descuides, ¡te pondrán las garras encima! Hay muchos malos rumores de ella.

Rumores. A Eren le ponía mal los rumores. Los detestaba.

Si tan sólo esos "rumores" no existieran, su hermano hubiese seguido a su lado.

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*fragmento de "Veronika decide morir", de Paulo Coelho.

Sin protecciónWhere stories live. Discover now