50.- Enganchadas

8.5K 289 331
                                    

ALBA

Una cosa estaba clara, aunque teníamos nuestros más y nuestros menos porque nosotras eramos así de idiotas y siempre nos picábamos por tonterías, juntas era el estado natural que más nos favorecía.

Éramos felices, nos reíamos, nos comprendíamos, nos protegíamos. Era como si el mundo dejase de girar en el sentido adecuado cuando estábamos separadas.

Si tuviera que hacer una bio que me describiese, la más apropiada sería algo así:  "Alba Reche, dramática por naturaleza, nacida para velar por ti, amante del arte y de la música, absolutamente enganchada a Natalia Lacunza."

*Madre mía Alba, que pava eres, el amor te está volviendo gilipollas*

Eran las 6 de la mañana, me había despertado y no había sido capaz de volverme a dormir. Aunque había intentado hacerlo en la calidez del pecho de Natalia, bajo la melodía de su respiración, mi cabeza había decidido empezar a funcionar, por lo que salí a la playa, me senté en la arena arropada con una manta e intenté relajarme con el sonido de las olas cerca de mis pies.

Estaba tan absorta en mis reflexiones que no oí llegar a Natalia.

Se sentó a mi lado y pasó su brazo por encima de mi hombro atrayéndome hacia ella.

- Hola preciosa. ¿Qué haces aquí? Es muy temprano y hace fresquete.

Frotaba mi brazo intentando darme calor, y yo abrí la manta extendiendo el extremo para que se arropase conmigo.

- Me he despertado y no he podido volver a dormir así que he salido a relajarme un poco.

Buscó mis ojos con los suyos y cuando establecieron contacto volví a sentirme totalmente perdida en ellos. Era tan preciosa... su pelo alborotado echado hacia un lado y esa mirada tan suya cargada de ternura, me hacía sentir segura e indefensa a la vez.

- ¿Estás bien Alba?- apoyó su cabeza en la mía.

- Sí mi amor, solo es un poquito de insomnio, pero todo está perfecto, y mejor desde que estás aquí conmigo.

Nos quedamos en esa posición durante un buen rato hasta que vimos juntas el amanecer y Natalia emitió un bostezo.

- ¿Vienes a la cama conmigo bebé?- me preguntó mientras se levantaba y me ofrecía su mano para ayudarme a mí en la misma tarea.

- Sí...vamos a dormir un poco que entre la noche que me has dado y el insomnio de después, estoy reventada.

Se sonrió con picardía y tiró de mí hasta nuestra cama donde me abrazó con firmeza hasta que nos quedamos dormidas.

A las 12 me despertaron los labios de Natalia recorriendo con delicadeza todos los rincones de mi cara.

Cuando sus labios se posaron en los míos, abrí los ojos con dificultad.

- Albi- Susurró- Esta gente nos está esperando para desayunar. Es super tarde, cuando vayamos al buffet no van a quedar ni las migas...

- No quiero levantarme... Tengo mucho sueño...

- Vamos mi amor... por favor, levántate que quiero aprovechar el tiempo, no podemos estar todo el día en la cama.

Me volvió a besar acariciando mis labios con los suyos y consiguió despertarme con esa forma tan sensual de besarme, mientras me retiraba el pelo de la cara y acariciaba con suavidad mi mejilla.

- Mmmmm me encantas, Nat...

- Y tú a mí, bebé, venga, a la ducha.

- Voy a la ducha si tú me acompañas, gatita...

Guns&SecretsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora