Semana 3, día 1.

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Lunes:

   El molesto sonido de mi alarma resonaba por toda la habitación, despertándome de golpe y con jaqueca. Me senté sobre la cama observando con la mirada perdida la chancla que estaba a lo lejos, duré así como unos nueve minutos hasta que se me quitó el sueño. Procedo a levantarme con toda la calma del mundo cuando suenan unos golpecitos en la puerta.

— Adelante...—respondo en voz alta esperando una respuesta para saber quién pueda ser

   La puerta se abre enseguida mostrando a mi madre, quien sujeta el picaporte para empujar la puerta. La duda me invade, que ella esté aquí no puede significar nada bueno.

Ohayō —saluda con una voz extremadamente dulce, tan dulce que no parece propia.

— Buenos días —le saludo devuelta con recelo, ella parece notarlo y su expresión cambia a una de tristeza ¿Por qué parece triste? Quizás fuí muy agresiva— ¿Pasó algo, mamá?

— No, yo solo vine para...avisarte —frunce el ceño con la mirada clavada en el piso, pareciera estar escogiendo sus palabras— Avisarte que te llevaré a la escuela, así que prepárate que ya es tarde...—sin más se retira de mi habitación cerrando la puerta a sus espaldas.

   ¿Llevarme a la escuela? ¿Hice algo mal? Esto es realmente extraño y peligroso ¿Por qué quiere llevarme a la escuela? ¿Será que no quiere llevarme a la escuela, sino a Saikous corporation? Esto va de mal en peor, debo apurarme para poder escapar.

   Decidida me levanto de la cama y me apresuro a entrar al baño, comienzo a desvestirme y observo mi reflejo en el espejo. Quien me devuelve la mirada es alguien aterrador.

   Mi cabello blanco al igual que mi pálida piel, dos cuencas vacías en lugar de mis ojos, una sonrisa macabra y líquido negro espeso como el petróleo corriendo por mi rostro apagado. No puedo evitar dar un brinco al ver aquello, al igual que mi pesadilla, es Fun girl otra vez. Pero la ilusión duró poco, en un abrir y cerrar de ojos desapareció, frente a mí estaba el reflejo de una joven despeinada y con los ojos somnolientos que en nada se parecía a aquel espectro.

   Con un suspiro vuelvo a lo mío, definitivamente estoy enloqueciendo. Después de darme un baño y cepillarme los dientes, salgo del cuarto de baño para vestirme con el uniforme.

   Mientras lo hago pienso un poco en los acontecimientos de la semana. He descubierto más de lo que puedo analizar e hice cosas que no me creía capaz de hacer. Mi mundo está de cabeza y no sé cómo arreglarlo, todo se fue por el caño en dos semanas. Al menos ahora tengo a Sora, él es un chico increíble y amistoso, gracias a él este fin de semana no estuvo tan mal. Incluso pude olvidar lo que pasó con Kuu Dere.

   Unos golpes en la puerta me sacan bruscamente de mis pensamientos, del sobresalto mis manos sueltan el cepillo con el que estaba peinando mi cabello y este rebota ruidosamente en el piso.

— ¡Faltan veinte minutos para las ocho! ¡Apresúrate o llegarás tarde! —grita desde el otro lado de la puerta, puedo escuchar el golpeteo de sus tacones contra el suelo mientras se aleja de mi habitación.

   Son veinte miserables minutos, no voy a llegar tan tarde. Agh, cuando pienso que no puedo ser más inútil, llego y hago una completa estupidez. En efecto, se me olvidó escapar y ahora es tarde, tendré que irme con ella.

   Levanto el cepillo del suelo y lo coloco sobre el tocador, rocío perfume por mi cuerpo y corro en busca de mi mochila. Reviso que todo esté en orden, guardo mi teléfono y salgo de la habitación en busca de mi madre.

   Camino apresurada por el pasillo, algo que he aprendido de mala manera es que no puedo dejar esperando a mi madre a menos que aprecie mi vida y mi libertad. Mientras camino a grandes zancadas por el pasillo, mi mirada se fija en la puerta entreabierta de la habitación de mi madre. Lo primero que puedo distinguir es a ella sentada sobre su cama sollozando con una fotografía en la mano.

♡Ü→Soy YANDERE⇜ت♥ ▓[~Budo Masuta y Tú-]█Donde viven las historias. Descúbrelo ahora