Capítulo 19

1.2K 141 73
                                    

Luego de aquella noche épica y traumática para mi pobre ser, no esperaba más que despertar en esta hermosa mañana con una pequeña dosis de realidad, pero los únicos pensamientos recurrentes en mi cabeza desde que empiezo a abrir los ojos son los del suceso de anoche. Me estremecí poniendo una almohada sobre mi rostro, ya que la la luz era un fastidio a través de las cortinas blancas. Lamentablemente no había dormido bien por estar dándole vueltas y vueltas a lo que ocurrió, apenas empezaba a conciliar el sueño a un aproximado de las cinco de la mañana.

Lentamente me senté recostada del espaldar de la cama con la sabana cubriendo desde mi cintura hasta mis pies. Empecé a recordar lo de la carta, mis supuestos poderes mágicos, la muerte y resurrección de Axel...

¡Dios que locura!

Pasé mis dedos por mi enredado cabello echándolo hacia atrás. Procedí a bajar de la cama e intentar meditar un poco, tomar aire y consultar esto con alguien, definitivamente debía consultarlo con alguien porque esto no se acerca a lo normal. Busco con mis pies mis pantuflas, pero a continuación, no están.

¡Siempre las dejo aquí!

Las busco debajo de la cama pero tampoco están ahí. Ya me estaba fastidiando, tenía fríos los pies y necesitaba mis pantuflas. Dejo de buscar bajo la cama y me levanto resoplando, miro en cada parte de la habitación con los brazos en jarras hasta que mis ojos dan con las papas fritas que había deseado obtener en la tarde de ayer. No lo entiendo, ¿no deberían estar en mal estado? No lo sé, ¿secas o algo así? Es lo que debería ser pero no, están igual de relucientes y apetitosas, de todos modos no pienso comerlas.

De paso observé el deslumbrante vestido sobre el sofá. Esto solo me llevó a una cosa: desear obtener mis pantuflas. De algo tenía que servir esto de mi poder mágico, no?

Mordí mi mejilla interior–deseo que aparezcan mis pantuflas.

Oh sí.

Poco a poco una sonrisa maliciosa se empezó a formar en mis labios llevándome a imaginar todas las posibles cosas que podría llegar a conseguir con esto. No podía negarlo, tenía un poco de miedo, esto era extraño, pero había algo más a parte de ese sentimiento: curiosidad. Me pregunto que tan lejos puede llegar esta misteriosa habilidad.

¡Puedo averiguar eso justo ahora!

Y si de pronto pudiera... pudiera ¡entrar en un libr...

Entrar en un libro...

Los recuerdos llegaron a mi mente como un rayo. Había recordado perfectamente cómo había aparecido aquí, pero esta vez no tenía duda, no eran recuerdos borrosos, era exactamente lo que pasó. Yo leyendo "A través de mi ventana" en el capítulo 60, yo sintiéndome conmovida por lo hermosos que eran Ares y Raquel en aquél cumpleaños, yo deseando con con mi corazón estar...

Dentro del libro.

Vaya, ¿entonces en este preciso momento podría desear volver... volver a casa?

Algo dentro de mi se enciende, sentía mi estómago arder, sentía como si todo se hubiese paralizado justo ahí, parada con los pies descalzos y fríos en medio de la habitación. Esta era mi oportunidad, por fin había llegado y no podía simplemente desaprovecharla. Después de tanto tiempo sin tener idea de nada, sin saber si me quedaré aquí para siempre o regresaré a donde pertenezco. Esto es lo que he querido desde que vine a este lugar, no puedo creer que por fin lo lograré.

Salí de mi pequeño trance tratando de calmar mis nervios, era ahora o nunca–deseo volver a casa.

Supuse que no lo dije bien porque nada pasa, así que lo intento otra vez–deseo volver a casa.

Atrapada en el libro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora