Capítulo 17

393 28 2
                                    

Estamos a jueves. Permanezco sentada en el sillón de la sala de estar con las piernas encogidas, leo El guardián del centeno, aunque el sonido de la lluvia hace que salga de mi interesante lectura. Afuera el sol se ha ido y está diluviando. Llevo el camisón del hospital con una rebeca encima, y aun así tengo frío.

Esta mañana traté de buscar a Annie, pero ni rastro de ella, tuve que decir que iba a ducharme para que me dejaran ir sola.

En una hora tengo sesión con Priscilla Humbert, mi nueva psicóloga, como ya dije antes.

Me cuesta creer que esa chica se haya sacado el título de psicología, no sé, creo que se preocupa más por sus uñas que por estudiar. Tiene como treinta años, o menos, tiene el pelo totalmente rubio (teñido) por encima de los hombros y cardado. Lleva las pestañas postizas más largas que he visto en mi vida, y sus modelitos... Juraría que intenta impresionar a Adam.

El otro día le sonsaqué a Gretta todo sobre el lugar en el que se encuentra Jared. El hospital Mercy, en Florida.

Y menos mal que es en Florida, porque si fuera Orlando... Tengo decidido que voy a ir a verle, lo tengo todo pensado. Mañana, me acostaré temprano poniendo como escusa que no me encuentro bien, y cuando todos estén dormidos me iré.

No voy a llevar equipaje, no tengo nada, solo me haría perder tiempo, tan solo cogeré cincuenta dólares que me dio mi madre junto a mi ropa.

Creo que por la noche hay algún que otro guardia de seguridad en la puerta, ese es uno de mis problemas, pero Jared me contó que se podía salir por la puerta trasera, nunca he ido allí, pero él me dijo cómo encontrarla, otro problema es que estará oscuro, espero que la luz de la luna que entra por los grandes ventanales sea suficiente.

Una vez fuera seguiré en camino, hasta que me lleve a algún sitio, donde sea, si tengo que ir andando lo haré, quizás, con suerte pueda encontrar a alguien que me lleve, pero eso es segundario.

Cuando esté en Florida todo será más fácil, no creo que encontrar un hospital sea muy complicado, y cuando llegue al hospital... bueno, iré a verle, como sea, le veré, le acariciaré... tan solo para asegurarme que nada de esto fue una tontería y que lo que siento es real.

Ese es mi plan, y no hay plan B, obviamente se darán cuenta de que me he ido, y no hará falta pensar mucho para saber donde estoy, supongo que irán a buscarme, pero eso no me va afrenar ni mucho menos.

No hago más que pensar en cuándo despertará, o si lo va a hacer, si no lo hiciera... no quiero ni pensar en eso, creo que aún no lo he asumido, pienso que debo sentirme afortunada porque no ha muerto, pero al contrario, me siento totalmente desdichada, maldita sea, por qué a él, ¿quiénes serían esos tíos?

-Emma Catherine Thompson.

Estoy hundida en mis pensamientos cuando una voz ronca pronuncia mi nombre. Me incorporo y veo en la puerta de la sala a un médico de unos cuarenta y muchos años con una carpeta en su mano. Me suena su cara de haberlo visto antes por los pasillos de Redford.

-Soy yo.

-Sígame, la doctora Humbert la espera.

Me levanto desganada y sigo al hombre. Me lleva por un sitio que conozco bien, el despacho de Priscilla es el mismo que el del anterior psicólogo, cuando llegamos la puerta está entreabierta y se olle a la chica hablando entusiasmada por teléfono.

-...¡Si Kathryn! No te lo vas a creer, aquí hay cada personaje...

Cuando Priscilla se percata de mi presencia al otro lado de la puerta carraspea y se despide de Kathryn.

-Si, olle, tengo que dejarte, nos vemos. -Cuelga el teléfono y entrelaza sus dedos enfrente de su boca. -Pasa Catherine.

Yo me siento enfrente sin rechistar.

-Bien, ¿cómo te sientes esta semana?

¿En serio? ¿Ya empezamos con las preguntas estúpidas? Verás, me siento engañada, harta, desganada, preocupada... No sé si sabrá que el psicólogo al que ha sustituido y yo, teníamos una especie de relación, era el único que podía sacarme de aquí y ahora me entero de que está en coma, pero, ¡espere! ¡Por lo menos no esta muerto! Además, no olvidemos que NO estoy completamente loca y este sitio está consiguiendo que lo esté. ¿Quiere que siga?

-Me siento bien, -casi no se me olle, asique carraspeo y repito mi respuesta final. -Estoy bien.

-¿En serio? No sé, no pareces muy... no sé. Mírate, ¿porqué sigues vistiendo la ropa del hospital? ¿No tenías una maleta con ropa tuya? Y además estás muy delgada.

Si esta mujer es psicóloga yo tengo un título en medicina. Al hacer ese comentario hace un gesto con la mano señalandome y mirándome de arriba a abajo.

-Si, en serio.

Esa sesión fue una de las cosas más aburridas del mundo que he hecho en mi vida, no creo que esté bien dicho, pero es eso, resumámoslo en "LCMADMQHEV".

Qué tontería, últimamente no hago más que delirar, debe de ser cierto que me han aumentado la medicación.

Esa noche, después de cenar, me quedo un rato en la sala de estar, y espero a que todos se vayan a dormir. A las doce de la noche, solo quedo yo viendo la tele.

Cuando el reloj da las 12:30 suena el despertador que hay en la sala y me despierta, me había quedado dormida. Adam se acerca y me coge en brazos, cuando ve que entreabro los ojos me explica:

-El toque de queda es a las doce y media, te has quedado dormida.

-Lo sé, nunca me quedo hasta tan tarde.

Cuando llegamos a mi habitación, me deja en el suelo y le pregunto:

-Adam, a esta hora, ¿no hay nadie despierto en el edificio? Lo digo por, por que, ¿y si a alguien le da por, por coger un cuchillo y entrar en las habitaciones de los demás?

Adam se ríe al escuchar mi pregunta.

-Verás, tenemos bien vigilado el comedor para que nadie se haga con ningún artilugio peligroso, pero de todas formas hay un guardia en la puerta principal, estás a salvo.

Le sonrío disimulando y me meto en mi cuarto, genial, ya tengo todo lo que necesitaba saber.

Gordon me espera acurrucado a los pies de la cama. Me recojo el pelo en una coleta, corro las cortinas y me acuesto. Esa noche me cuesta dormirme, no paro  de dar vueltas repasando mi plan una y otra vez, y por más que quiera no puedo dormirme.

Soy atea, o eso creo, sin embargo esta noche no puedo parar de rezar por Jared y por que mi plan salga bien, por favor, por favor...

DESAPARECEROnde histórias criam vida. Descubra agora