Entre Angeles y Demonios. Un Amor Prohibido (HIATUS)

Amor prohibido. Pt.1

•° Narración normal °•

- Es el rey demonio ¿No es así? - Aquello solo dejo en shock.

- ¿Q-qué?. - Ante tal cuestionamiento Ciel no sabía que decir, le sorprendió tanto que no sabía que pensar ¿como pudo pasar eso? Siempre fue cuidadoso respecto a ese asunto ¿Cómo se dió cuenta? Eso y más cosas llegaban a su mente.

- Entonces ¿Es así? - Cuestionó ante tal silencio por parte del contrario.

- Y-yo. Te equivocas. - Exclamó tratando de sonar natural. - ¿Cómo es posible que pienses ese tipo de cosas? Jamás sería capaz de ir con ese ser, alguien tan vil y repugnante como él es alguien con quien soy incapaz de estar, solo son ridiculeces lo que dices. - Siendo honesto le dolía hablar así de su amado pero debía de disimular.

- Ya veo, lo siento. - Ciel se sintió libre pensando que lo logro.

- Está bien, yo ya me voy a descansar. -

- Siento no haber preguntado antes. - Suspiro decepcionada, su señor solo resultó confundido ante ello.

- E-espera ¡¿Qué estas diciendo?! - Solo pudo exclamar confundido.

- Mi señor lo conozco muy bien, se caundo miente o dice la verdad. - Confesó.

- ¿Qué? - Eso le causó más dudas que respuestas.

- Si me hubiera dicho la verdad en lugar de decir eso mi hubiese dicho algo como "estás loca" o "solo dices incoherencias" pero en lugar de eso me dió una excusa y eso no es propio de usted. - Después de decir aquello Ciel solo de quedó sorprendido, en verdad lo conocía bien.

- ¿Qué? así que ¿Solo hiciste el todo o nada? - Comento sorprendido.

- No. - Suspiró. - Solo confirmaba. - Confesó.

- ¿Confirmar? - Cuestionó con dudas.

- Así es. - Contestó. - Llevo viéndolo desde hace tiempo; todos los días a la misma hora va, luego llega y cuando lo hace se le puede ver una sonrisa tranquila y cierta alegría en sus ojos, algo que no veo hace tiempo en usted. - Suspiro ante esas palabras.

- Entonces ¿Fue obvio?. - Dijo tratando de desviar su mirada de ella. - Y... ¿Hace cuanto lo comenzaste a sospechar? - Cuestionó un poco más calmado.

- Desde el inicio. - Con un leve suspiro contestó haciendo que Ciel solo tuviese dudas. - La primera vez que fue, pude observar algo en sus ojos, como si, se hubiera encontrado con algo o alguien que no deseaba ver. - Pauso, el más joven solo escuchaba. - Después, cuando volvió nuevamente llegó pidiendo datos e información sobre los demonios; usted es una persona curiosa, cuando le interesa algo no descansa hasta resolverlo. Ese día le ví muy concentrado y atento sobre ese tema. - Ante esas palabras Ciel se quedó sorprendido por todos esos pequeños detalles que paso por alto, detalles que nadie notaría e excepción de Christa.

- ¿Algo más? - Preguntó dudoso, quería saber qué más paso por alto a demás de esos detalles.

- Su actitud. - Ciel cuestionó con la mirada. - Debo admitir que es lo que menos cambio tuvo, pero, si habían cosas que ya no eran lo mismo, cuando hablamos referente a los demonio su mirada se perdía rápidamente como por el estilo. - Concluyó.

- En serio te diste cuánta de todo eso y lo único que hiciste fue ¿Verme? - Fue lo único que pudo decir, seguía sin poder creerlo.

- En efecto, solo una persona que le conozca bien sería capaz de notarlo fácilmente, y en mi caso, lo conozco desde que es un niño. - Afirmó ante tal pregunta.