Capítulo 1

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30° Cumpleaños: Comprarle a Camila su restaurante

Camila

Cinco años después…

—¿Estás lista para esto? —preguntó Dinah.

Miré alrededor del espacio abierto y sonreí.

—Sí. Creo que sí.

Mi restaurante, TheMaysen Jar, abriría mañana.

El sueño que tuve desde que era niña, el sueño que Jamie compartió conmigo, en verdad se estaba haciendo realidad. Una vez el taller de un viejo mecánico, TheMaysen Jar era ahora la más reciente cafetería de Bozeman, Montana.

Había tomado un deteriorado edificio abandonado y lo convertí en mi futuro.
Atrás quedaron los suelos de cemento manchados de aceite. En su lugar había un parqué de espiga de nogal. Las sucias puertas del garaje habían sido reemplazadas. Ahora los visitantes podían acercarse a una hilera de ventanas de paneles negros de piso a techo. Y décadas de mugre, suciedad y grasa habían desaparecido. Las paredes originales de ladrillo rojo se limpiaron a su esplendor de antaño, y los altos techos industriales fueron pintados en blanco.

Adiós, enchufes y llaves. Hola, cucharas y tenedores.

—Estaba pensando. —Dinah enderezó las cartas del menú por cuarta vez—. Probablemente deberíamos llamar a la estación de radio y ver si hacen un aviso o algo para anunciar que has abierto. Tenemos ese anuncio en el periódico, pero la radio también vendría bien.

Reorganicé el recipiente de bolígrafos junto a la caja registradora.

—Está bien. Los llamaré mañana.

Estábamos hombro con hombro detrás del mostrador en la parte posterior de la sala. Las dos estábamos inquietas, tocando cosas que no necesitaban ser
tocadas y organizando cosas que habían sido ya muy organizadas, hasta que admití lo que ambas estábamos pensando.

—Estoy nerviosa.

La mano de Dinah se deslizó por el mostrador y tomó la mía.

—Estarás genial. Este lugar es un sueño, y estaré aquí contigo en cada paso del camino.

Apoyé mi hombro en el suyo.

—Gracias. Por todo. Por ayudarme a poner esto en marcha. Por aceptar ser
mi gerente. No hubiera llegado tan lejos sin ti.

—Sí, lo hubieras hecho, pero estoy contenta de ser parte de esto. —Me apretó la mano antes de soltarme y pasó los dedos por el mostrador de mármol negro—. Estaba…

La puerta de entrada se abrió y un anciano llevando un bastón entró arrastrando los pies. Se detuvo en la entrada, su mirada recorriendo las mesas y sillas negras que llenaban el espacio abierto, hasta que nos vio a Dinah y a mí en la parte posterior del lugar.

—Hola —dije—. ¿Puedo ayudarlo?

Se quitó la gorra de conducir gris y se la colocó debajo del brazo.

—Solo estoy mirando.

—Lo siento, señor —dijo Dinah—, pero no abrimos al público hasta mañana.

Lista de cumpleaños ~ Camren (Lauren G!P)Where stories live. Discover now