Prólogo

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Un auto negro de alta gama se detuvo en frente del establecimiento educativo, dentro de él se hallaba un joven de cabellos lilas que se bajaba de tan precioso auto.

Los alumnos se amontonaron en la entrada haciendo que se le hiciera difícil al de cabellos lilas entrar al instituto. Acomodó mejor su mochila en su espalda y observó que su uniforme estuviera pulcramente en su lugar. Con esa sonrisa carismática que hacía que hasta los mismos dioses quedaran encantados con ella, avanzó hacía adelante no sin antes tener a sus guaruras cuidándole la espalda como siempre.

Oh, y por ahí a un costado yacía Abby, quién se había tropezado con su skateboard y había besado el suelo con sus labios. Suerte que todos estaban al pendiente de ese nerd estúpido.

— ¡Besaste el suelo! — se burló su mejor amigo sin dejar de reír en las escaleras de la entrada de la institución. — Tuviste suerte de que el tarado de Park estuviera acaparando la atención de todos, sino serías el blanco de burlas por lo que resta del día.

— Cierra la boca Chen. No estoy para bromas.

— ¡Fui el único que vio tu caída, al menos debo de burlarme! — señalo a la pelinaranja quién revisaba la rotura que se le había hecho a su jean negro. — Vele el lado bueno, al menos tus pantalones estarán a la moda.

La pelinaranja rió sin gracia y tomo su skateboard y su mochila que yacía tirada por ahí.

— Hoy amanecí de humor, vele el lado bueno, sino te hubiese partido esta tabla por la cabeza a ver si con eso se acomodaban tus neuronas. — dijo la joven quien se adelanto dejando a su amigo aún riéndose en las escaleras.

— ¡No a la violencia! — gritó el pelinegro levantándose de las gradas. — Por eso no consigues novio, eres una amargada.

— ¿Y eso a mí qué? Si te molesta puedes irte, nadie te está poniendo una pistola en la cabeza para que estés a mi lado.

— Bueno, bueno. Hice un mal comentario, te pido disculpas. — dijo el pelinegro una vez que llegó hasta su amiga. — Cambiando de tema, ¿Cómo te está yendo en tu trabajo de pasea perros?

— Pues no va tan mal, no es mucha la paga, pero al menos llevo algo de dinero para el pan. — contestó Abby una vez que se adentraron a los pasillos de ese lujoso instituto. — Tuve suerte de sacarme esa beca. Al menos no viviré en la calle.

— Eso de haberte mudado habrá sido muy difícil para ti. Vaya, suerte que aún vivo con mis padres.

— Tienes suerte de tener veinte años y que sigas siendo un mantenido. — Abbigail se acercó a su casillero para meter su skateboard y sacar los libros que usarían ese día. Chen — quien tenía su casillero al lado de su mejor amiga— rió ante su comentario.

— ¿Para qué te digo que no, si, sí?

La pelinaranja rió ante lo dicho por Chen y, al tener sus cosas listas, cerró bien su casillero y el cierre de su mochila para después colgársela en su hombro y seguir sin el pelinegro.

— ¡Ahora te toca matemáticas!— le gritó Chen haciendo que la sonrisa de esta se borrara por completo, ¡Como odiaba matemáticas y todo lo que tenía que ver con ella! Lástima que matemáticas estaba en todos lados.

— Creo que la vida sería más fácil si no existiera el dinero y matemáticas.

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ҽՏҽ ղҽɾժ ▪pjm▪  GANADORA DE LOS "BTS AWARDS 2020" [PAUSADA]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt