Capítulo 54: Impredecible

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-¿Qué has averiguado? - pregunto el maestro Fu cuando Félix fue a visitarlo la mañana del sábado.

-Muy poco... - dijo algo reservado, luego centro su mirada en el maestro y supo que lo mejor era hacerle saber lo que estaba pasando, el último ataque lo habían ganado con las justas -. ¿No enviara a Marinette, ni a Adrien a una misión suicida?

-Claro que no, me preocupo por ellos.

-Bien... la forma de llegar a los magos oscuros en siguiendo el rastro mágico, Claude dice que son muy malos ocultándolo o que posiblemente ni les importe, concuerdo porque yo también soy capaz de sentir ese rastro... hace unos días lo seguimos y descubrimos donde se reúnen los magos oscuros...

-¿donde? - pregunto el maestro al ver que Félix vacilaba.

-En las catacumbas, hay una entrada estrecha en las tuberías de la ciudad.

-Si ya sabemos dónde se esconden lo mejor sería atacarles.

-No estoy seguro de que tan poderosos sean, yo preferiría esperar un poco antes de hacer cualquier movimiento.

El maestro asintió pero fueron interrumpidos por un golpe en la puerta.

-Creo es alguno de mis clientes - dijo el maestro levantándose para ir a abrir la puerta.

-¡maestro! - dijo Marinette ni bien abrió -. Lamento haberme demorado tanto en venir a verle pero mis padres tenían un montón de trabajo y tuve que ayudarles, pero... Hola Félix ¿Qué haces aquí?

-Hola Mari - dijo el chico con una ligera sonrisa, sin poder evitar notar lo guapa que era su novia y lo bien que le quedaba la ropa que había elegido hoy -. Pase por enfrente y vi el letrero, así que entre por curiosidad, me sorprendió mucho que el local fuera atendido por el amigo de tu abuelo.

-Si... a vec.. ce.. a veces ven... go a visitar... al amigo... de mi padre ¡Digo! Abuelo, si, es mi abuelo - A Félix los arranques de nerviosismo y tartamudeo de su novia le resultaban muy dulces, fingió revisar su celular y se levantó.

-Me encanta verte Mari, pero creo que estamos en un mal momento, tengo que ir a clases dentro de quince minutos - informo el chico, Marinette asintió, luego Félix se acercó y le dio un beso en la boca -. Otro rato me quedo contigo, hasta luego... hasta luego señor.

-Hasta luego jovencito - se despidió el maestro -. Vuelve cuando quieras.

Félix se marchó, en realidad no tenía nada que hacer, pero quedarse entorpecería lo que sea que viniera a decirle Marinette al maestro.

-¿Qué es lo que necesitas Marinette? - pregunto el Maestro trayendo de vuelta a la realidad a la chica.

-Es sobre los miraculous de la mariposa y el pavo real, están ahora en manos de otras personas.

-Eso explica porque nos han ayudado últimamente... ¿Qué te parecen esos portadores?

-Ha... no parecen malas personas, eran dos chicos, quizá un poco mayores que yo... también había alguien más en la habitación, parecía ser un adulto.

-¿Tienes alguna manera de comunicarte con ellos?

-No... a menos que estén transformados.

-En el próximo ataque quiero que intentes conseguir toda la información posible, además intenta convencerlos de devolver los miraculous.

-Dudo que lo hagan - suspiro Marinette -. ¿Ha averiguado a que nos enfrentamos?

-Se les llama espíritus familiares - explico el Maestro.

Secretos y omisionesOnde histórias criam vida. Descubra agora