18►Farsa

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NamJoon.

Pase mis manos por mi cabeza y tiré ligeramente de mis cabellos.

Me levante de la cama matrimonial y mordi mi labio inferior, recorrí la habitación con la mirada y se posó directamente en los pasaportes que se encuentran sobre la mesa de noche.

'¿Realmente quieres que viajemos?.'

Suspire recordando la reluciente sonrisa de mi esposa en ese momento y tomé los boletos de avión.

La fecha es la de hoy antes de la media noche.

Después de unos minutos los deje del mismo lugar de donde los tomé y camine con pereza hacia la salida,no dormir claramente no fue la mejor idea, pero por mucho que intentaba conciliar el sueño no podía.

Arrastre mis pies hasta la puerta principal de la habitación, la abrí con suma lentitud mientras pasaba mi lengua por la parte interna de mis mejillas. No estoy del todo seguro de que maldita hora es, pero ____ usualmente me traía el desayuno cuando me levantaba, por mucho que le dijiera que no lo haga, que no es necesario y que una persona del servicio podían hacerlo o incluso yo mismo podía hacerlo, ella estaba ahí siempre, con una gran sonrisa a pesar de mis regaños y mi mal humor.

Pero esta mañana no, no esta.

Mis pies descalzos tocan la fría alfombra y miro a ambos lados del extenso pasillo.

Me pregunto si ___, sigue en la habitación en la cual entró ayer.

Al final de ambos pasillos hay un par de grandes y llamativas ventanas, el sol apenas sale detrás de algunos grandes edificios a lo lejos, al parecer es más temprano de los que yo pensaba.

De seguro ella sigue durmiendo, le llevaré el desayuno.

Bajo las escaleras con rapidez, tendre que hacer el desayuno por mi cuenta ya que ___ le dio unas vacaciones al personal, no me molesta en si, pero  yo y la cocina nunca fuimos buenos amigos.

Cuando entro a la cocina, esta de más decir que me sorprendí al verla ahí. Su bonito cabello color chocolate deshecho y atado en una coleta, sus pies descalzos al igual que los míos y come un plato de cereales con leche.

Parece completamente absorta en sus pensamiento sin darse cuenta de mi presencia, o si sabe que estoy aquí, me ignora completamente.

—Buenos días. —Saludo intentando llamar su atención, pero ella no levanta la mirada de su plato de cereal.

—¿Que tienen de buenos?. —Su cortante respuesta me sorprende y entre abro los labios sin saber que reponder ante eso.

—Te levantaste temprano hoy. —Ignoro la frialdad con la que me respondió y intento entablar una conversación.

—Tambien tú. —Juega con su cucharilla por un par de segundos y luego come un poco de cereal.

—Si... Bueno... —No creo que sea buena idea comentarle que no dormí en toda la noche a causa de lo que paso, cada segundo fue un martirio para mi, preguntándome si ella estaba llorando o durmiendo, si estaba durmiendo bien o tenía un pesadilla, de esas pesadillas que usualmente no la dejan dormir, si es que se destapó de las sábanas o se calló de la cama por tanto moverse, ella no se queda quieta cuando duerme, es muy inquieta de echo.

Ella no volvió a decir nada y siguió con la mirada posada en su cereal.

Y para ser honestos yo no sé que más decir, ella a menudo es quien entabla la conversación.

Comencé a buscar mi té en los cajones de la alacena, pero después de unos segundos me di cuanta que la alacena estaba vacía, solo había una caja de cereal, leche y queso en el refrigerador.

Ella era Mía |K. NJ| |+18|Where stories live. Discover now